¿BOLIVARIANOS O BOLIVISTAS?
Por: RAMON FIGUERA
Maestro en ciencias bíblicas
Hoy más que nunca los pensamientos y postulados del Padre de la patria, Simón Bolívar, tienen plena vigencia. Paradójicamente, los que ayer comulgaban con la cuarta república, unos desde las filas de los partidos del Pacto de Punto Fijo y otros desde las filas de las fuerzas armadas, aplaudiendo y defendiendo todas las tropelías de los gobiernos de turno, son los mismos que hoy se hacen llamar bolivarianos, no porque pongan en práctica los pensamientos de Bolívar, sino porque les gustan los bolívares que reparte el régimen mediante acciones mediáticas y populistas, como las misiones, madres de los barrios y los aumentos de sueldo a los militares, cada vez que se oyen ruidos de sables, para comprar conciencias. Analicemos cuidadosamente el siguiente pensamiento del Libertador y hagamos la analogía pertinente:
"Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza;… la ambición y la intriga abusan de la credibilidad y la inexperiencia, que por no tener conocimiento político, económico o civil, aceptan como realidades las que son puras ilusiones" .
En lo referente al engaño: El actual presidente comenzó su campaña electoral prometiendo combatir la corrupción, y su gobierno se caracteriza por ser el más corrupto de toda la historia política del país. Manifestó públicamente que no se podía vivir con un sueldo de hambre, sin embargo, secuestró a los sindicatos y congeló indefinidamente la contratación colectiva. Criticó la burocracia, los guardaespaldas, celulares, etc. de los funcionarios públicos, pero incrementó los Ministerios y el Gasto Público. El Presupuesto para su seguridad personal es súper millonario, similar al presupuesto del Ministerio de la Defensa. Prometió quitarse el nombre si a un año de su gobierno existían niños de la calle, y la tragedia es que los niños de la patria, como el mismo los llama, han proliferado de manera vertiginosa sin que aún exista institución que se encargue de recogerlos, protegerlos y darle tratamiento terapéutico y psicológico adecuadamente.
En cuanto a la ambición y la intriga: La megalomanía manifiesta y la ambición desmedida de poder que tiene el presidente, lo han llevado a subvertir el orden legal y constitucional del país, secuestrando todas las instituciones del Poder Público, incluyendo al Tribunal Supremo de Justicia, quienes actúan como apéndices del Poder Ejecutivo y sus funcionarios como serviles lacayos del régimen, y no imparten justicia como se lo demandan la ley, limitándose solamente a cumplir las órdenes que emanan de Miraflores. La ineficiencia e incapacidad del gobierno para resolver los problemas concretos e inmediatos de los venezolanos, como lo son, Inseguridad, Vivienda, Salud, Empleo digno y bien remunerado, educación, etc. Lo conduce a establecer un tinglado de intrigas y acusaciones contra la disidencia opositora para ocultar su fracaso. Para ello abusan de la hegemonía comunicacional que poseen, lanzando a la calle mentiras tras mentiras procurando convertirlas en una verdad.
Todo ello encuentra eco en las personas crédulas e inexpertas, que no teniendo conocimientos políticos, económicos ni legales, aceptan como realidad toda las propuestas del discurso revolucionario del presidente, que a pesar de llevar casi nueve años en el poder, no ha podido concretar ninguna, ni satisfacer las necesidades de cambio democrático, de progreso y de bienestar social y económico de las grandes mayorías empobrecidas del país.
Por: RAMON FIGUERA
Maestro en ciencias bíblicas
Hoy más que nunca los pensamientos y postulados del Padre de la patria, Simón Bolívar, tienen plena vigencia. Paradójicamente, los que ayer comulgaban con la cuarta república, unos desde las filas de los partidos del Pacto de Punto Fijo y otros desde las filas de las fuerzas armadas, aplaudiendo y defendiendo todas las tropelías de los gobiernos de turno, son los mismos que hoy se hacen llamar bolivarianos, no porque pongan en práctica los pensamientos de Bolívar, sino porque les gustan los bolívares que reparte el régimen mediante acciones mediáticas y populistas, como las misiones, madres de los barrios y los aumentos de sueldo a los militares, cada vez que se oyen ruidos de sables, para comprar conciencias. Analicemos cuidadosamente el siguiente pensamiento del Libertador y hagamos la analogía pertinente:
"Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza;… la ambición y la intriga abusan de la credibilidad y la inexperiencia, que por no tener conocimiento político, económico o civil, aceptan como realidades las que son puras ilusiones" .
En lo referente al engaño: El actual presidente comenzó su campaña electoral prometiendo combatir la corrupción, y su gobierno se caracteriza por ser el más corrupto de toda la historia política del país. Manifestó públicamente que no se podía vivir con un sueldo de hambre, sin embargo, secuestró a los sindicatos y congeló indefinidamente la contratación colectiva. Criticó la burocracia, los guardaespaldas, celulares, etc. de los funcionarios públicos, pero incrementó los Ministerios y el Gasto Público. El Presupuesto para su seguridad personal es súper millonario, similar al presupuesto del Ministerio de la Defensa. Prometió quitarse el nombre si a un año de su gobierno existían niños de la calle, y la tragedia es que los niños de la patria, como el mismo los llama, han proliferado de manera vertiginosa sin que aún exista institución que se encargue de recogerlos, protegerlos y darle tratamiento terapéutico y psicológico adecuadamente.
En cuanto a la ambición y la intriga: La megalomanía manifiesta y la ambición desmedida de poder que tiene el presidente, lo han llevado a subvertir el orden legal y constitucional del país, secuestrando todas las instituciones del Poder Público, incluyendo al Tribunal Supremo de Justicia, quienes actúan como apéndices del Poder Ejecutivo y sus funcionarios como serviles lacayos del régimen, y no imparten justicia como se lo demandan la ley, limitándose solamente a cumplir las órdenes que emanan de Miraflores. La ineficiencia e incapacidad del gobierno para resolver los problemas concretos e inmediatos de los venezolanos, como lo son, Inseguridad, Vivienda, Salud, Empleo digno y bien remunerado, educación, etc. Lo conduce a establecer un tinglado de intrigas y acusaciones contra la disidencia opositora para ocultar su fracaso. Para ello abusan de la hegemonía comunicacional que poseen, lanzando a la calle mentiras tras mentiras procurando convertirlas en una verdad.
Todo ello encuentra eco en las personas crédulas e inexpertas, que no teniendo conocimientos políticos, económicos ni legales, aceptan como realidad toda las propuestas del discurso revolucionario del presidente, que a pesar de llevar casi nueve años en el poder, no ha podido concretar ninguna, ni satisfacer las necesidades de cambio democrático, de progreso y de bienestar social y económico de las grandes mayorías empobrecidas del país.
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