ABA CAPITAL MARKETS ESTAFÓ CERCA DE $40 MILLONES A SUS ACREEDORES.
Fuente: Noticias Candela
Semanario La Razón.- A seis años de la estafa cometida por el grupo financiero ABA sus acreedores esperan que se haga justicia. Jorge Zedán, Sonia Rodríguez y Marianela de González exigen respuesta, tanto de las autoridades competentes como de Enrique Auvert, por los fondos, depósitos e inversiones que mantenían en el grupo de instituciones financieras.
“Somos acreedores de una estafa perpetrada, a través de un grupo de empresas que integraban el grupo ABA, siglas que obedecen a las iniciales de los apellidos Auvert, Belloso y Abudey, familias de mucho prestigio en Maracaibo, donde funcionaba la sede principal de dicho grupo empresarial integrado por ABA Mercado de Capitales, Casa de Bolsa, ABA Servicios Financieros y la Titularizadora de Valores”, señala el señor Zadán.
Los afectados relatan que movidos por la confiabilidad que inspiraba la supuesta solidez del grupo empresarial, depositaron su confianza en un supuesto plan de inversión que les ofrecía un mejor futuro. Así colocaron a disposición de estas empresas las prestaciones sociales, fideicomisos y jubilaciones. Es decir, el fruto de los ahorros de toda una vida. El punto de quiebre de esta confianza se produjo cuando los clientes comenzaron a preocuparse porque gran parte de las transacciones no se hacían efectivas, especialmente los retiros de dinero depositados en las cuentas de sus respectivos titulares.
Una vez planteada la inquietud, los directivos alegaron falta de liquidez. La arruga se fue corriendo, según relatan los afectados, pero la situación se tornó crítica. Por ello, el 21 de octubre de 2010 la Superintendencia Nacional de Valores tomó cartas en el asunto y decidió la intervención de ABA Mercado de Capitales, Casa de Bolsa, ABA Servicios Financieros y ABA Titularizadora de Valores, todas propiedad de Enrique Enrique Auvert Vetencourt, que huyó del país no más conocerse esta decisión, estableciendo su residencia en Miami, donde se publicita como “asesor financiero”. Sobre él, y por este caso, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró procedente su extradición a Venezuela, según consta en la sentencia del 18 de febrero del 2014. A partir de entonces, los afectados, por las irregularidades del grupo empresarial iniciaron una dura lucha para que tanto Auvert como el resto de los directivos de ABA cumplieran con sus obligaciones financieras y responsabilidades legales.
El informe final de la superintendencia en el que están señaladas todas y cada una de las irregularidades cometidas reposa en la fiscalía. El caso está siendo investigado por las Fiscalías 12 y 52 a nivel nacional por presunta estafa continuada. Hasta el momento hay cinco personas imputadas y hay otro grupo de personas, al que fueron impuestas medidas de prohibición de salida del país y bloqueo de sus cuentas bancarias.
PROCEDIMIENTO FRAUDULENTO.
“Las tres empresas intervenidas por la Superintendencia Nacional de Valores, se ocupaban solamente de atender aquellas inversiones hechas en moneda nacional; las inversiones que fueron convertidas en dólares mediante los procedimientos de permuta que para el momento era un procedimiento lícito, estaban siendo manejados por ABA Capital Market Corporation”, señala Zedán. Tal como lo relatan los denunciantes, la empresa mencionada funcionaba como una empresa offshore que manejaba inversiones en moneda extranjera para el grupo financiero y para sus clientes.
La directiva de la organización la conformaban, Enrique Auvert Vetencourt, junto con Ernesto González Rubio, Juan Carlos Abudei Muller y Bernardo Belloso Belloso. Isabel Farías Calderón era la contadora. Todos los directivos de ABA Capital Markets, de igual modo, fungieron como directores de otras empresas del holding.
La estafa se concretó cuando los inversionistas colocaron a disposición de ABA Mercado de Capitales sus fondos a plazo fijo en moneda venezolana y la gerencia de la empresa convirtió en moneda americana los depósitos y los colocó en el exterior, mientras que las relaciones de inversión entregadas a los clientes estaban especificadas en bolívares. Llegando incluso a negociar bonos de la deuda pública que estaban en su poder sin la debida autorización de los clientes tenedores de esos bonos.
