¿Cuánto nos costará Makled?
Fuente: El Colombiano
Foto: Chávez e Iván Márquez - Criminal de las FARC
El Presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer que extraditará a Venezuela, y no a Estados Unidos, al confeso narcotraficante Walid Makled. Argumentó razones jurídicas y apego a la Constitución, pero desconoció que ha sido desde territorio venezolano, y no pocas veces con ayuda del gobierno de Chávez, que narcos y guerrilleros han violado nuestra Constitución.
El Presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer que extraditará a Venezuela, y no a Estados Unidos, al confeso narcotraficante Walid Makled, porque "Colombia es un país de leyes, con una democracia que tiene una Constitución, unos procedimientos, y nos vamos a acoger a esas normativas".
No habríamos pedido menos, de no ser porque esa Constitución a la que hoy acude Santos para honrar sus compromisos internacionales, es la misma que han violado y seguirán violando flagrantemente desde Venezuela los guerrilleros y los narcotraficantes que allí se esconden. La corresponsabilidad que ahora sirve para validar la decisión sobre Makled no es la misma que se aplica del otro lado de la frontera en el caso de los Iván Márquez, Timochenko, Rodrigo Granda, Grannobles, Antonio Garcíay Pablito.
Las razones jurídicas para la extradición del confeso narcotraficante, aunque válidas, no están por encima de las razones de seguridad nacional que debieron tenerse en cuenta a la hora de tomar semejante decisión. Por si no lo sabía, que es muy probable, Makled no es un narco cualquiera. No sólo dice saber cómo eran las relaciones de altos funcionarios del gobierno venezolano con los carteles de la droga, sino con las propias Farc y, peor aún, cómo en territorio vecino se hicieron reuniones y planearon atentados con la ayuda de grupos terroristas internacionales como Eta y Hezbolá.
¿Habrá olvidado Santos, para entonces Ministro de Defensa, las contundentes pruebas presentadas por Colombia ante el Consejo Permanente de la OEA de los campamentos de la guerrilla en territorio venezolano y los testimonios, no desmentidos, de la estrecha colaboración de funcionarios venezolanos con las Farc? ¿Será que el costo diplomático y político que eso representó para nuestro país se salda ahora con dos o tres acuerdos comerciales con quien, como Chávez, ha demostrado que no le importa "mandarnos al carajo" cuando la situación lo amerite, y en su propio beneficio?
Pueda ser que ahora que el Presidente Santos se encuentra en Estados Unidos logre explicarle satisfactoriamente a Barack Obama en su reunión de hoy lo que a nosotros no nos ha explicado con claridad, no sólo en el caso Makled, sino en muchos otros aspectos que comprometen nuestra seguridad nacional.
Razón tiene el exministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Fernando Ochoa Antich, en advertir que en el caso Makled, "sería vergonzoso para la dignidad de Colombia que su Presidente (Juan Manuel Santos) se convirtiera en un encubridor de hechos delictivos de tanta gravedad, después de demostrar gran coraje para enfrentar a los grupos subversivos. Ahora le corresponde al propio Santos valorar el esfuerzo que hacemos los venezolanos, no Chávez, para evitar que esos mismos grupos destruyan nuestro país".
De ese tamaño es la responsabilidad que deberá asumir Colombia frente a los efectos colaterales del caso Makled, pues mientras Chávez se frota las manos en Venezuela, muchos congresistas y funcionarios en Estados Unidos ya se las llevaron a la cabeza.
Foto: Chávez e Iván Márquez - Criminal de las FARC
El Presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer que extraditará a Venezuela, y no a Estados Unidos, al confeso narcotraficante Walid Makled. Argumentó razones jurídicas y apego a la Constitución, pero desconoció que ha sido desde territorio venezolano, y no pocas veces con ayuda del gobierno de Chávez, que narcos y guerrilleros han violado nuestra Constitución.
El Presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer que extraditará a Venezuela, y no a Estados Unidos, al confeso narcotraficante Walid Makled, porque "Colombia es un país de leyes, con una democracia que tiene una Constitución, unos procedimientos, y nos vamos a acoger a esas normativas".
No habríamos pedido menos, de no ser porque esa Constitución a la que hoy acude Santos para honrar sus compromisos internacionales, es la misma que han violado y seguirán violando flagrantemente desde Venezuela los guerrilleros y los narcotraficantes que allí se esconden. La corresponsabilidad que ahora sirve para validar la decisión sobre Makled no es la misma que se aplica del otro lado de la frontera en el caso de los Iván Márquez, Timochenko, Rodrigo Granda, Grannobles, Antonio Garcíay Pablito.
Las razones jurídicas para la extradición del confeso narcotraficante, aunque válidas, no están por encima de las razones de seguridad nacional que debieron tenerse en cuenta a la hora de tomar semejante decisión. Por si no lo sabía, que es muy probable, Makled no es un narco cualquiera. No sólo dice saber cómo eran las relaciones de altos funcionarios del gobierno venezolano con los carteles de la droga, sino con las propias Farc y, peor aún, cómo en territorio vecino se hicieron reuniones y planearon atentados con la ayuda de grupos terroristas internacionales como Eta y Hezbolá.
¿Habrá olvidado Santos, para entonces Ministro de Defensa, las contundentes pruebas presentadas por Colombia ante el Consejo Permanente de la OEA de los campamentos de la guerrilla en territorio venezolano y los testimonios, no desmentidos, de la estrecha colaboración de funcionarios venezolanos con las Farc? ¿Será que el costo diplomático y político que eso representó para nuestro país se salda ahora con dos o tres acuerdos comerciales con quien, como Chávez, ha demostrado que no le importa "mandarnos al carajo" cuando la situación lo amerite, y en su propio beneficio?
Pueda ser que ahora que el Presidente Santos se encuentra en Estados Unidos logre explicarle satisfactoriamente a Barack Obama en su reunión de hoy lo que a nosotros no nos ha explicado con claridad, no sólo en el caso Makled, sino en muchos otros aspectos que comprometen nuestra seguridad nacional.
Razón tiene el exministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Fernando Ochoa Antich, en advertir que en el caso Makled, "sería vergonzoso para la dignidad de Colombia que su Presidente (Juan Manuel Santos) se convirtiera en un encubridor de hechos delictivos de tanta gravedad, después de demostrar gran coraje para enfrentar a los grupos subversivos. Ahora le corresponde al propio Santos valorar el esfuerzo que hacemos los venezolanos, no Chávez, para evitar que esos mismos grupos destruyan nuestro país".
De ese tamaño es la responsabilidad que deberá asumir Colombia frente a los efectos colaterales del caso Makled, pues mientras Chávez se frota las manos en Venezuela, muchos congresistas y funcionarios en Estados Unidos ya se las llevaron a la cabeza.
Etiquetas: narcoestado
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