Henrique Capriles El infame (Escrito con indignación)
Por: Alberto Franceschi
He leído con estupor las declaraciones de Henrique Capriles según las cuales María Corina Machado y Leopoldo López serían algo así como responsables de una gran frustración por proponer e impulsar lo que se llamó “La salida”, asociada según Capriles, a las manifestaciones insurreccionales que han proliferado en el país desde el 5 de febrero cuando se iniciaron en el Táchira.
Tengo diferencias políticas notorias con María Corina y Leopoldo sobre su propuesta de orientar las luchas a la exigencia de convocatorias a elecciones anticipadas, referéndums, constituyente o la ilusoria petición de renuncia del idiota Maduro a la presidencia espuria. Pero resulta que el enfoque del señor Capriles es deleznable porque la acusación de que estos dos líderes llevaron el país y a la oposición a un clima de fracaso, violencia e impasse, es propio de un sapo, de un soplón, de un esbirro del régimen títere cubano, que si está en el poder es porque él, Capriles, se cagó el 17 de abril de 2013.
Capriles ni menciona el hecho de hacer responsable a su régimen de arrinconar a la oposición insurreccionada en las calles con el uso de un colosal aparato militar represivo y criminal.
Capriles asume la infamia, que María Corina y Leopoldo y no su régimen madurista, al que sirve como una gallina clueca, son los que con sus desmanes facistas y de Gestapo, produjeron el estancamiento de las luchas, más aun cuando todos podemos constatar que fue la MUD, bajo su estricta dirección caprilera cabrona de este gobierno, quienes montaron el show internacional de la negociación traidora y el diálogo de farsantes con el régimen para desmontar las luchas traicionándolas arteramente.
Un pollo tendría más cerebro para juzgar que mal puede acusarse a los dos líderes de “La Salida” cuya política de ilusiones electorales no comparto, pero que en absoluto puede hacérseles responsable de lo que a todas luces se produjo por la mezcla infernal de la escalada represiva brutal que fue combinada con la negociación de Miraflores donde quedó plasmado que este régimen títeres de los castristas cubanos es también un régimen de la MUD y de Capriles, que ejerce de piache de esa oposición cabrona.
A Capriles se le olvida el pequeño detalle que hace 5 meses Leopoldo López es un preso político a quien, aunque vehementemente le advertimos sobre el disparate de entregársele a Diosdado Cabello, jamás podríamos atacarle y menos desde las tribunas mediáticas que usa generosamente Capriles, sabiendo sobre todo que Leopoldo no puede defenderse en las mismas.
Esto hace de Capriles un sujeto ruin capaz de apuñalear por la espalda a quien tanto le ayudó a encumbrarse en el sifrinaje dirigente de la MUD.
El mismo criterio vale para María Corina aunque no esté presa, pero ella es una dirigente político de primer nivel para muchos venezolanos que ven con esperanza su liderazgo de misión y orientación, por lo que es perseguida con ensañamiento por el régimen, que le despojó ilegalmente de su curul parlamentaria y la calumnia diariamente.
Lo nuevo es que Capriles ahora se suma a esta campaña de calumnias responsabilizándola junto a Leopoldo por el clima insurreccional que entorpece los sueños gallinas de Capriles de postularse para presidente de nuevo en el 2019 como ya pactó con el régimen cubano.
La mayor desgracia que constato, además de nuestra imposibilidad transitoria para derrocar este régimen títere en la actual situación política, es que un liderazgo de alguien tan banal, insustancial, sinuoso, oportunista y ahora canalla, como el del idiota Capriles, ahora nos resulte también soplón por pura mezquindad contra Leopoldo y María Corina, llamados a tener felizmente mucho mayor representatividad que este fracasado siempre dispuesto a huir y chorrearse.
Repito, no comparto las posiciones políticas de María Corina y Leopoldo, porque no van a lo sustancial en su orientación declarativa, que para mí está en proponer abierta y públicamente el derrocamiento de esta dictadura y la constitución de una Junta Cívico-Militar, como gobierno transitorio, lo cual pasa por la defensa incondicional de la insurrección nacional, que Capriles condena y frente a la cual Leopoldo y María Corina asumen posiciones ambiguas.
Pero en algo estoy muy de acuerdo con los agredidos: Capriles es un infame y mientras tenga vida se lo recordaré a los venezolanos de memoria tan corta.
Etiquetas: colaboracionismo
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