Terrorismo: Bolivarianos crean escuela similar a la que repudiaban
Con la sugestiva presencia del ministro de Defensa de Irán, el presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró recientemente la Escuela de Defensa y Seguridad de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). El iraní anunció que su gobierno está dispuesto a ofrecer “todo tipo de cooperación militar” a Bolivia. Así como está concebida, esta nueva escuela tiene la misma finalidad política que la que tuvo la Escuela de las Américas durante la Guerra Fría, aunque en estos momentos Latinoamérica no está expuesta a ninguna amenaza militar. ¿Tienen Hugo Chávez y sus aliados del ALBA la intención de subvertir la pacífica convivencia de las naciones suramericanas apuntando el retorno de un ciclo de nuevas dictaduras, apuntaladas siempre con bayonetas militares?
Fuente: ABC Digital - Paraguay
Con la sugestiva presencia del ministro de Defensa de Irán, general Ahmad Vahidi, el presidente Evo Morales inauguró recientemente en el municipio de Warnes, localidad situada en el Oriente boliviano, a 50 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, la Escuela de Defensa y Seguridad de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). En la ocasión, la ministra de Defensa de Bolivia, María Cecilia Chacón, afirmó que la escuela capacitará personal civil y militar “con vocación integracionista, orientado a satisfacer necesidades comunes, mantener la soberanía y contribuir al desarrollo de los países para el bienestar de sus pueblos”. En tono enigmático, dijo también que la escuela “convertirá a Bolivia en un Estado bisagra para la región”.
Como de costumbre, el presidente Evo Morales aprovechó la oportunidad para insistir en su manida cantinela de la vocación “pacifista” de Bolivia y de los países del ALBA “que han decidido vivir en paz porque todo conflicto armado favorece solo a los más poderosos”.
Por su parte, el ministro de Defensa iraní, al ser consultado, para que se sepa bien el espíritu del acto, respondió que el Gobierno de su país está dispuesto a ofrecer “todo tipo de cooperación” militar a Bolivia si el gobierno del presidente Evo Morales lo solicita. Tal vez lo dijo para que lo escuchen los paraguayos. O los chilenos.
Dos hechos llamaron la atención de los observadores. El primero, la inexplicada presencia en el evento del ministro de Defensa de Irán, un país extracontinental a 13.500 km de distancia de Bolivia, regido por un gobierno autocrático violador de los derechos humanos e ideológicamente contrario a los valores de la democracia, si bien con vínculos políticos y comerciales –ahora también militares– con los gobiernos dictatoriales de Hugo Chávez y de su ocasional anfitrión, Evo Morales. De hecho, el presidente de ese país, Mahmoud Ahmadinejad, es desde hace algún tiempo amigo cercano, tanto del presidente venezolano como del boliviano.
El segundo hecho llamativo ha sido la coincidencia de que, siendo este un emprendimiento del grupo de países que integran el ALBA –que nada tiene que ver con la Unasur–, su inauguración se produzca poco después de haber entrado en plena vigencia el tratado constitutivo de la flamante organización suramericana, que por cierto incluye a Venezuela y Bolivia, países integrantes del ALBA, junto con Ecuador, Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas. Con este hecho, la Alianza liderada por Hugo Chávez ha querido adelantarse a cualquier iniciativa similar de Unasur con relación a la sensible cuestión de la seguridad y la defensa de los países del continente suramericano en su conjunto.
La jugada geoestratégica del dictador venezolano apunta a que, llegado el momento de que la Unasur decida eventualmente prescindir del Colegio Interamericano de Defensa, que funciona en Washington bajo la autoridad de la OEA, como centro de capacitación político-militar, reemplazándolo con uno propio, el dictador caribeño salte y diga que no hay necesidad de establecer uno nuevo, pues para eso ya está la Escuela de Defensa del ALBA instalada en Bolivia.
La elección de Bolivia como sede de esta escuela bolivariana de defensa y seguridad no es, en modo alguno, casual. Dentro del contexto geopolítico regional, el país del Altiplano constituye la punta de lanza del bloque ALBA, o la “bisagra” a que hizo alusión la ministra de Defensa boliviana, sobre la cual podría oscilar el bloque de naciones componentes del ALBA para impregnar el Cono Sur con la primitiva ideología totalitaria del bolivarianismo chavo-marxista, del mismo modo que lo intentara el dictador Fidel Castro en la década de 1960.
Así como está concebida, la Escuela de Defensa y Seguridad de los países del ALBA tiene la misma finalidad política que la que tuvo la Escuela de las Américas durante la Guerra Fría, aunque en estos momentos Latinoamérica no está expuesta a ninguna amenaza militar –intrarregional o extrarregional– que pueda poner en peligro la seguridad de los países del hemisferio. ¿Qué peligro inminente acecha al continente americano en estos tiempos? ¿O es que Hugo Chávez y sus aliados del ALBA tienen la intención de subvertir la pacífica convivencia de las naciones suramericanas apuntando el retorno de un ciclo de nuevas dictaduras, apuntaladas siempre con bayonetas militares, pero ahora para imponer el populismo demagógico marxista que el gorila venezolano representa?
Sean cuales fueran las metas políticas y económicas que Hugo Chávez y sus aliados de ALBA se proponen con relación a los Estados Unidos y el resto de los países de América Latina y el Caribe, lo que verdaderamente aumenta la preocupación es la creciente sospechosa injerencia de Irán en la región, habida cuenta de que el teocrático régimen de ese país apoya abiertamente, no solo la confrontación ideológica y militar con Occidente, sino que promociona y financia el terrorismo en diversas regiones del mundo, como en el caso del cruel atentado contra la sede de la AMIA en Argentina, y ni qué decir en su propio ámbito del Medio Oriente.
En ese sentido, basta señalar que la organización terrorista Hezbollah que opera en la región es el comando frontal de las Guardias Revolucionarias de Irán, la fuerza de defensa de ese país petrolero. Debe entenderse, entonces, que la presencia del ministro de Defensa de ese país en la ceremonia de inauguración de la Escuela Bolivariana de Defensa del ALBA en Bolivia fue intencional de punta a punta. Dada la estrecha vinculación política y la afinidad ideológica extremista que comparten tanto Hugo Chávez como Evo Morales con el régimen iraní, no hay que descartar la posibilidad de que la Escuela Bolivariana de Defensa y Seguridad inaugurada en Bolivia venga a convertirse en un centro de concienciación y capacitación del terrorismo internacional; la mayor amenaza que enfrenta actualmente el mundo.
Habiendo cambiado sustancialmente la naturaleza de los requisitos de defensa en los años recientes, la necesidad de garantizar adecuadamente la seguridad regional permanece en pie. A diferencia de antaño, los países de la región ya no esperan que los Estados Unidos asuma el papel de líder en definir los objetivos, la estrategia y las políticas para hacer frente a la nueva constelación de desafíos y oportunidades que interesan a la región.
Por tales razones, es difícil pensar que la escuela de defensa y seguridad del ALBA establecida en Bolivia por iniciativa del presidente Hugo Chávez sirva para convertir a este país en “bisagra” para diseminar sobre el Cono Sur los beneficios de la democracia, la seguridad y la prosperidad. Más bien, lamentablemente, es de esperar todo lo contrario.
Etiquetas: nuclear, terrorismo
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