Teoría de la conspiración
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Fuente: El Tiempo (Ven)
El paso subsiguiente de nuestra ultranacionalista política exterior debe ser el rompimiento y quedarnos con la sola amistad de Bielorrusia, Corea del Norte, Libia y Zimbawe.
Mi política de defensa de este régimen, en realidad de cualquier gobierno regional o municipal por el hecho de serlo, casi llegó al extremo de justificar la posición crítica de nuestra gloriosa cancillería, en cuanto a la operación de los gringos que puso fin a las andanzas del “compañero de viaje”, “hermano del alma”, Osama Bin Laden. Pero tal actitud iría en contra de una convicción que tengo desde hace algunos años y hoy revelaré.
Fíjense que hice un esfuerzo por buscar argumentos que sustenten la posición antiimperialista de la oficina de propaganda dirigida por Nicolás Maduro. Los argumentos fueron impecables: Bin Laden murió desarmado, aunque el simpático Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, afirme que “se puede oponer resistencia sin estar armado”. Además, las fuerzas especiales hirieron a una de las esposas del mártir árabe (lo de víctima es por el número de esposas no porque lo hayan eliminado). Y qué no decir del entierro en el mar sin las tres sábanas limpias, sin esperar las 24 horas y antes de la puesta del sol. ¡Qué maltrato con el pobre cadáver!
Lo primero que se me ocurrió fue destacar la originalidad, rayada en extravagancia, del despacho venezolano. Es así, fuimos el único país del mundo que cuestionó “la barbaridad y la ilegalidad de los métodos utilizados por el gobierno de Estados Unidos para neutralizarlo”. Un mérito inmenso, me refiero a la particular respuesta criolla, tomando en consideración que Colombia, Chile, Guatemala, Panamá y Perú, países cipayos del Imperio, felicitaron a Barack por el gran éxito obtenido.
Pero la posición de nuestros tradicionales aliados no ayuda. Que Santos se les guinde a los del Norte es una costumbre, inclusive justificable, pero es algo inaceptable que el gobierno uruguayo dirigido por exguerrilleros deplore los crímenes de Al Qaeda; o que Cristina I de Argentina manifieste solidaridad con las víctimas de Osama; e, inclusive, que Correa salga con eso de que “el que mata a espada a espada muere”. ¡Qué vergüenza! Hasta Cuba, Bolivia y Nicaragua callaron. El paso subsiguiente de nuestra ultranacionalista política exterior debe ser el rompimiento y quedarnos con la sola amistad de Bielorrusia, Corea del Norte, Libia y Zimbawe.
A pesar de estos contundentes argumentos, no puedo esta vez defender a Chávez porque él y los suyos no han sido consecuentes con nuestro propio discurso antiimperialista. Amigos míos, nunca hemos debido denunciar el asesinato de Osama Bin Laden por una sencilla razón: Estados Unidos no lo mató. Lo que sí hicieron fue un show mediático en el peor momento de Obama pasa subir su popularidad. Y que un régimen como el de los rojos rojitos, especializado en este tipo de montajes para desviar la atención de cualquier asunto que resulte incómodo o bochornoso, no se haya percatado de la jugada, no tiene perdón de Dios o de Alá.
Quiero ir todavía más lejos. No solo no mataron a Osama. Es que es imposible que lo maten por la sencilla razón de que ese hombre, el más buscado, el más admirado terrorista internacional (y que el Chacal perdone esta afirmación), nunca existió. Él fue una invención, el producto de la conspiración jamás soñada. Bin Laden fue creado para justificar la invasión de EE UU a Irak y derrocar a Sadam Hussein.
Los autores intelectuales fueron los dos Bush. Ellos planificaron y ejecutaron el atentado de las Torres Gemelas para, además de solidificar el poder de Georgy, tal como lo hizo Obama hoy, ponerle la mano a la producción petrolera iraquí, subir los precios y potenciar la riqueza de sus inversiones petroleras.
No crean en cuentos de camino. Los gringos nunca llegaron a la Luna, Lina Ron está viva y el próximo atentado contra la embajada americana en Venezuela lo preparan ellos mismos para invadirnos. Después no digan que no se los dije. Finalmente, quiero responsabilizar a la CIA de cualquier cosa que me pase; inclusive, si no me alcanza el aumento de 40% de nada que nos hicieron a los profesores.
Etiquetas: terrorismo
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