AGUA VIVA!

Por: María Walter

Creo más en el honor que en las pasiones.

Simon Bolivar

La dinámica social es rica en experiencias y de manera refleja, el ser humano busca contar “eso” que le sucede pues, sencilla-mente “la realidad” como espejo le muestra de vuelta las carencias que aun viven los muchos semejantes a él. Esa particular manera de “explicar la realidad” lleva a muchos a confusión, la cual se deja traslucir a la hora de emitir opinión por lo que, resulta comprensible al “abordar” la realidad, se deje de lado, el indispensable rigor objetivo que –como en toda ciencia- las ciencias sociales exigen, lo que lleva a que los análisis o presentación de la realidad carezca de consistencia mas allá de las apariencias y ello es, porque los seres Humanos al igual que recibimos el influjo de la luna, quedamos expuestos al influjo de la dinámica social… Así, los sentimientos y emociones “se movilizan” dejando ver con la forma de comportarse que elementos subyacen en el sistema de valores en que sustentan la praxis de algunos individuos, sin embargo, basta unas líneas para que quede al desnudo la esencia que los mueve y convoca a este hecho maravilloso que es, la vida y la cotidianidad..

Como Somos Humanos, nuestro comportamiento no es lineal, ello como virtud de no ser máquinas, es así, que nuestra condición humana es precisamente la esencia de las relaciones que a lo largo de nuestra vida establecemos. Como quiera que, nuestra existencia se desenvuelve –y ha desenvuelto- en el contexto de lo político/económico, las relaciones humanas están igualmente influidas por las relaciones existentes entre los elementos que conforman los factores de la producción y, la justa relación del manejo que el “sujeto social” tiene con respecto a sí mismo y, las relaciones de poder –históricamente determinadas- . En la medida que el individuo enajenado, en tanto separado de sí, carece de objetividad para el análisis, verá, asumirá y defenderá como verdadera libertad, el ejercicio de la libertad aparente, así, la magna apariencia de lo que, considerase libre es, en realidad no es, sino precisa-mente, hábil discurso “envolvente” que afianzando la separatividad (fraccionamiento) del Hombre, dimensiona a la categoría de libertad real solo un ficticio que, tenido como cierto, “aliena” y, en consecuencia, “atrapa” al individuo a “ejercerlo” solo que, siendo efectivamente falso, se constituye es en espejismo en tanto produce una condición de equilibrio inestable, por cuanto produce y reproduce “la subjetividad” que lleva a “la ilusión” de ver y, asumir lo que en realidad no existe, cual sucede frecuentemente en el desierto. Cuando los Seres quedan “atrapados” en el encantamiento que genera suponerse libres, tal aparente libertad actúa como una especie de globo de helio que, para “manejarlo” impone “atarlo con una cuerda para evitar se escape hacia el cielo”, ya que, la esencia gas que contiene el globo lo impulsa a “elevarse” como la mismísima libertad inspira al individuo a ejercerla sin sometimiento ni dominio.

La Libertad es inherente al Ser, menoscabarla es pueril pretensión de la ignorancia. La Libertad es la esencia de la vida, negarla, impedirla, reprimirla es contraria a la propia naturaleza humana, contraria a la luz y, en definitiva contraria al amor y la verdad, sin embargo, la historia está plagada de aquellos que, temerosos de que los globos de helio se les escapen de las manos, cierran hasta tal punto el puño que se lastiman con sus propias uñas, así las palmas de las manos enrojecidas o blanqueadas, según sea el caso, por arco reflejo accionan y, el helio contenido en los globos proporciona la elevación que era negada, por ello, libertad como palabra repetida y llevada a grito, solo pompa de jabón es, expuesta al viento.

La libertad es agua viva. Viva la Libertad!