Empresario chavista se incorpora a canal de televisión en Miami
Fuente: El Nuevo Herald
Nuevo director y vicepresidente del canal tiene un agitado pasado de escándalos en Perú y Venezuela
Julio Augusto López Enríquez fue investigado en Perú por pagos a la primera dama Nadine Heredia
El empresario peruano-venezolano se codeó con integrantes de la máxima cúpula del chavismo
El empresario peruano-venezolano Julio Augusto López Enríquez (der) con el presidente peruano Ollanta Humala, en una foto sin fechar publicada por el sitio utero.pe en mayo del 2009. Cortesía Perú21
Julio Augusto López Enríquez, un empresario cercano al chavismo que se vio involucrado en un escándalo en Perú, funge como alto ejecutivo de la corporación que compró a Mira TV, canal de televisión de Miami con sede en La Pequeña Habana y con una larga tradición anticastrista.
López Enríquez -quien fue investigado en Perú por pagar decenas de miles de dólares por servicios de consultoría a la primera dama Nadine Heredia- ejerce el cargo de vicepresidente y director de Anzoategui TV Corp, compañía que en abril concretó la compra de Mira TV por $2,075,000.
López Enríquez operó medios de comunicación en Venezuela y era conocido en el país sudamericano como un empresario amigo del gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez y de algunos de sus más polémicos lugartenientes, incluyendo al general retirado Cliver Alcalá quien fue incluido en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por suministrarle armamentos a la guerrilla colombiana.
Pero a pesar de ser el vicepresidente de Anzoategui TV, López Enríquez no es accionista de la empresa, afirmó su cuñado y nuevo presidente de Mira TV, Alfredo Ducharne.
El empresario venezolano Alfredo Ducharne, nuevo dueño de Mira TV de Miami, da a conocer los planes de la emisora y la participación de su cuñado, Julio Augusto López Enríquez, conocido por sus vínculos con el chavismo y su involucramiento en un escándalo Roberto Koltun rkoltun@elnuevoherald.com
Las acciones del canal están repartidas entre Ducharme, su esposa y sus dos hijos. López Enríquez se unió al proyecto por sus conocimientos técnicos y su experiencia en el campo de la televisión y porque es parte de la familia, dijo el empresario venezolano en una entrevista.
El canal hispano de Miami, conocido previamente como Telemiami, es uno de los más antiguos de la ciudad y con una programación dirigida a la audiencia cubana, que abrió sus puertas hace más de 35 años.
El canal, sin embargo, entró en problemas tras iniciar sin éxito una operación en sociedad con CNN en Español, y fue vendido el mes pasado en una licitación forzada por incumplimiento de deudas.
Ducharne enfatizó que no habrá cambió en la línea editorial del canal ahora que pasó a manos de un grupo venezolano, y rechazó cualquier sugerencia de que la incorporación de López Enríquez produzca un vuelco radical en su contenido.
Julio Augusto López Enríquez |
“Nosotros respetamos su ideología. No compartimos muchas cosas que él piensa que están bien. Pero más que todo la relación que tenemos con él es la relación de un familiar, una relación de trabajo, y una relación de respeto mutuo”, dijo Ducharne.
López Enriquez, por su parte, dice que no puede ser considerado como un empresario chavista.
El hombre de negocios peruano-venezolano no suele dar entrevistas a los medios de comunicación, pero en breves comentarios para el Nuevo Herald reiteró que ese tipo de calificativos le causan gracia.
“A mi me da risa que me citen como un empresario chavista. Yo creo que los empresarios no tienen color político. En el momento en que sí lo tuvieron, tuvimos los problemas en Venezuela, cuando hubo los problemas del 2002”, cuando Chávez se separó brevemente del poder y fue reemplazado por horas por el empresario Pedro Carmona, dijo López Enriquez, quien es dueño de un canal de televisión en California.
“Los políticos son políticos y los empresarios deben ser empresarios. Tú no debes mezclar una cosa con la otra”, reiteró López Enríquez, quien también asegura ser amigo de altos dirigentes de la oposición.
López Enríquez irrumpió en el escenario público venezolano a finales de la década pasada tras la compra de dos periódicos de ese país, El Diario de Caracas y el Daily Journal, que posteriormente se distanciaron de la línea editorial independiente con que eran conocidos.
Pero fue en Perú donde el nombre del empresario salió a relucir, luego de que investigaciones periodísticas revelaran que utilizaba al Daily Journal y su compañía de televisión por cable, Operadora Cable Canal de Noticias (CN), para enviar $8,000 mensuales a la primera dama de Perú cuando su esposo, Ollanta Humala, se perfilaba como un potencial candidato presidencial con inclinaciones de izquierda.
El caso por supuesto lavado de activos llamó la atención de la prensa ante la sospecha de que el régimen venezolano estaba utilizando al Daily Journal y a CN para financiar por debajo de la mesa la campaña de Humala. Los pagos terminaron sumando más de $200,000 por servicios de asesoría que incluían la “redacción de noticias y fomento de interrelaciones institucionales”.
López Enríquez, sin embargo, sostiene que los pagos fueron realizados para remunerar a Heredia por su valiosa asesoría en posicionamiento de marcas.
El caso, que terminó siendo descartado por la fiscalía en Perú luego que las autoridades venezolanas se rehusaran a colaborar, no fue el único en que el nombre del empresario peruano-venezolano se viera involucrado en controversia.
En el 2010, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma presentó una denuncia ante el Ministerio Público por irregularidades vinculadas con un decreto emitido por su predecesor, Juan Barreto, que adjudicaba un contrato de 2,154 millones de bolívares [equivalentes a $8 millones] a la Operadora CN para modernizar los sistemas informáticos de 22 jefaturas civiles adscritas a la alcaldía.
Según la acusación de Ledezma, la operación se basó en “contratos fantasmas” por servicios que nunca fueron prestados.
López Enríquez, quien niega la veracidad de esas acusaciones, sí admite que mantiene amistad con altos funcionarios del chavismo.
En una antigua entrevista otorgada años atrás a la revista Exceso –la única que López Enríquez dice haber concedido—el empresario se refiere a Alcalá como su buen amigo y que fue gracias a él que en un momento dado se convirtió en el editor del Patriota, publicación oficial del Ministerio de la Defensa.
“Yo estaba haciendo un posgrado en el Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional (Iaeden), sobre Negociación en Crisis, y mi compañero de pupitre era Alcalá Cordones. Yo lo conocía de mucho antes, pero ahí compartí con él y se estrechó la relación”, dijo en esa entrevista.
“Clíver me pidió el favor de encargarme de eso, él quería tener rápido el periódico. Jamás pensamos el éxito que iba a tener. Llegamos a tirar 40.000 ejemplares”, señaló.
El Departamento del Tesoro, al anunciar que había decidido incluir a Alcalá en su lista negra, explicó que el general venezolano había utilizado “su posición para establecer una ruta de armas por drogas” con las FARC.
Etiquetas: Cliver Alcalá, lavado de dinero, Lista Clinton, narcotrafico
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