Puerto del Mal
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
La seguridad alimentaria como componente vital para el resguardo de la soberanía y seguridad nacional, se encuentra amenazada por el posible otorgamiento de la "certificación de uso" al puerto de cruceros de Pueblo de la Mar. Una obra que desde sus inicios ha estado plagada de irregularidades, pero que ha contado con la venia del Gobierno Nacional y el apoyo interesado de la Armada.
El Puerto se concibió en un área que afecta peligrosamente al caladero o zona de refugio de sardinas más importante del mundo, donde se captura el 50% de las sardinas del país y casi el 60% del componente alimentario necesitado por los venezolanos. La contaminación sónica, lumínica y cloacal que producen los barcos de cruceros, así como el exceso de burbujas generada por sus hélices, ahuyentarán o matarán las sardinas.
La estocada mortal al pescador artesanal, se la inflingirá las disposiciones contenidas en el código de protección de buques contra el terrorismo que, limitará la faena pesquera en la temporada de cruceros en un radio de dos kilómetros alrededor del sitio donde fondeen los buques.
La seguridad alimentaria como componente vital para el resguardo de la soberanía y seguridad nacional, se encuentra amenazada por el posible otorgamiento de la "certificación de uso" al puerto de cruceros de Pueblo de la Mar. Una obra que desde sus inicios ha estado plagada de irregularidades, pero que ha contado con la venia del Gobierno Nacional y el apoyo interesado de la Armada.
El Puerto se concibió en un área que afecta peligrosamente al caladero o zona de refugio de sardinas más importante del mundo, donde se captura el 50% de las sardinas del país y casi el 60% del componente alimentario necesitado por los venezolanos. La contaminación sónica, lumínica y cloacal que producen los barcos de cruceros, así como el exceso de burbujas generada por sus hélices, ahuyentarán o matarán las sardinas.
La estocada mortal al pescador artesanal, se la inflingirá las disposiciones contenidas en el código de protección de buques contra el terrorismo que, limitará la faena pesquera en la temporada de cruceros en un radio de dos kilómetros alrededor del sitio donde fondeen los buques.
La producción pesquera en el estado Nueva Esparta ha oscilado en los últimos 5 años entre las 80.000 y 130.000 toneladas métricas de sardinas, valoradas aproximadamente en 45 mil millones de bolívares, proporcionando beneficios directos e indirectos al 30% de la población neoespartana.
El negocio trasnacional de cruceros por su parte, impacta levemente a la economía insular. Los paquetes son comercializados extraterritorialmente y los pocos turistas que desembarcan, suelen contribuir muy escasamente a la actividad comercial de las islas.
Apelamos al Presidente de la República, para que haga cierta su política en defensa de la soberanía nacional y de la seguridad alimentaria hoy en grave riesgo, impidiendo la destrucción de los caladeros naturales aledaños al Puerto de la Mar.
La comunidad neoespartana dice ¡no! al otorgamiento de la "Certificación de Uso" a éste "Puerto del mal".
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