Walid Makled: El hombre que sabe demasiado
Fuente: Semana.Com
Walid Makled, un narco venezolano capturado por la Policía colombiana, se ha convertido en una obsesión para Estados Unidos y para el Presidente venezolano. ¿Por qué lo busca tanto Hugo Chávez?
El domingo de la semana pasada, pocas horas antes de la cumbre entre los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez en Caracas, el mandatario venezolano, en su rutinaria intervención televisada, afirmó: "Yo he hablado con Santos y me dijo que a Makled lo van a mandar para acá, lo van a extraditar. Para nosotros eso es muy importante". No era la primera vez que el Presidente de Venezuela se refería a Walik Makled. En los últimos dos meses, Chávez y otros altos funcionarios del gobierno bolivariano han insistido en la extradición de un capo cuyo nombre es desconocido para los colombianos, pero pone a temblar a muchos miembros del poder en el vecino país.
Tras una investigación de varios meses, el 18 de agosto, policías de la Dijín capturaron a Makled en Cúcuta. De inmediato, las autoridades de Estados Unidos notificaron el interés en llevárselo a su país, dado que desde hace varios años existe una orden de captura y extradición contra quien es considerado el tercer narcotraficante más buscado del mundo. Es tal su importancia que incluso el propio Barack Obama lo ha mencionado como uno de los mayores traficantes del orbe.
La noticia de su arresto también fue celebrada por el gobierno de Chávez, que desde hace dos años buscaba a Makled. Hoy el capo está en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, y tanto los norteamericanos como los venezolanos están a la espera por saber a cuál de esos países será enviado.
Oficialmente, la justicia estadounidense lo acusa, entre otras cosas, de haber enviado un cargamento de 10 toneladas de coca y de traficar drogas con miembros de las Farc y otros narcos colombianos. Las autoridades venezolanas lo sindican de dirigir una gran organización de narcotráfico y Chávez lo ha tildado de capo de capos en más de una oportunidad. Pero realmente todos quieren a Makled porque, además de ser la pieza clave de toda una mafia, tiene los secretos y las pruebas de la vinculación de integrantes del Estado y altos oficiales del gobierno de su país con el narcotráfico. "Yo he denunciado que les di dinero a 15 generales venezolanos. Me acusan de que cargué un DC-9 con droga desde el aeropuerto Simón Bolívar. Si yo voy preso, deben ir presos por eso mismo el director de la DIM (Dirección de Inteligencia Militar venezolana), general Hugo Carvajal; el general Silva Rangel, jefe de la Disip (Policía política); el general Luis Mota, actual comandante de las Fuerzas Armadas; el general Néstor Reverón, jefe de la ONA (Organización Nacional Antinarcóticos) -dijo Makled la semana pasada en una entrevista con RCN Televisión-. Con lo que yo tengo para contar es suficiente para que Estados Unidos intervenga e invada a Venezuela, como ocurrió con Noriega en Panamá. Hay demasiada corrupción y narcotráfico", agregó.
Esa no fue la primera vez que Makled habló sobre el tema. "Como pruebas de lo que estoy diciendo tengo 'vouchers', números de cuentas donde les he depositado, cuentas a nombre de esposas de ellos, cuentas a nombre de hermanos de ellos. En mis nóminas tenía a ministros, hermanos de ministros, generales, almirantes, contraalmirantes, coroneles y cinco diputados de la Asamblea Nacional, a quienes les regalé un carro último modelo a cada uno", afirmó el pasado 10 de octubre, en otra entrevista con el diario El Nacional, de Venezuela.
El gobierno de Chávez ha negado las sindicaciones de Makled en contra de altos funcionarios y generales argumentando que es una estrategia de defensa del capo.
Durante varios años, el narco fue conocido como un exitoso empresario muy cercano a importantes e influyentes sectores del chavismo. Era considerado uno de los hombres más ricos de Venezuela. Junto con tres hermanos adquirió en 2008 Aeropostal, la aerolínea insignia de Venezuela, que fue nacionalizada. Pero el negocio más lucrativo del conglomerado familiar era la concesión para administrar el puerto marítimo en Puerto Cabello, el segundo más importante de ese país. En 2004, su nombre empezó a aparecer en los informes de las agencias antinarcóticos de Estados Unidos, que lo señalaban, entre otras cosas, de usar el puerto para enviar droga en asocio con narcos colombianos e importantes militares venezolanos, quienes hacían parte de lo que en ese país se conoció como el 'cartel de los soles', en alusión a las insignias de los uniformados. Makled siempre fue muy cercano a esos militares corruptos.
