Recrudece el Apartheid político castro-chavista
Por: Roberto Carlo Olivares
En el antepenúltimo párrafo de mi columna pasada del 07 de Julio, escribí lo siguiente:
“También tenemos que estar muy pendientes de la repercusión que traerá el show mediático del supuesto terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca, detenido en Caracas y deportado a Cuba, ya que a todas luces pareciese un montaje muy bien diseñado para involucrar posteriormente a militares y civiles patriotas que luchan a diario por la causa libertaria”.
En el siguiente enlace podrán revisar mis últimos artículos si así lo desean: www.robertocarlo14.com
La detención fantoche y arbitraria de Alejandro Peña Esclusa, presidente de UnoAmérica, constituye un paso más hacia el totalitarismo atroz que impunemente y de manera notoria, ha secuestrado los cimientos de la patria. El señor Peña Esclusa es un venezolano digno, comprometido con el país y el exilio venezolano. Su presencia en los distintos foros internacionales en los que se ha debatido la democracia y el progreso de Latinoamérica, fue determinante a la hora de lograr consensos para denunciar y evidenciar el proceder pestilente de la dictadura venezolana.
Conozco personalmente al señor Peña Esclusa y puedo asegurar que sería incapaz de involucrarse en atentados terroristas y/o acciones radicales como las que le endilga actualmente el régimen criminal castro-chavista. De hecho, a mi parecer es demasiado diplomático y político, cosa que no fuese contraproducente si estuviese luchando en contra de un sistema de gobierno medianamente decente, pero como él mismo acaba de comprobar en carne propia, el dictador y sus cuervos, solo pueden ser combatidos con candela.
El Apartheid político-criminal, fascista y de Lesa Humanidad que actualmente se lleva a cabo en el país, es solo comparable con el de Cuba, en lo que a Latinoamérica respecta. La situación en Venezuela está llegando a un punto de radicalización extrema, muy bien planificado y ejecutado a la perfección por los órganos de inteligencia gubernamental, al mando de los esbirros cubanos.
No olvidemos que como me comentaba un buen amigo el fin de semana pasado, Chávez cuenta con una asesoría magistral y envidiable a la hora de planificar tácticas maquiavélicas y kafkaianas. Los 100 años de experiencia entre la guerrilla colombiana y la dictadura castrista no son poca cosa.
El problema primordial de nuestro comandante comunista es que no puede mantenerse entre dos aguas para siempre: O se convierte en dictador plenipotenciario, o será derrocado a la brevedad.
He dicho en un sin fin de oportunidades, que el dictador desea un estallido social para postergar las elecciones y/o tratar de configurar un autogolpe. Las apariencias democráticas hoy en día le pesan de manera descomunal y ha perdido demasiado pueblo. Chávez es un dictador de closet desesperado por salir del encierro ambivalente en el que se encuentra, ya no desea elecciones, ni debates internos estériles.
Para él llegó la hora de emular a su “cagalistroso” mentor cubano, pero lamentablemente para su ego, son otros tiempos y no estamos dispuestos a permitírselo.
Las encuestas de los últimos meses han sido atroces para Chávez y en los estratos D y E, supuestos bastiones de la resistencia chavista, el dictador presenta un rechazo cercano al 60%. Son ellos los verdaderos verdugos del emperador barinés ya que no comen cuento, no tienen nada que perder, y están dolidos hasta la médula por haberlos creído pendejos, manipulables y parasitarios.
El terror del dictador es entendible porque conoce el ímpetu guerrero de la gente de barrio, sabe que ellos no le tienen miedo al gas del bueno ni salen corriendo al primer plomazo. Además, subsisten a diario entre la sangre, la violencia, la muerte, la miseria, la desidia y la impunidad. No es lo mismo robarles los votos a los habitantes de Cumbres de Curumo, Chacao y El Hatillo, que burlar la voluntad popular del 23 de Enero y la barriada de Catia.
El fraude obviamente ha sido preparado y será ejecutado a la perfección, pero lo que el G2 cubano y Chávez no pueden predecir, es la reacción del pueblo. Hacer un fraude automatizado con la intención de voto medio pareja, como ha sucedido hasta ahora, no es gran cosa.
Pero urdirlo con las condiciones adversas, una votación masiva en contra y grupos de RESISTENCIA dispuestos a liderizar el derrocamiento del tirano, es un juego totalmente distinto.
El recrudecimiento del aparato represivo castro-chavista era y es de esperarse. Seguramente vendrán otras detenciones emblemáticas y tratarán de involucrar a compatriotas del exilio y a gobiernos extranjeros. Nada nuevo bajo el sol, el mismo libreto de siempre.
La diferencia es que ahora el pueblo no es el mismo de antes, y el “encojonamiento” actual es de proporciones inobjetables.
El dictador sigue acorralando al país, se burla del pueblo, expropia y encarcela, divide familias, insulta y maldice en contra de la iglesia, enarbola la bandera de la sangre, la muerte y la destrucción, no tiene contrapesos y se cree inmortal, su proceder es enfermizo y por “motus propio” ha agotado la variable civilista y democrática de la sociedad.
El choque de trenes es inevitable, las sociedades por más pacíficas y hasta conformistas que sean, tienen sus límites. Las cartas están echadas y mi apuesta total es para la RESISTENCIA, la democracia y el renacimiento de la patria. Nadie en la historia de la humanidad ha podido sortear tantas desventuras, y mucho menos si cada día son más los venezolanos dispuestos a dar la vida por su país.
Hugo Rafael, el destino ha de alcanzarte, verdugo no pide clemencia. Ojalá tengas la valentía y el denuedo que han demostrado todos los venezolanos patriotas que has enviado a la cárcel y al exilio de manera cobarde. Por sus frutos los conoceréis, falta poco …
“No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas”.
Thomas Jefferson
¡Patria, Democracia y Libertad!
Etiquetas: Alejandro Peña Esclusa
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