El caso se había estancado entre 2010 y 2012, porque hubo un interés aparente de parte de Enrique Auvert y de la directiva por resolver el problema, lo cual no se materializó. A comienzos de octubre del 2010 se anunció, a través de Enrique Auvert Vetencourt, la creación de “un fondo de reserva”, que denominaron posteriormente ABA Transition Fund, para asumir los compromisos financieros de ABA Capital Markets con sus acreedores. Esta comunicación fue hecha a circular poco después de que se produjera en Venezuela la intervención oficial de ABA Mercado de Capitales Casa de Bolsa y de ABA Servicios Financieros. “Cada inversionista de ABA Capital Markets —decía la nota— será nombrado beneficiario del nuevo fondo. Los recursos de la venta de los activos del fondo o de los financiamientos que este logre, estarán exclusivamente destinados para el pago de las inversiones de los clientes de esta filial del grupo”. Esto no resultó ser más que un nuevo engaño, según destacan los afectados. Se calcula que tan solo el monto que lo directivos de ABA Capital Markets le adeudan a sus inversionistas está por el orden de los 40 millones de dólares.
La directiva de las empresas mencionadas estaba conformada por cerca de 18 personas pertenecientes a estas familias, pero hasta hoy, ninguno de los implicados ha dado la cara, a pesar de que el caso ya tiene seis años.
Entre los integrantes de las juntas directivas de ABA Mercado de Capitales Casa de Bolsa y ABA Servicio Financiero están —además de Enrique Auvert Vetencourt— su hermano Rodolfo Auvert Vetencourt, y su hijo, Guillermo Enrique Auvert. Así como también Bernardo Belloso Belloso, Humberto Belloso Belloso, Juan Carlos Abudei Muller, Gustavo Abudei Muller, Mario Auvert Vengoechea, José María Zubullaga, Ernesto González Rubio e Irisilis Castellano Soler.
Para el momento de la intervención, la junta liquidadora había recibido un total de 250 informes de reclamos de acreedores, de los que solo fueron reconocidos 85, toda vez que los otros 165 corresponden a aquellos afectados que ABA Capital Market Corporation había captado para que depositaran su dinero en inversiones de alto riesgo fuera de Venezuela. Dicha firma había sido constituida por Auvert y cuatro de sus socios en las Islas Vírgenes Británicas en diciembre de 1993.
La suma total asciende a 370 afectados que reclaman alrededor de 80 millones de dólares. Dentro de este universo hay un grupo de unas 150 personas realmente comprometidas con la determinación de recuperar sus inversiones. De acuerdo a la versión de los denunciantes, la razón por la que las demás personas no han actuado es porque “hay un número importante de familiares, amigos y allegados de estas familias que se arreglaran algunos por debajo de cuerda y otros que simplemente se abstienen porque obviamente no necesitan el dinero”.
UNA PERLA.
Curiosamente Enrique Auvert Vetancourt, que fue designado 1994 como interventor del Banco de Maracaibo, es autor del libro “El gran banquete: (Manual para llevar un banco a la quiebra)” (1996), que consiste en un análisis pormenorizado sobre las prácticas corruptas que suelen cometerse en bancos y entidades financieras. Especialistas en el tema, sostienen que esto fue lo que le permitió aplicar los procedimientos violatorios de la normativa que regula las actividades financieras en el país. Con información de Edgardo Agüero - http://www.larazon.net
Los afectados relatan que movidos por la confiabilidad que inspiraba la supuesta solidez del grupo empresarial, depositaron su confianza en un supuesto plan de inversión que les ofrecía un mejor futuro. Así colocaron a disposición de estas empresas las prestaciones sociales, fideicomisos y jubilaciones. Es decir, el fruto de los ahorros de toda una vida. El punto de quiebre de esta confianza se produjo cuando los clientes comenzaron a preocuparse porque gran parte de las transacciones no se hacían efectivas, especialmente los retiros de dinero depositados en las cuentas de sus respectivos titulares.
Una vez planteada la inquietud, los directivos alegaron falta de liquidez. La arruga se fue corriendo, según relatan los afectados, pero la situación se tornó crítica. Por ello, el 21 de octubre de 2010 la Superintendencia Nacional de Valores tomó cartas en el asunto y decidió la intervención de ABA Mercado de Capitales, Casa de Bolsa, ABA Servicios Financieros y ABA Titularizadora de Valores, todas propiedad de Enrique Enrique Auvert Vetencourt, que huyó del país no más conocerse esta decisión, estableciendo su residencia en Miami, donde se publicita como “asesor financiero”. Sobre él, y por este caso, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró procedente su extradición a Venezuela, según consta en la sentencia del 18 de febrero del 2014. A partir de entonces, los afectados, por las irregularidades del grupo empresarial iniciaron una dura lucha para que tanto Auvert como el resto de los directivos de ABA cumplieran con sus obligaciones financieras y responsabilidades legales.
El informe final de la superintendencia en el que están señaladas todas y cada una de las irregularidades cometidas reposa en la fiscalía. El caso está siendo investigado por las Fiscalías 12 y 52 a nivel nacional por presunta estafa continuada. Hasta el momento hay cinco personas imputadas y hay otro grupo de personas, al que fueron impuestas medidas de prohibición de salida del país y bloqueo de sus cuentas bancarias.