Con el paso del tiempo, los capos colombianos escondidos en Venezuela cada vez fueron menos importantes y claves en el manejo del tráfico de drogas y comenzaron a ser desplazados por otras estructuras internas. "Los narcos colombianos trabajan con los generales venezolanos, los entrenan, y cuando (éstos) ya saben rutas y todo, los entregan y se quedan con todo", dijo Makled la semana pasada en la citada entrevista. De hecho, la DEA lo considera uno de los responsables de la muerte del narco colombiano Wílber Varela en el estado Zulia.
Ese reacomodo de fuerzas del narcotráfico en Venezuela implicó el surgimiento de carteles propios ligados a algunos sectores corruptos del Estado. Es así como Makled comenzó a moverse y tener negocios ya no solo con el 'cartel de los soles', sino que también empezó a vincularse con lo que se conoce como el 'cartel de los comisarios'. Esta es básicamente una estructura conformada por narcos y ex integrantes y miembros activos de la Cicp (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas), entidad que investiga y combate el crimen organizado y orgánicamente depende del Ministerio del Interior de Venezuela.
La existencia de esta estructura es bien conocida en el vecino país, y ya han sido varios los escándalos y las purgas que el ministro del Interior, Tarek El Aissami, ha tenido que lidiar. A mediados de este año el ex director del Cicp, ex comisario Norman Danilo Puerta, fue detenido en Andorra con seis millones de dólares y fue acusado por agentes antinarcóticos de liderar una red que envió varias toneladas de coca hacia Europa. El actual jefe de esa entidad, comisario Wílmer Flores, y el jefe de investigaciones Alexánder Pérez también han resultado salpicados en investigaciones y denuncias de corrupción. Hace pocos meses, en lo que se llamó el caso Cangrejo, 12 comisarios de esa entidad fueron destituidos hace pocos meses y El Aissami anunció una depuración en un intento por controlar una situación que empezó a desbordarse.
Para muchos venezolanos no es desconocido que entre el 'cartel de los soles' y el 'cartel de los comisarios' se desató la lucha por el control de las rutas del narcotráfico. Makled conocía perfectamente a los generales y a los comisarios y quedó en la mitad de esa disputa. Durante un tiempo logró navegar y negociar con relativo éxito con estas dos facciones, pero, como suele ocurrir en el mundo del narcotráfico, nadie puede estar en dos bandos al mismo tiempo. A sangre y fuego, el cartel de los comisarios colonizó territorios importantes, y Makled, al parecer, tomó partido en contra de sus antiguos socios, los generales.
En 2008, una comisión de militares allanó una propiedad de Makled y encontró cientos de kilos de coca. Sus tres hermanos fueron arrestados, acusados de narcotráfico, y el gobierno venezolano libró orden de captura y empezó a perseguirlo. Ser justamente un hombre que sabe demasiado de todo -y todos- lo que tiene que ver con narcotráfico y corrupción en Venezuela es lo que ha convertido a Makled en el hombre más buscado por Chávez. Y su extradición hace parte de la agenda de reconciliación entre los dos países.
La noticia de su arresto también fue celebrada por el gobierno de Chávez, que desde hace dos años buscaba a Makled. Hoy el capo está en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, y tanto los norteamericanos como los venezolanos están a la espera por saber a cuál de esos países será enviado.
Oficialmente, la justicia estadounidense lo acusa, entre otras cosas, de haber enviado un cargamento de 10 toneladas de coca y de traficar drogas con miembros de las Farc y otros narcos colombianos. Las autoridades venezolanas lo sindican de dirigir una gran organización de narcotráfico y Chávez lo ha tildado de capo de capos en más de una oportunidad. Pero realmente todos quieren a Makled porque, además de ser la pieza clave de toda una mafia, tiene los secretos y las pruebas de la vinculación de integrantes del Estado y altos oficiales del gobierno de su país con el narcotráfico. "Yo he denunciado que les di dinero a 15 generales venezolanos. Me acusan de que cargué un DC-9 con droga desde el aeropuerto Simón Bolívar. Si yo voy preso, deben ir presos por eso mismo el director de la DIM (Dirección de Inteligencia Militar venezolana), general Hugo Carvajal; el general Silva Rangel, jefe de la Disip (Policía política); el general Luis Mota, actual comandante de las Fuerzas Armadas; el general Néstor Reverón, jefe de la ONA (Organización Nacional Antinarcóticos) -dijo Makled la semana pasada en una entrevista con RCN Televisión-. Con lo que yo tengo para contar es suficiente para que Estados Unidos intervenga e invada a Venezuela, como ocurrió con Noriega en Panamá. Hay demasiada corrupción y narcotráfico", agregó.
