¿Y los cómplices de Makled?
Makled podría implicar a personajes no necesariamente vinculados con el chavismo
Fuente: EL UNIVERSAL
Aun en manos del gobierno Walid Makled es una papa caliente que pondrá a prueba una justicia tutelada y al servicio de los intereses políticos del chavismo. Es obvio que en su condición de reo de un régimen del cual formó parte como empresario favorecido, se desdiga de todas las acusaciones que desde Colombia hizo contra altos oficiales de las Fuerzas Armadas y pueda, así, suavizar una condena segura.
Chivo expiatorio a quien se le atribuye ahora todo tipo de delitos, Makled se convertirá en un delincuente que actuó en solitario para dirigir, presuntamente, una red de narcotráfico que comenzaba en los sembradíos de coca de algún paraje selvático colombiano y terminaba con la venta, al detal, en alguna calle de Nueva York o de Los Ángeles.
Seguramente ocurra lo mismo con otras imputaciones y a lo sumo serán involucrados unos cuantos segundones, amén de algún general retirado ya caído en desgracia. Pero todo indica que la macolla y las ramificaciones que necesariamente conducen a ella, a través de evidencias bien concretas como la concesión de la úrea a Makled y el control que ejercía sobre el puerto de Puerto Cabello, va a permanecer intocado y casi con total seguridad la impunidad estará garantizada para algunos que son tan o más culpables que él.
Eso lo llevará a modificar su explosiva versión original, suministrada a medios de comunicación colombianos y de Estados Unidos y ratificada a los agentes de la DEA que lo entrevistaron en Bogotá. En su caso, con la única finalidad de suavizar la condena y en del gobierno para darle consistencia a una historia que no resulte tan insólita como para castigar a un solo protagonista principal y a algunos actores de reparto. Así, habría nuevas revelaciones que involucrarían a personajes no vinculados con el chavismo y nunca antes mencionados por Makled.
El problema está en que la maniobra resulta tan grotesca que el juicio, a menos que se produzca un cambio radical en la manera de obrar por parte del poder, se va a convertir en una farsa de la cual estará consciente hasta el menos avisado. Quizás ahora las consecuencias políticas sean menos catastróficas que si se hubiera adelantado en Estados Unidos, pero si alguien cree que le puede sacar provecho político al caso con una "sanción ejemplar", debe saber que la única manera de lograrlo es haciendo justicia de verdad y eso implica la caída (metafóricamente) de unas cuantas cabezas. Así, de la forma como se le mire, Makled es una papa caliente que el gobierno asumió, pagando barato, (la entrega del faraco Becerra a Santos) para controlar pérdidas inevitables.
rgiusti@eluniversal.com
Etiquetas: narcoestado
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