A Juan Manuel Santos la entrega de Makled le puede costar la Presidencia
Fuente: Impacto CNA
EDITORIAL. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia que deja en manos de Juan Manuel Santos la decisión de extraditar a Waled Makled parece inclinarse a favor de Venezuela. No es de dudar que la próxima semana se devele el misterio que ya tiene ribetes de secreto a voces en los alrededores del Palacio De Nariño. La decisión, en el mejor estilo “cachaco” vendrá revestida de abundantes disquisiciones jurídicas que como manto de protección aspiran a darle a Santos salvoconducto de estadista. La tenaz presión que viene ejerciendo Hugo Chávez y sus avanzadas diplomáticas, entre los cuales la petrolera Chevron juega un importante papel, así parecen confirmarlo. Si a esto se suma la indiferencia con la cual el partido Demócrata de Obama ha tratado este asunto y los razonables intereses de fortalecimiento del comercio bilateral, pocas dudas pueden quedar. De añadidura también debe incluirse el estado de laxitud en que se encuentra la ambivalente oposición venezolana empeñada en un debate por unas primarias que la aleja de la controversia sustantiva para los intereses del país.
Santos no puede hacer abstracción que su decisión lo convierte en cómplice de lo que verdaderamente está en juego: la existencia de un régimen comprometido con el narcotráfico y la propia seguridad de Colombia. No puede Santos ignorar que Makled ha reiterado sus denuncias sobre altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Venezuela implicados con el narcotráfico e indiciados por la Fiscalía de la ciudad de Nueva York. Santos, con el mayor desparpajo hizo caso omiso y abandono a la denuncia que Álvaro Uribe formuló contra el régimen autoritario de Chávez ante el Consejo Permanente de la OEA. Santos, en su afán por deslastrarse de la sombra de Álvaro Uribe, se confabula con Chávez para burlarse de los colombianos quienes conocen al detalle de los nexos de éste con las FARC.
Santos sabe, sin lugar a duda alguna, que la opinión pública colombiana le habrá de cobrar políticamente la acción irresponsable de extraditar al “Testigo de Cargo” del narco Estado en que se ha convertido Venezuela. Santos, en fin, sabe que su amistad con Chávez no puede estar por encima de los intereses de Colombia y la verdadera amistad entre dos países hermanos que se cimienta en el respeto a la libertad, la justicia y la democracia y no en inusitados afectos entre ciudadanos que solo son ocasionales representantes de los verdaderos sentimientos de los pueblos de Colombia y Venezuela.
Etiquetas: narcotrafico
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