Cogestión: Otro Engaño, Otro Barranco
Por: Suhelis Tejero Puntes
En Invetex a los trabajadores les cortaron la asignación mensual que recibían
En el papel quedó la necesidad de promover formas y procedimientos de participación en la gestión y acciones de las empresas estratégicas para desarrollar el aparato productivo.
Los objetivos, plasmados en el plan Fábrica Adentro, eran las industrias de los sectores agroindustrial, plástico, químico, farmacéutico, textil, confección, calzado, metalmecánico y construcción, entre una lista de 13 actividades prioritarias.
La cogestión fue entre 2005 y 2006 el reto del Gobierno nacional, pero ya los planes oficiales no hacen hincapié en la gestión compartida entre el Estado y los trabajadores, ahora el objetivo es la creación de empresas en las que los trabajadores tienen un papel protagónico, sin que eso quiera decir que serán accionistas de la empresa.
Pero en el centro-occidente del país, específicamente en Tinaquillo, estado Cojedes; 256 trabajadores llevan casi tres años esperando por el cumplimiento de la promesa de reactivación de una fábrica textil que, en su momento, fue llamada la "niña bonita de la cogestión".
En el aire
Los empleados de Invetex ya ni siquiera reciben remuneraciones. Desde diciembre del año pasado dejaron de cobrar los BsF 614,79 que llegaban a sus manos de las arcas de la eliminada Misión Vuelvan Caras, pero el Gobierno nacional le cambió las señas a ese programa social y ahora los beneficiarios no reciben asignaciones, así que los trabajadores de la textilera se quedaron sin lo único que los ataba a la fábrica.
En mayo del año 2005 el mismo presidente Hugo Chávez visitó Invetex, un experimento de cogestión en la que los antiguos dueños se quedaban con 49% de las acciones y el Estado asumía 51% que progresivamente le entregaría a esos más de 200 trabajadores que actualmente ni siquiera reciben una remuneración por las labores de mantenimiento que desarrollan desde ese año, en espera de la reactivación de la textilera.
Fuentes indicaron que los dueños del paquete minoritario de acciones -la familia Mishkin- se cansaron de esperar y aceptaron una oferta que hizo el Gobierno para hacerse con la fábrica entera. Las partes firmaron un carta de intención el 27 de julio del año pasado, pero la operación nunca se concretó.
Pérdidas de recursos
Más al centro del país está Invepal, industria dedicada a la fabricación de papel y en la que los trabajadores -a través de una cooperativa que los representa- cuentan con 49% de las acciones de la factoría.
Desde el año pasado denuncian los problemas que atraviesa Invepal, con presuntos malos manejos administrativos y elevadas pérdidas incluidos en el paquete. De hecho, recientemente los representantes de la cooperativa que lleva las riendas por el lado de los trabajadores (Covimpa) acudieron a
También en el centro del país, los trabajadores de la empresa Sanitarios Maracay, abandonada por sus dueños, la mantuvieron en operaciones, al tiempo que exigían la cogestión en esa planta.
Tras varios meses, el Gobierno decidió que la fabricación de piezas para baños no era una actividad estratégica y le devolvieron la empresa a su dueño. Así sucedió con otras industrias, sólo que las otras -textileras en su mayoría- sí integraban la lista de prioridades del Gobierno.
Y es que los retrasos, rechazos y desatención que han sufrido las empresas con los casos más representativos de cogestión obedecen más bien a un cambio de señas desde las alturas del poder.
En el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de
No es casualidad que la propuesta presentada hace unos años atrás para redactar una Ley de Cogestión quedara encerrada en la gaveta de algún parlamentario.
Etiquetas: cooperativas
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