Fracaso del sistema de salud pública en Venezuela
Por: José Rafael López Padrino
Barrrio Adentro Un Rotundo Fracaso |
Las deficiencias y el
deterioro del sistema de salud pública en nuestro país es algo de vieja data.
Sin embargo, a partir del año 2003 se intensificó el proceso de descomposición
de la asistencia médica pública como consecuencia de una concepción errada en
el manejo de las políticas sanitarias y asistenciales por parte del régimen del
inquilino de Miraflores. El proyecto socialfascista del tte coronel ha
pretendido reemplazar, en forma improvisada y bajo una perspectiva hegemónica,
el sistema existente de salud pública por otro sistema de salud paralelo,
referido como "Misión Barrio Adentro". Hay que enfatizar que a pesar
de todas las deficiencias e irregularidades del sistema sanitario convencional
del país, el mismo dispone de una infraestructura hospitalaria y asistencial
importante, hoy mayormente abandonadas, así como del apoyo de un personal
médico debidamente acreditado, el cual ha sido sometido al escarnio público por
parte de las autoridades del gobierno nacional.
El programa Barrio Adentro
surge como producto del Convenio Integral de Cooperación firmado entre Freddy
Bernal (entonces Alcalde del municipio Libertador) y la República de Cuba
(2003). Poco tiempo después, el tte coronel lo transforma en una Misión de
carácter nacional como estrategia política para superar su debilidad electoral
de cara al referéndum revocatorio del 15-8-2004. Esta misión fue concebida bajo
tres modalidades: 1) Barrio Adentro I (2003) orientada a consolidación de una
red de atención primaria; 2) Barrio Adentro II (2004) dirigido a la
construcción de centros asistenciales (Centros de Diagnóstico Integral, y
Médicos de Alta Tecnología, Salas de Rehabilitación y una red de Clínicas
Populares) y 3) Barrio Adentro III (2005) destinada a la recuperación y
modernización de los hospitales existentes y la construcción de nuevos centros
asistenciales en el país.
Barrio Adentro ha sido y
sigue siendo uno de las misiones banderas del régimen. Sin embargo ha sido más
un instrumento de propaganda política-electoral, que una verdadera alternativa
para mejorar la salud del venezolano. Como sistema de salud se convirtió en
algo muy atractivo, pues contemplaba la creación de una estructura prestadora
de salud destinada a los sectores populares. No obstante el tiempo demostró que
tal sistema se encaminaba más para asentar las bases de un proyecto de
hegemonía política, en lugar de mejorar las condiciones médico-sanitarias de
los habitantes de esas zonas marginales. Barrio Adentro en poco tiempo se
transformó en un instrumento legitimador del proyecto político-ideológico del
caporal de Miraflores.
La implementación de esta
misión ha representado para el Estado venezolano una inversión superior a los
18 mil millones de dólares, la construcción de Micromódulos de Atención
Primaria, de Centros de Diagnóstico Integral y de Centros de Alta Tecnología,
así como la contratación de alrededor de 26.600 colaboradores cubanos, entre
ellos 13.800 médicos según las autoridades sanitarias venezolanas, y cuya
certificación académica-profesional sigue siendo un total misterio.
Con la puesta en marcha de
la misión Barrio Adentro se asfixió la red convencional de salud (ambulatorios
y hospitales existentes), y se modificó la estructura organizativa y funcional
del Ministerio para el Poder Popular para la Salud. Entre otras muchas reformas
han sido eliminados Divisiones
importantes (División de Malariología y Saneamiento Ambiental), así como
el desmantelamiento operativo de divisiones como la de Endemias Rurales,
Enfermedades Crónicas, Diabetes, Enfermedades de Transmisión Sexual, etc.
Además, se han abandonado las campañas de Control de Vectores, de Alimentos, de Aguas y Disposición de
Excretas, de Fumigaciones Preventivas entre muchas otras.
A pesar de las importantes
inversiones que ha hecho el gobierno nacional en la misión Barrio Adentro,
alrededor del 4% del Producto Interno Bruto, nada se conoce sobre la eficacia y
efectividad de dicho programa. Solo conocemos resultados administrativos de
dudosa credibilidad, como: número de consultas, de exámenes de laboratorio, y
de radiografías realizadas, toneladas de medicamentos repartidos, pero NO se
divulgan los índices de salud (Secreto de Estado), parámetros que si permiten
evaluar nuestra realidad sanitaria. Lo que lastimosamente SI sabemos, es que
más de 2.000 de esos micromódulos (70%) han sido abandonados, por falta de
personal médico y de recursos adecuados (Barrio Adentro I), que el número de
centros de Diagnóstico Integral, Centros Médicos de Alta Tecnología, Salas de
Rehabilitación y una red de Clínicas Populares solo alcanza el 35% de las metas
previstas (Barrio Adentro II). Que se ha construido un solo hospital nuevo
(Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa,
2006) y que muchos centros asistenciales sufren “remodelaciones eternas“, que
nunca culminan y cuyos costos son cada día mayores. Ejemplos de esta tragedia
son los casos de los hospitales Vargas, Pérez de León, JM de los Ríos, Pérez
Carreño, por solo mencionar algunos de la zona metropolitana de Caracas (Barrio
Adentro III).
Lejos de reconocer el
rotundo fracaso de las políticas asistenciales del socialfascismo, el régimen
sigue mintiendo, maquillando la verdad gracias a la complicidad y felonía de
ministros genuflexos encargados de la salud pública quienes convalidan las
falacias del comandante-presidente en materia de salud.
Etiquetas: medicina y salud
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