La Caja Negra
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Durante momentos de marchas, paros, huelgas, cacerolazos y conspiraciones, asistimos a diversos eventos, donde expertos en materia petrolera nos hablaron de la “caja negra de PDVSA”.
Aquel ambiente de conflictividad fue propicio para empaparnos del negocio petrolero y comprender como habíamos sido engañados durante años por la meritocracia del petróleo y los politiqueros que medraron a expensas del hambre del pueblo.
Aprendimos sobre el comportamiento del mercado petrolero, fijación de precios, producción, comercialización y sobre nuestro potencial para explotar la Orimulsión, un producto exclusivo desarrollado en Venezuela, que sirve como combustible para plantas generadoras de electricidad.
Propusimos a través de mesas de trabajo, acciones concretas para defender, vigilar y controlar a PDVSA. Por primera vez nos sentimos dueños del petróleo y por ello nos lanzamos a las calles para defenderlo y evitar que los apátridas lo entregaran al imperio.
Superada la crisis y derrotada la conspiración los aires de cambio se desvanecieron; el pueblo, aunque beneficiado por la misiones, fue excluido del proceso de discusión y participación en los problemas que atañen al negocio petrolero; la Orimulsión fue desechada sin explicaciones al soberano; las transnacionales se hicieron de jugosos contratos logrando entre otros, la exclusividad para la explotación de la plataforma Deltana; CITGO continuó siendo un misterio y los dirigentes del PPT acapararon a PDVSA, surgiendo como una suerte de nueva oligarquía petrolera que, como en otrora tampoco rinde cuentas.
Para impulsar la transparencia, combatir el mutismo administrativo y enterrar para siempre las cajas negras en el negocio petrolero se propuso:
(I) Promover un gran programa de debates sobre las concesiones otorgadas al imperio, futuro de la orimulsión, desarrollo endógeno, cooperativismo, estado de las instalaciones de PDVSA y demás temas álgidos, sin exclusiones y con participación de todas las corrientes del pensamiento;
(II) Crear mecanismos dinámicos que permitan al pueblo conocer los planes, políticas energéticas y futuro petrolero del país;
(III) Publicación de los informes que nos permitan conocer la situación real de CITGO, PDVSA y sus filiales;
(IV) incorporación del pueblo para vigilancia y control de los distintos niveles del negocio petrolero.
Las condiciones están dadas para llevar adelante estas propuestas. No existen excusas. ¡Destapemos la caja negra!
Durante momentos de marchas, paros, huelgas, cacerolazos y conspiraciones, asistimos a diversos eventos, donde expertos en materia petrolera nos hablaron de la “caja negra de PDVSA”.
Aquel ambiente de conflictividad fue propicio para empaparnos del negocio petrolero y comprender como habíamos sido engañados durante años por la meritocracia del petróleo y los politiqueros que medraron a expensas del hambre del pueblo.
Aprendimos sobre el comportamiento del mercado petrolero, fijación de precios, producción, comercialización y sobre nuestro potencial para explotar la Orimulsión, un producto exclusivo desarrollado en Venezuela, que sirve como combustible para plantas generadoras de electricidad.
Propusimos a través de mesas de trabajo, acciones concretas para defender, vigilar y controlar a PDVSA. Por primera vez nos sentimos dueños del petróleo y por ello nos lanzamos a las calles para defenderlo y evitar que los apátridas lo entregaran al imperio.
Superada la crisis y derrotada la conspiración los aires de cambio se desvanecieron; el pueblo, aunque beneficiado por la misiones, fue excluido del proceso de discusión y participación en los problemas que atañen al negocio petrolero; la Orimulsión fue desechada sin explicaciones al soberano; las transnacionales se hicieron de jugosos contratos logrando entre otros, la exclusividad para la explotación de la plataforma Deltana; CITGO continuó siendo un misterio y los dirigentes del PPT acapararon a PDVSA, surgiendo como una suerte de nueva oligarquía petrolera que, como en otrora tampoco rinde cuentas.
Para impulsar la transparencia, combatir el mutismo administrativo y enterrar para siempre las cajas negras en el negocio petrolero se propuso:
(I) Promover un gran programa de debates sobre las concesiones otorgadas al imperio, futuro de la orimulsión, desarrollo endógeno, cooperativismo, estado de las instalaciones de PDVSA y demás temas álgidos, sin exclusiones y con participación de todas las corrientes del pensamiento;
(II) Crear mecanismos dinámicos que permitan al pueblo conocer los planes, políticas energéticas y futuro petrolero del país;
(III) Publicación de los informes que nos permitan conocer la situación real de CITGO, PDVSA y sus filiales;
(IV) incorporación del pueblo para vigilancia y control de los distintos niveles del negocio petrolero.
Las condiciones están dadas para llevar adelante estas propuestas. No existen excusas. ¡Destapemos la caja negra!
Etiquetas: orimulsión
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