PROCEDIMIENTO FRAUDULENTO.
“Las tres empresas intervenidas por la Superintendencia Nacional de Valores, se ocupaban solamente de atender aquellas inversiones hechas en moneda nacional; las inversiones que fueron convertidas en dólares mediante los procedimientos de permuta que para el momento era un procedimiento lícito, estaban siendo manejados por ABA Capital Market Corporation”, señala Zedán. Tal como lo relatan los denunciantes, la empresa mencionada funcionaba como una empresa offshore que manejaba inversiones en moneda extranjera para el grupo financiero y para sus clientes.
La directiva de la organización la conformaban, Enrique Auvert Vetencourt, junto con Ernesto González Rubio, Juan Carlos Abudei Muller y Bernardo Belloso Belloso. Isabel Farías Calderón era la contadora. Todos los directivos de ABA Capital Markets, de igual modo, fungieron como directores de otras empresas del holding.
La estafa se concretó cuando los inversionistas colocaron a disposición de ABA Mercado de Capitales sus fondos a plazo fijo en moneda venezolana y la gerencia de la empresa convirtió en moneda americana los depósitos y los colocó en el exterior, mientras que las relaciones de inversión entregadas a los clientes estaban especificadas en bolívares. Llegando incluso a negociar bonos de la deuda pública que estaban en su poder sin la debida autorización de los clientes tenedores de esos bonos.
El caso se había estancado entre 2010 y 2012, porque hubo un interés aparente de parte de Enrique Auvert y de la directiva por resolver el problema, lo cual no se materializó. A comienzos de octubre del 2010 se anunció, a través de Enrique Auvert Vetencourt, la creación de “un fondo de reserva”, que denominaron posteriormente ABA Transition Fund, para asumir los compromisos financieros de ABA Capital Markets con sus acreedores. Esta comunicación fue hecha a circular poco después de que se produjera en Venezuela la intervención oficial de ABA Mercado de Capitales Casa de Bolsa y de ABA Servicios Financieros. “Cada inversionista de ABA Capital Markets —decía la nota— será nombrado beneficiario del nuevo fondo. Los recursos de la venta de los activos del fondo o de los financiamientos que este logre, estarán exclusivamente destinados para el pago de las inversiones de los clientes de esta filial del grupo”. Esto no resultó ser más que un nuevo engaño, según destacan los afectados. Se calcula que tan solo el monto que lo directivos de ABA Capital Markets le adeudan a sus inversionistas está por el orden de los 40 millones de dólares.
La directiva de las empresas mencionadas estaba conformada por cerca de 18 personas pertenecientes a estas familias, pero hasta hoy, ninguno de los implicados ha dado la cara, a pesar de que el caso ya tiene seis años.
Entre los integrantes de las juntas directivas de ABA Mercado de Capitales Casa de Bolsa y ABA Servicio Financiero están —además de Enrique Auvert Vetencourt— su hermano Rodolfo Auvert Vetencourt, y su hijo, Guillermo Enrique Auvert. Así como también Bernardo Belloso Belloso, Humberto Belloso Belloso, Juan Carlos Abudei Muller, Gustavo Abudei Muller, Mario Auvert Vengoechea, José María Zubullaga, Ernesto González Rubio e Irisilis Castellano Soler.
Para el momento de la intervención, la junta liquidadora había recibido un total de 250 informes de reclamos de acreedores, de los que solo fueron reconocidos 85, toda vez que los otros 165 corresponden a aquellos afectados que ABA Capital Market Corporation había captado para que depositaran su dinero en inversiones de alto riesgo fuera de Venezuela. Dicha firma había sido constituida por Auvert y cuatro de sus socios en las Islas Vírgenes Británicas en diciembre de 1993.
La suma total asciende a 370 afectados que reclaman alrededor de 80 millones de dólares. Dentro de este universo hay un grupo de unas 150 personas realmente comprometidas con la determinación de recuperar sus inversiones. De acuerdo a la versión de los denunciantes, la razón por la que las demás personas no han actuado es porque “hay un número importante de familiares, amigos y allegados de estas familias que se arreglaran algunos por debajo de cuerda y otros que simplemente se abstienen porque obviamente no necesitan el dinero”.
UNA PERLA.
Curiosamente Enrique Auvert Vetancourt, que fue designado 1994 como interventor del Banco de Maracaibo, es autor del libro “El gran banquete: (Manual para llevar un banco a la quiebra)” (1996), que consiste en un análisis pormenorizado sobre las prácticas corruptas que suelen cometerse en bancos y entidades financieras. Especialistas en el tema, sostienen que esto fue lo que le permitió aplicar los procedimientos violatorios de la normativa que regula las actividades financieras en el país. Con información de Edgardo Agüero - http://www.larazon.net
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