CREO EN DIOS, EN CHAVEZ NO
Por: Ramón Figuera
La manipulación y la sugestión son dos elementos subjetivos, que en el campo de la sociopolítica son utilizados para inducir, controlar y dominar a los individuos. Históricamente hablando, muchos han sido los líderes religiosos y políticos que se han valido de estas herramientas para alcanzar sus intereses particulares. La cita bíblica “Dios quita y pone reyes” y la mencionada por Chávez: “La voz del pueblo es la voz de Dios”, son ejemplos objetivos que nos revelan hasta donde se puede llegar con la manipulación.
No es el deseo primario de Dios de “quitar y poner reyes” en la tierra. Según las Sagradas Escrituras, el gobierno de Dios no es democrático, monárquico, militarista, autocrático ni dictatorial, sino teocrático. Dios desea ser el único gobernante del universo, y la razón de la creación toda, está basada en el servicio, la honra y adoración al único y verdadero Dios, y no al hombre. Dios no comparte su gloria con los hombres. El deseo de Dios es, ser el único “Rey de reyes y Señor de señores”. Sin embargo, El no se opone a que los hombres escojan sus propios gobernantes, como de hecho así ocurre, pero sí les advierte sobre las consecuencias que acarrean sus decisiones. El caso del pueblo de Israel y el rey Saúl es un ejemplo vivo de ello. Cuando éste pueblo no quiso seguir siendo gobernado por Dios y decidió tener rey como los demás pueblos de la tierra, Dios les dijo: “Así hará el rey que reinará sobre vosotros: Tomará a sus hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Así mismo tomará lo mejor de vuestras tierras, viñas y olivares (fundos y haciendas) y los dará a sus siervos (seguidores), y tomará vuestros siervos y siervas (empleados), vuestros mejores jóvenes y asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños (ganadería), y seréis sus servidores, y clamaréis aquel día a causa del rey que ustedes habréis elegido, más Dios no les responderá en aquel día” (1 Samuel 8:13-18). Si comparamos analógicamente este cuadro con la realidad venezolana, estoy seguro que será muy fácil entender e interpretar correctamente la situación.
Dios no estuvo de acuerdo con la elección del rey Saúl, pero en su Soberanía, lo permitió, y más tarde lo desecho (destituyó), por ser un gobernante soberbio, rebelde y obstinado, que desobedeció a Dios para hacer su propia voluntad y satisfacer sus caprichos personales. Ciertamente “la voz de Dios es la voz del pueblo”. Y la voz de Dios fue vista y oída cuando el pueblo salió a la calle a manifestar su descontento durante los acontecimientos del 11 de Abril y el Referéndum Revocatorio. Los manipuladores de oficio apelan a la Biblia para afirmar que debemos aceptar y respetar a las autoridades porque éstas han sido establecidas por Dios, pero no dicen lo que sigue a continuación, que estas mismas autoridades “no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo” (Romanos 13:1-3).
Tampoco dicen que, por analogía, Dios desecha a los gobernantes desobedientes a sus leyes y a la Constitución Nacional, a los idólatras, malvados, mentirosos y engañadores, a los ególatras y dementes, a los que someten al pueblo al oprobio, a la pobreza, a la humillación, y a los que pisotean la dignidad humana. Políticas como la Lista Tascón, Lista Maisanta, y ahora la lista del PSUV, humillan al pueblo venezolano y pisotean su dignidad. Los manipuladores de oficio pretenden presentar al inquilino de Miraflores como el “ungido”, el “Mesías” o “enviado de Dios” que redimirá política, social y económicamente al pueblo venezolano, ignorando que el único y último Mesías de la historia fue el galileo Jesús de Nazaret y que, después de ocho años en el poder, los motores de la Inseguridad, Corrupción, Vivienda, Desempleo, Hambre, Salud, etc., se han agudizado de una maneta tal que agobian al pueblo venezolano. Los corruptos de cuello rojo y delincuentes comunes son protegidos y defendidos por el régimen chavista mientras que los inocentes son atemorizados, perseguidos y encarcelados por el sólo hecho de ser disidentes y opositores al gobierno de turno. Estas son las razones que me llevan a creer en Dios, y no en Chávez, porque ha sido desechado por El Todo Poderoso y por la mayoría del pueblo.
