De Pragmáticos e Ingenuos

Por: Argelia Ríos

El cierre de RCTV no es "una medida". Es una "política de Estado" .

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Sólo la ingenuidad y el interés han permitido que la calidad de la oposición añada méritos al César de la revolución bolivariana. En el entorno internacional, los errores de la disidencia dieron lugar a que el Presidente cobrara atractivos indebidos entre quienes se obnubilan por los vencedores. El punto es parte de la degradación de la política. Las figuras como Chávez buscan acumular triunfos -alcanzados siempre mediante métodos inescrupulosos -para neutralizar la visibilidad de sus procederes autoritarios.

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A los ganadores suele evaluárseles a través del prisma de sus "gestas" y nunca por la naturaleza y los propósitos que éstas poseen. Los venezolanos no son los únicos en jugar a ganador: la tendencia es general y encubre una crasa banalización en la interpretación de los desarrollos sociales. Por algo la diplomacia y la política ya no son lo que fueron... Si el mundo responde tarde -como ahora lo hace- ante la evolución del experimento de Chávez es porque sus líderes fallaron en el diagnóstico. La crisis de liderazgo que recorre al mundo es una crisis del pragmatismo.

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El hecho que de la oposición sea un desastre, no ha debido convertir a Chávez en un personaje asimilable. Una observación del proceso venezolano basada en valores (y no en fundamentos pragmáticos), habría resaltado las características del Presidente y no la de sus adversarios. Pero los ingenuos se engancharon en una lógica que les impidió ver lo substancial. La reducción de la democracia en Venezuela no sólo ha sido legitimada con los votos.

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Esta lógica también cabe para el caso de RCTV. El tema de la libertad de expresión no debe descontextualizarse del ámbito de los derechos ciudadanos. RCTV, sus trabajadores y sus directivos son el elenco de un episodio, pero no los verdaderos protagonistas del debate. Sus errores (como los de la oposición, en general) son apenas el justificativo para el desarrollo de una política terrible que pretende corresponsabilizar a la gente en la pérdida de su propia libertad... Como los consejos comunales, que transformarán a los vecinos en culpables directos de la ineficiencia estatal y de la corrupción sin rostro.

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A RCTV se le condena por asumir una conducta editorial incómoda. Destacar los deslices de Granier o Miguel Ángel ayuda a relativizar la gravedad del drama... No son ellos quienes incomodan al poder. Al poder lo irrita la gente: sus expectativas y aspiraciones. El cierre de RCTV no es "una medida". Es una "política de Estado" ("la hegemonía comunicacional") dirigida contra los ciudadanos, a quienes el poder proyecta anticipadamente como a una masa inconforme. Al puntofijismo también le dieron de su propia medicina: las consecuencias las está pagando el país, que no lo merecía. Allí está la nuez del asunto.