Chávez y Cilia pistoneando, casi fundidos

Por: Edgard J. González

Corrupción, Anacronismo, Incapacidad y Cinismo son las características más resaltantes del régimen. Desde los primeros pininos en los improvisados Planes Bolívar, pasando por la irresponsable creación de 250.000 dilapidadoras Cooperativas y el muy fantasma Central Azucarero Ezequiel Zamora, hasta la extrema podredumbre de ciento veintidos mil toneladas de alimentos importados, abandonados al sol, en containers ajenos por cuyo alquiler la Nación debe cancelar elevadas sumas -en dólares que le son negados a las empresas eficientes de venezolanos, que sí saben producir pero no se pliegan a los caprichos del patético monarca de Sabaneta- buena parte de esa comida que tanto requieren los más humildes de nuestros compatriotas ya ha sido enterrada, y es muy probable que otra parte esté siendo maquillada para ser vendida como buena en la red de PDVAL, pues a ciertos revolucionarios no se les agua el ojo a la hora de hacer dinero, aunque sea a costa de la salud de los ingenuos seres humanos que conforman la clientela de PUDREVAL. La Corrupción que no les gusta a los rojos rojitos es la que no los favorece a ellos.

A pesar del estruendoso fracaso del golpe del 4F del 92, y de la pésima actuación del primer juramentado en el Samán de Güere, a pesar de la genocida orden para activar el Plan Avila el 11A del 2002 (afortunadamente desobedecida) y de la masacre (19 asesinados) promovida y protagonizada por oficialistas, a pesar del evidente Vacío de Poder generado por su Renuncia (segunda rendición) y del fascismo insolente de la excluyente utilización (aun hoy) de la tristemente célebre Lista Tascón, a pesar de la permanente violación de la Constitución (“la mejor del mundo”), del rechazo mayoritario a su inconstitucional Reforma, a pesar del creciente descontento y reclamos provenientes hasta de quienes dicen ser chavistas, a pesar de las constantes y oprobiosas pruebas de excesiva improvisación, carencia de ideología definida, imposibilidad de imponer la dictadura totalitaria que persigue, el discípulo del senil Fidel persiste en su empeño de establecer en Venezuela una vulgar copia del régimen cubano, asido a su realidad virtual, pretendiendo que no ocurrieron ni el colapso de la URSS, ni la quiebra de Cuba, ni la entronización del Sistema Capitalista en China y Vietnám. Melancolía de los años sesenta, indigestión de dogmas, asociación con lo peor de los regímenes felones, fundamentalistas y adoradores de la edad media.

Tras más de once años en el gobierno, un millón de millones de dólares han ingresado en ese lapso al Fisco Nacional, aparte de los tradicionales parches limosneros, que siempre han existido pero ahora se llaman pomposamente Misiones, no han podido resolver ni uno solo de los graves problemas que aquejaban al país en 1998. Las cifras se han mantenido o aumentado en los renglones de la Pobreza, el Desempleo, la Inflación, la Inseguridad, la Dependencia de la Economía Rentista-petrolera, las carencias en Salud y Educación (sigue la Deserción escolar, y la calidad de los egresados en liceos y universidades, en especial en las instituciones controladas por la marabunta roja, bajó preocupantemente, la exigencia académica dio paso a la demagogia populista, retrocede en lugar de avanzar la víctima, Venezuela; Más Subdesarrollo y Miseria en el futuro). El parque industrial y empresarial en general, ha sido disminuido, parcialmente desmantelado, mediante ocupaciones, invasiones, “expropiaciones”, drástica reducción de la producción nacional, inmediata sangría del erario público para importar lo que se producía con el esfuerzo propio, beneficiando economías extranjeras y a los camaradas bien posicionados para triangular los dólares baratos, cancelar facturas chimbas de fecha de vencimiento próxima (a precio de mercancía fresca, por supuesto), negociar la enorme diferencia en el mercado cambiario innombrable, y colocar a buen recaudo las revolucionarias ganancias en Islas Cayman, Andorra, Suiza, o cualquier estructura bancaria suficientemente alcahueta y conveniente, lejos de sus legítimos propietarios, los venezolanos, acorralados por una de las más altas tasas de inflación del mundo, con la gigantesca inseguridad amenazando a todos por igual (excepto a los personeros con guardaespaldas), testigos de la permanente agresión a la propiedad privada, de la que se derivan cada vez menos empleos e inversiones, círculo vicioso que inexorablemente nos conduciría a la ruina total, objetivo de quienes persiguen precisamente que todos sean dependientes de papá Estado, como en Cuba o Corea del Norte, administrando ellos por supuesto, lo que les garantiza seguir disfrutando de privilegios y seguridad.

