Travestismo Ideológico

Por: José Rafael López Padrino

Desprovisto de un soporte doctrinal socialista el proyecto socialmilitarista del tte coronel se fundamenta en un neofascismo cuyas raíces las encontramos en Lagardelle, Valois, Ceresole, y no precisamente en Marx, Engels. Este proyecto cuartelario ha hecho suyo las afirmaciones del poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, quien llegó aseverar que el fascismo no era más que la "Religión de las circunstancias y de las voluntades". El propio felón de Miraflores ha demostrado una y mil veces que su proyecto político esta sujeto a las circunstancias, lo que le ha permitido ser a un mismo tiempo marxista y cristiano, reaccionario y revolucionario, capitalista y socialista, sumiso y rebelde, amigo y enemigo, peronista y guevarista, guerrerista y amante de la paz, etc., posturas siempre sujetas a las circunstancias del momento político, del escenario especifico que en ese instante vive.

El socialmilitarismo se construye día a día, edificado sobre la voluntad de un mesías uniformado, a fin de satisfacer su pasión y ambición por el poder. Estamos frente a un constante empirismo político, que se estructura con base a los acontecimientos, y que suele inspirarse en el pensamiento fascista y maniqueo de Carl Schmitt en lo tocante a la dicotomía social amigo/enemigo, y que sobrevive gracias a un desvergonzado populismo y de terror callejero impuestos por los cuerpos policiales y los grupos paramilitares.

Este infame proyecto promueve la formación de un individuo acrítico dispuesto a obedecer y complacer los desaciertos y sueños autoritarios del "nuevo padrecito" de la Patria, nombre que el pueblo ruso le dio al déspota de José Stalin. Esta bufonada pseudo-religiosa descansa en las epopeyas históricas distorsionadas por el líder, y en la exaltación abstracta del heroísmo, del sacrificio, y la disciplina. No ofrece la emancipación económica de los más necesitados, todo lo contrario, exacerba su explotación a través de nuevas formas de relación capital-trabajo (precarización-tercerización laboral) de corte neoliberal y de la destrucción de los sindicatos como instrumentos de lucha de los trabajadores. Esta pantomima con bota y pistola ha permitido el surgimiento de una nueva burguesía corrupta, para-estadal, al amparo de la renta petrolera al mejor estilo de los gobiernos del pasado. Su manoseado nacionalismo ha permitido la entrega de nuestras riquezas petroleras a las empresas transnacionales mediante la constitución de las leoninas empresas mixtas petroleras.

Un verdadero proyecto socialista no puede ser siervo del poder del Estado, ni de un líder, ni de un partido único (PSUV). Partido único que no es otra cosa que la representación política y represiva de un poderoso Estado en el seno de la sociedad venezolana. Esta estafa uniformada ha confiscado la palabra revolución, falsea la historia a su conveniencia y usurpa símbolos e iconos revolucionarios para su beneficio político. Pero además, con el objetivo de encubrir la ausencia de derechos de los más desposeídos promueve un Estado corporativista a fin de crear la ilusión de que todo el pueblo interviene en el seudo-proceso socialista.

Lamentablemente, este travestismo ideológico ha sido avalado por una nutrida ralea de pseudointelectuales y oportunistas de izquierda, que hoy disfrutan las mieles del poder. Farsantes que ahora abominan de sus pasados planteamientos para abrazar con entusiasmo el nuevo credo militarista neoliberal, fórmula en la que se amalgaman infelizmente el despotismo, la represión, la criminalización de la protesta social y la exclusión ideológica. El ocultamiento, celestinaje y la manipulación del desastre que ha representado este falso proyecto de revolucionario, le ha cerrado a la verdadera izquierda venezolana amplios espacios de lucha y la ha hermanado injustamente a este batiburrillo ideológico que no tiene nada en común con un proyecto revolucionario, humanista y emancipador. Es la jauría de abyectos que a cambio de los mendrugos que reciben del bellaco de Miraflores siguen empecinados en ocultar los fracasos del régimen en temas como la inseguridad, la salud, la educación, la corrupción, la violación de los derechos humanos, la exclusión política, la política antilaboral, y más recientemente la pudrición de alimentos por parte de PDVAL, cuya discusión en la Asamblea Nacional fue negada en 12 oportunidades por la mayoría oficialista.

Esta comedia bufa facha interpretada por el tte coronel y sus grupete representan la negación total del planteamiento filosófico marxista. Constituye una nueva falsificación histórica de la utopía del viejo Marx, como muchas otras del siglo pasado.