Esa no fue la primera vez que Makled habló sobre el tema. "Como pruebas de lo que estoy diciendo tengo 'vouchers', números de cuentas donde les he depositado, cuentas a nombre de esposas de ellos, cuentas a nombre de hermanos de ellos. En mis nóminas tenía a ministros, hermanos de ministros, generales, almirantes, contraalmirantes, coroneles y cinco diputados de la Asamblea Nacional, a quienes les regalé un carro último modelo a cada uno", afirmó el pasado 10 de octubre, en otra entrevista con el diario El Nacional, de Venezuela.
El gobierno de Chávez ha negado las sindicaciones de Makled en contra de altos funcionarios y generales argumentando que es una estrategia de defensa del capo.
Durante varios años, el narco fue conocido como un exitoso empresario muy cercano a importantes e influyentes sectores del chavismo. Era considerado uno de los hombres más ricos de Venezuela. Junto con tres hermanos adquirió en 2008 Aeropostal, la aerolínea insignia de Venezuela, que fue nacionalizada. Pero el negocio más lucrativo del conglomerado familiar era la concesión para administrar el puerto marítimo en Puerto Cabello, el segundo más importante de ese país. En 2004, su nombre empezó a aparecer en los informes de las agencias antinarcóticos de Estados Unidos, que lo señalaban, entre otras cosas, de usar el puerto para enviar droga en asocio con narcos colombianos e importantes militares venezolanos, quienes hacían parte de lo que en ese país se conoció como el 'cartel de los soles', en alusión a las insignias de los uniformados. Makled siempre fue muy cercano a esos militares corruptos.
Con el paso del tiempo, los capos colombianos escondidos en Venezuela cada vez fueron menos importantes y claves en el manejo del tráfico de drogas y comenzaron a ser desplazados por otras estructuras internas. "Los narcos colombianos trabajan con los generales venezolanos, los entrenan, y cuando (éstos) ya saben rutas y todo, los entregan y se quedan con todo", dijo Makled la semana pasada en la citada entrevista. De hecho, la DEA lo considera uno de los responsables de la muerte del narco colombiano Wílber Varela en el estado Zulia.
Ese reacomodo de fuerzas del narcotráfico en Venezuela implicó el surgimiento de carteles propios ligados a algunos sectores corruptos del Estado. Es así como Makled comenzó a moverse y tener negocios ya no solo con el 'cartel de los soles', sino que también empezó a vincularse con lo que se conoce como el 'cartel de los comisarios'. Esta es básicamente una estructura conformada por narcos y ex integrantes y miembros activos de la Cicp (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas), entidad que investiga y combate el crimen organizado y orgánicamente depende del Ministerio del Interior de Venezuela.
La existencia de esta estructura es bien conocida en el vecino país, y ya han sido varios los escándalos y las purgas que el ministro del Interior, Tarek El Aissami, ha tenido que lidiar. A mediados de este año el ex director del Cicp, ex comisario Norman Danilo Puerta, fue detenido en Andorra con seis millones de dólares y fue acusado por agentes antinarcóticos de liderar una red que envió varias toneladas de coca hacia Europa. El actual jefe de esa entidad, comisario Wílmer Flores, y el jefe de investigaciones Alexánder Pérez también han resultado salpicados en investigaciones y denuncias de corrupción. Hace pocos meses, en lo que se llamó el caso Cangrejo, 12 comisarios de esa entidad fueron destituidos hace pocos meses y El Aissami anunció una depuración en un intento por controlar una situación que empezó a desbordarse.
Para muchos venezolanos no es desconocido que entre el 'cartel de los soles' y el 'cartel de los comisarios' se desató la lucha por el control de las rutas del narcotráfico. Makled conocía perfectamente a los generales y a los comisarios y quedó en la mitad de esa disputa. Durante un tiempo logró navegar y negociar con relativo éxito con estas dos facciones, pero, como suele ocurrir en el mundo del narcotráfico, nadie puede estar en dos bandos al mismo tiempo. A sangre y fuego, el cartel de los comisarios colonizó territorios importantes, y Makled, al parecer, tomó partido en contra de sus antiguos socios, los generales.
En 2008, una comisión de militares allanó una propiedad de Makled y encontró cientos de kilos de coca. Sus tres hermanos fueron arrestados, acusados de narcotráfico, y el gobierno venezolano libró orden de captura y empezó a perseguirlo. Ser justamente un hombre que sabe demasiado de todo -y todos- lo que tiene que ver con narcotráfico y corrupción en Venezuela es lo que ha convertido a Makled en el hombre más buscado por Chávez. Y su extradición hace parte de la agenda de reconciliación entre los dos países.
Etiquetas: Cartel de los Soles, cartel magnates, narcotrafico
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