La manipulación y la sugestión son dos elementos subjetivos, que en el campo de la sociopolítica son utilizados para inducir, controlar y dominar a los individuos. Históricamente hablando, muchos han sido los líderes religiosos y políticos que se han valido de estas herramientas para alcanzar sus intereses particulares. La cita bíblica “Dios quita y pone reyes” y la mencionada por Chávez: “La voz del pueblo es la voz de Dios”, son ejemplos objetivos que nos revelan hasta donde se puede llegar con la manipulación.
No es el deseo primario de Dios de “quitar y poner reyes” en la tierra. Según las Sagradas Escrituras, el gobierno de Dios no es democrático, monárquico, militarista, autocrático ni dictatorial, sino teocrático. Dios desea ser el único gobernante del universo, y la razón de la creación toda, está basada en el servicio, la honra y adoración al único y verdadero Dios, y no al hombre. Dios no comparte su gloria con los hombres. El deseo de Dios es, ser el único “Rey de reyes y Señor de señores”. Sin embargo, El no se opone a que los hombres escojan sus propios gobernantes, como de hecho así ocurre, pero sí les advierte sobre las consecuencias que acarrean sus decisiones. El caso del pueblo de Israel y el rey Saúl es un ejemplo vivo de ello. Cuando éste pueblo no quiso seguir siendo gobernado por Dios y decidió tener rey como los demás pueblos de la tierra, Dios les dijo: “Así hará el rey que reinará sobre vosotros: Tomará a sus hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Así mismo tomará lo mejor de vuestras tierras, viñas y olivares (fundos y haciendas) y los dará a sus siervos (seguidores), y tomará vuestros siervos y siervas (empleados), vuestros mejores jóvenes y asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños (ganadería), y seréis sus servidores, y clamaréis aquel día a causa del rey que ustedes habréis elegido, más Dios no les responderá en aquel día” (1 Samuel 8:13-18). Si comparamos analógicamente este cuadro con la realidad venezolana, estoy seguro que será muy fácil entender e interpretar correctamente la situación.
Dios no estuvo de acuerdo con la elección del rey Saúl, pero en su Soberanía, lo permitió, y más tarde lo desecho (destituyó), por ser un gobernante soberbio, rebelde y obstinado, que desobedeció a Dios para hacer su propia voluntad y satisfacer sus caprichos personales. Ciertamente “la voz de Dios es la voz del pueblo”. Y la voz de Dios fue vista y oída cuando el pueblo salió a la calle a manifestar su descontento durante los acontecimientos del 11 de Abril y el Referéndum Revocatorio. Los manipuladores de oficio apelan a la Biblia para afirmar que debemos aceptar y respetar a las autoridades porque éstas han sido establecidas por Dios, pero no dicen lo que sigue a continuación, que estas mismas autoridades “no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo” (Romanos 13:1-3).
Tampoco dicen que, por analogía, Dios desecha a los gobernantes desobedientes a sus leyes y a la Constitución Nacional, a los idólatras, malvados, mentirosos y engañadores, a los ególatras y dementes, a los que someten al pueblo al oprobio, a la pobreza, a la humillación, y a los que pisotean la dignidad humana. Políticas como la Lista Tascón, Lista Maisanta, y ahora la lista del PSUV, humillan al pueblo venezolano y pisotean su dignidad. Los manipuladores de oficio pretenden presentar al inquilino de Miraflores como el “ungido”, el “Mesías” o “enviado de Dios” que redimirá política, social y económicamente al pueblo venezolano, ignorando que el único y último Mesías de la historia fue el galileo Jesús de Nazaret y que, después de ocho años en el poder, los motores de la Inseguridad, Corrupción, Vivienda, Desempleo, Hambre, Salud, etc., se han agudizado de una maneta tal que agobian al pueblo venezolano. Los corruptos de cuello rojo y delincuentes comunes son protegidos y defendidos por el régimen chavista mientras que los inocentes son atemorizados, perseguidos y encarcelados por el sólo hecho de ser disidentes y opositores al gobierno de turno. Estas son las razones que me llevan a creer en Dios, y no en Chávez, porque ha sido desechado por El Todo Poderoso y por la mayoría del pueblo.
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