Terrorismo: Entre “hermanos”

Por: Sadio Garavini di Turno
Fuente: Venezuela Analítica

Chávez ha definido como “hermanos” a varios líderes mundiales., entre los cuales hay personajes “peculiares” como Gadafy, Assad, Lukashenko, Mugabe y Ahmadinejad. Sin embargo entre sus “hermanos” más “cercanos” están, por razones geográficas, culturales e ideológicas, Evo Morales y Cristina Kirshner.

El fiscal especial argentino, que investiga el atentado terrorista contra la asociación judía AMIA de Buenos Aires, que en 1994 provocó la muerte de 85 personas, incluyendo ancianos, mujeres y niños, ha acusado formalmente al gobierno de Irán por el ataque. La fiscalía argentina afirma tener las pruebas de que el atentado fue decidido, en agosto de 1993, por las más altas autoridades del gobierno iraní y pidió la captura internacional de cinco ex altos funcionarios y diplomáticos iranianos, entre ellos el presidente de la república, para ese entonces, Alí Akbar Rafsanjani y el actual Ministro de la Defensa, Ahmad Vahidi, de quienes Argentina reclama la extradición.

Vahidi fue uno de los invitados de honor del gobierno de Morales para asistir esta semana al 59 aniversario de la Fuerza Aérea Boliviana en Santa Cruz. Frente al malestar que provocó en el gobierno argentino la invitación a Vahidi, el gobierno boliviano prácticamente expulsó al ministro iraní y el Canciller Choquehuanca le envió una carta de disculpas al Canciller argentino Jacobo Timerman, miembro de la numerosa comunidad judía argentina. Vahidi además fue comandante de una unidad de elite de la Guardia Revolucionaria de Irán, conocida como la Fuerza Quds y es considerado como “el cerebro” del atentado.

Es imposible minimizar la extrema gravedad del atentado a la AMIA. Un gobierno de un Estado miembro de la ONU planificó un acto terrorista en un Estado amigo. No hay duda de que se trató de un acto terrorista, en efecto para que un acto de violencia pueda ser definido como terrorista debe ser planificadamente indiscriminado. Hay terrorismo cuando el objetivo evidente de la violencia es la muerte de civiles inocentes. No hay terrorismo, “stricto sensu”, cuando, por ejemplo, en un ataque a un cuartel militar, como “daño colateral”, se producen víctimas civiles no planificadas. En este caso, no funcionaría el dicho que el hermano de mi hermano es mi hermano, porque Chávez es “hermano” de todos los mencionados y para colmo, precisamente en esta semana, por venderle gasolina al hermano Ahmadinejad, violando las sanciones de la ONU en contra de Irán, los EEUU le han impuesto unas sanciones, básicamente simbólicas, a la compañía petrolera estatal PDVSA. Chávez reaccionó, como era de esperarse, “armando” una alharaca en defensa de la soberanía nacional frente a la agresión imperialista. Se le olvidó mencionar no sólo que la acción norteamericana se basaba en las sanciones de la ONU, aprobadas por los también “hermanos” Medvedev y Hu Jintao, sino que entre los sancionados estaban también empresas de Israel, Emiratos Árabes Unidos y Singapur, aliados incondicionales de los EEUU.

Las sanciones de la ONU se deben a que Irán, en contra de los compromisos adquiridos en el Tratado de No Proliferación Nuclear y en contra de la opinión de todos los Estados miembros de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), salvo Cuba, Siria y Venezuela, está avanzando en el desarrollo de tecnología nuclear que, como han demostrado los inspectores de la AIEA, sólo tiene sentido si se quiere obtener el arma atómica. En fin, todo queda “entre hermanos”.

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