Sobre el socialismo del siglo XXI

Por: José Antonio Pérez

Basta escuchar cualquier idea o palabra de parte del Presidente de la República Hugo Chávez, para que de inmediato el eco de su voz sea escuchado a través de "lideres" de la revolución, desde la Asamblea Nacional, Consejos Legislativos estadales, cámaras municipales y hasta de los más recónditos lugares del país. Pero pregúntele a cualquiera de esos "líderes" sobre el socialismo del siglo XXI, inclusive; reúna cada exposición y notará que no existe correlación con la esencia de un socialismo; cada quien conocedor o no de la teoría, de acuerdo a lo que tiene, lo que oye, ve o le conviene, le explicará este asunto, sin coherencia o coincidencia con lo expuesto por otros "líderes".

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Podemos concluir con un vocablo coloquial, que " están en las nubes" o "como pajarito en rama, mirando para todos los lados". Cientos de foros se han realizado a nivel nacional; ahora el presidente ha mandado a que salgan a las calles a convencer a la gente, a darles a conocer sobre los cinco motores de ese socialismo del siglo XXI, y seguimos en lo mismo, pareciera chocante pero da ganas de reír; ¿Por qué? Aaaah... porque como chiripas en desbandada salen a repetir lo escuchado en un Aló, Presidente y muchas veces, sin dirección en sus ideas. Mi pregunta a usted que lee esta exposición o algunos de esos "líderes": ¿Están convencidos? De repente usted me dirá: ¿De qué? Bueno, de lo que han escuchado sobre lo titulado.

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Nadie esta convencido porque lo que está a la vista no necesita anteojos; muchos de los representantes o actores de esta revolución dan testimonio de un opulento y descarado capitalismo. Sin entrar en el análisis sobre el capitalismo, creo que somos suficientes conocedores ya que vivimos en carne propia la aplicación del mismo (antes y ahora), con la escasez de los productos alimenticios; la poca atención sobre la capacitación del profesional docente en las escuelas Bolivarianas y escuelas técnicas; el detenimiento de las diferentes misiones sociales; la poca calidad en los productos Mercal (de los que quedan); la falta de insumos en los módulos de Barrio Adentro y hospitales públicos; el auge del delito; el nepotismo reinante en gobernaciones, alcaldías y otras instituciones públicas; la mala atención al pobre cuando necesita de algún ente oficial; la insalubridad en que se continúa viviendo en muchos barrios; la calidad de las diferentes carreteras en estados productores de petróleo como Anzoátegui; el resurgimiento de epidemias como la fiebre amarilla... y pare usted de contar.

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Pero, Dios libre que se exponga todo lo anteriormente dicho ante un medio de comunicación social, porque de inmediato de victima pasa a ser victimario o contra-revolucionario y, aunque usted no lo crea, todavía no conocemos lo que es el socialismo del siglo XXI.