Como ya el mismo discursito, luego de once años cinco meses, es aburrido, en especial cuando no se le ve el queso a la tostada y todo sigue a nivel de ofertas, promesas, no les queda a los “dirigentes” del proceso otro recurso que el Cinismo. Aun achacan las culpas de lo que ocurre en el país, “a la cuarta república, al imperialismo, a la CIA, a la Oligarquía apátrida, golpista, pitiyanqui”. 4R, I, CIA, Oagp en resumidas siglas. Cilia Flores, la encargada del Pabellón de las Focas, esa sección del zoológico rojo rojito que ni siquiera ha abierto una investigación seria sobre la masacre del 11A, el uso de la Lista Tascón, los orígenes de los dólares del mercado negro, la transfusión en beneficio de la maffia argentina, las finanzas de la familia Chávez en Barinas, o esta hediondísima barbaridad de cientos de miles de toneladas de alimentos y medicinas en descomposición (facturando como fresco lo que ya viene vencido, alargando el plazo de costoso alquiler de los containers en los puertos “nacionalizados), la misma Cilia que no ha dicho ni pío frente a la profunda y entreguista intromisión de los cubanos en asuntos de muy delicada índole, inherentes a nuestra Soberanía, se angustia porque la Oposición pudiera estar recibiendo ayuda financiera del exterior (con toda la banca intervenida o fiscalizada permanentemente, será con palomas mensajeras y en paqueticos de $500 por cada vuelo/paloma), pero no le da ni alergia la montaña de dinero que han dilapidado en estos once años, dinero -no de los extranjeros- nuestro, que lo han despilfarrado, y buena parte del cual ha sido piñateado entre los mayores chulos del izquierdismo latino.

El que se ofreció para resolver los problemas desde la presidencia y más bien los ha aumentado, ennegreciendo el guiso y dedicado a tiempo completo al oficio de animador, en soporíferas y muy mitómanas cadenas (de audiencia lánguida), ha tenido dos recientes encuentros cercanos del tercer tipo, que lo dejaron perdiendo el mínimo, pistoneando preocupantemente, y goteando aceite bajo el cárter (no el manicero cabrón, su corresponsal en los EEUU). Acostumbrado a hablar solo, o recibir preguntas bombita de algún reportero comprometido con el dogma y la hipocresía, no esperaba las curvas bien fundamentadas de Adriana Núñez y Stephen Sackur, quienes lo dejaron empelota, sin respuestas concretas a concisas preguntas y señalamientos, más indeciso que perro dando vueltas, vergonzosamente usando sus comodines; “Tú no sabes lo que dices, a tí te están manipulando” (sólo le faltó decir “¿ puedo llamar a un amigo ?).

Pregunto a cada circunstancial lector; ¿ Es posible que, luego de estos once años de improvisaciones, imposiciones, delitos, crímenes, violaciones de la Constitución, insultos, descalificaciones, vulgaridades, chabacanerías, asociación con impresentables de la talla de Mugabe, Ahmadinejad, Lukashenko, Bashar, Bassir, las FARC, la ETA, de inaceptable entrega a la dominación cubana, de Corrupción desaforada, Incapacidad para manejar desde areperas a fincas y empresas del sector agroindustrial, de cambios de nombres infantiles e inconducentes, de estímulo a la delincuencia marginal, gradual devaluación de nuestra moneda, sometimiento de los poderes legislativo, judicial, moral a los caprichos estalinistas de un inescrupuloso camaleón de la política, ataques a la Propiedad Privada, a la Libre Expresión, al ejercicio pleno de nuestros Derechos, y todo lo que el lector conoce, alguien que haya estado en la Oposición al régimen cubanoide pueda ahora sentir una mínima simpatía hacia este proyecto anacrónico e ineficiente ? Y el enfoque en sentido contrario; ¿ Imagina usted que todos los que simpatizaron con las ofertas de cambio del chavismo en sus inicios, y a lo largo de estos once años y medio, mantienen la misma posición de respaldo, ante los muy negativos resultados de esta gestión de excesivas palabras y retrógradas acciones...?

En otras palabras; La Oposición ha venido creciendo, lenta pero indetenible, son más los interesados en recuperar la Democracia, que los empeñados en una franquicia del desastre cubano en Venezuela. El Oficialismo ha visto mermar sus respaldos, tanto a través de los que se fueron con el PPT (que la tienen cuesta arriba, al pretender justificarse luego de su complicidad de once años con el autoritarismo populista que ha hecho retroceder al país), como de los que a diario, indicando que han estado a favor del gobierno, reclaman y exigen por las enormes fallas e innumerables incumplimientos del oficialismo. Es prácticamente imposible que un opositor se convierta en chavista, pero lo contrario lo vemos suceder cada día, docenas y cientos que, desencantados, se colocan al margen de la situación o pasan a engrosar las filas de la Oposición.

Ya Correa está guabineando, y Lula no ha vuelto a adular a Chávez, más bien firmó un acuerdo de asociación militar nada menos que con los EEUU. La Kirschner les discurseó de manera poco complaciente con los dogmas de moda entre los rojos rojitos, Mujica está pendiente de su equipo en el Mundial, a Evo se le está enredando el papagayo, Ortega tiene demasiadas trácalas propias qué atender para ser comparsa del circo sin carpa venezolano, Chulín Zelaya está más lejos de volver al poder en Honduras que de meter cinco homeruns en el Béisbol profesional, y Raúl Castro -además de tener que lidiar con la casi momia que es su incómodo hermano- anda de manitos tomadas con el imperio, la Iglesia y su propia oposición, tratando de no perder el chivo y el mecate, retardando en lo posible el cambio, que es inevitable, para la isla que ha sido cárcel y entierro de la Utopía.

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