Terrorismo: Dos pájaros peligrosos
Por: Raúl E. Tamayo Gaviria
Fuente: El Colombiano
El famoso dibujante y dramaturgo español, don Miguel Mihura, en una de sus caricaturas para La Codorniz , mostraba a un señor con una botella de vidrio que le decía a una dama detrás del mostrador:
- Véndame dos litros de leche de vaca y me los echa en esta botella.
- Señor, en esa botella no le caben dos litros de leche de vaca.
- Entonces, échemelos de leche de cabra.
Aunque las cabras son más pequeñas que las vacas, los litros de su leche no cupieron en la botella, cosas de las medidas de volumen, y a mí tampoco me rendiría el espacio para hablar de dos pájaros de tanta monta como Osama Bin Laden y Joaquín Pérez Becerra, alias Alberto Martínez , el director de Anncol , pero algo cabrá en esta columnita.
Esta semana que pasó se produjeron dos noticias y no se sabe cuál de las dos fue más satisfactoria para la humanidad. Dos terroristas golpeados, uno muerto y arrojado al mar; y otro reducido a la cárcel y extraditado para ser juzgado en Colombia.
La muerte de Osama Bin Laden, tenebroso asesino de tres mil quinientas personas en Nueva York, más la destrucción de las Torres Gemelas y su vecindario, fuera de otros centenares de muertes en otras regiones del mundo.
Cada vez que me voy a subir a un avión y ante la máquina de rayos equis me tengo que quitar la correa, sacar los zapatos, los celulares, las monedas, la chaqueta y pasar las incomodidades de explicar por qué me pita la prótesis de la pierna derecha, me acuerdo de la "tierna madrecita" de Osama y los demás terroristas que nos pusieron en esos aprietos. ¡Cobardes asesinos a mansalva!
La detención y posterior entrega a las autoridades colombianas por el gobierno venezolano del director de Anncol , fuente de noticias calumniosas y difusora de consignas y arengas guerrilleras, es el golpe más rotundo a las comunicaciones narcoterroristas de las Farc, que tanto desastre han hecho en Colombia.
Cuentan que unos soldados franceses tomaron prisionero a un soldado ruso en el campo de batalla y se lo llevaron a Napoleón Bonaparte. "¿Qué armamento tenía?" Preguntó el emperador. "Ningún arma tenía mi general, solo tenía esta corneta". "Pues fusílenlo, esta es la peor, pues con su corneta incita a los otros en contra nuestra".
Este guerrillero del micrófono y las pantallas virtuales, Joaquín Pérez Becerra, alias Alberto Martínez , fue protegido inexplicablemente por un país civilizado como Suecia, donde se adjudican los Premios Nobel. Allí le dieron hospitalidad, educación, ciudadanía y dinero para que nos atacara desde medios cibernéticos a todos los colombianos de bien, pero especialmente al presidente Uribe y a todos los que consideraba sus amigos o amigos de su gobierno.
Estas dos noticias fueron un alivio para Colombia y el mundo. No nos alegramos con la muerte del jefe de asesinos de Al Qaeda, pero sí reconforta saber que los terroristas tienen un líder menos y que los malos tienen su castigo. Y la entrega de alias Alberto Martínez , por parte del gobierno de Chávez, es también un motivo de esperanza, pues nos atrevemos a pensar que la amistad del "nuevo mejor amigo" empieza a producir efectos y podemos esperar que también nos entreguen a Iván Márquez,a Timoleón, y a los otros narcoguerrillos que están en Venezuela.
ÑAPA: Felicitaciones al grupo de inteligencia que alertó a nuestro gobierno sobre el embarco del guerrillero virtual en Alemania, para poder reclamarlo al gobierno venezolano. Esta también es una prueba de que los narcoterroristas llegaban a Venezuela como a su casa.
Etiquetas: terrorismo
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