Chávez Un Zancudo Transmisor de Enfermedades!
¿Será bueno que peleen?
Por: Juan David Escobar Valencia
"Sé que muchos consideran a Batista como un hijo de perra? solamente los intereses americanos son prioritarios? por lo menos era nuestro hijo de perra". William Wieland, asesor del Departamento de Estado de los EE.UU.
Hoy hace 50 años, Christian Herter, Secretario de Estado del gobierno del presidente Eisenhower, rompía oficialmente relaciones diplomáticas y consulares con Cuba luego de una serie de comunicados y acciones cada vez más fuertes entre ambas partes. La semana anterior, el actual gobierno estadounidense le retiró la visa al embajador venezolano Bernardo Álvarez Herrera, como respuesta al rechazo del dictador de la Cuba continental al candidato propuesto por EE.UU. para ser su embajador en Caracas. Aunque no lo diga en público, el embajador Álvarez, un sujeto bastante paranoico y resentido social, como lo constaté en una reunión en Washington hace unos meses, debe estar feliz, pues tiene uno de los trabajos más difíciles de esa ciudad, defender a un dictador.
Lo que todavía nadie sabe es si este incidente es el inicio de un deterioro progresivo de la relación entre EE.UU. y Venezuela o solamente será un impasse que en pocas semanas se resuelva "diplomáticamente" ocasionando que el presidente Obama termine quitándole al presidente Santos a su nuevo mejor amigo.
La política de EE.UU., como la de cualquier otro país, así se les desbarate el discurso a los académicos idealistas, se rige por la búsqueda de la satisfacción y defensa de sus intereses, como lo corrobora la cita con que inicio esta columna, y serán los intereses de ambas partes lo que determine dicha evolución. Obama, que tiene problemas más grandes y serios, en el interior como en el exterior de su país, tal vez no tenga intenciones ni aliento para abrir un frente adicional de batalla, solo diplomático y no militar, para desgracia del dictador venezolano, y Chávez, a quien cualquier enemigo real o imaginario le cae de maravilla para justificarse y justificar sus acciones, no desee llegar más allá de su logorrea tradicional porque su billetera se vería perjudicada.
Sin embargo una profundización de esta situación, aunque con pocas probabilidades, tiene elementos que pueden favorecerla. Desde hace años, Washington intentó darle poca importancia a la situación con Venezuela, en parte porque era una forma de minimizar su error al haber subestimado a Chávez, con el argumento que el gobierno venezolano era una "molestia" y no un problema. Pero en la medida que EE.UU. se vuelve menos dependiente del petróleo venezolano, que era el origen del 14% de sus importaciones de crudo cuando Chávez llegó al poder en 1999 a aproximadamente el 9% actualmente, las acciones del clon de Fidel Castro y particularmente sus alianzas con sus otros mejores amigos no tan "santos", como el gobierno iraní y ruso, con grupos terroristas como Hizbolá, así como el hecho que Venezuela se haya convertido en una de las más grandes plataformas de envío de cocaína hacia ese país, haría que el gobierno estadounidense empiece a considerar, aunque tarde, que el autócrata venezolano no es un zancudo que zumba y no pica sino un transmisor de enfermedades.
Indirectamente para Colombia, un deterioro de las relaciones entre EE.UU. y Venezuela puede significar que se comprenda mejor la posición del anterior gobierno colombiano frente al venezolano, así varios opinadores capitalinos intenten establecer que la culpa de todo no era de Venezuela sino del presidente colombiano, y de la misma manera el actual gobierno sienta una presión que le evite cometer errores como el aplazamiento del convenio sobre las bases aéreas y la extradición a Venezuela del narcotraficante Walid Makled.
Etiquetas: narcotrafico, terrorismo
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