¿Cómo entender a Isaías Rodríguez?
Por: Manuel Isidro Molina
El ex Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez, acaba de denunciar una operación desestabilizadora contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, mediante campaña internacional orquestada en contra de las instituciones, entre ellas la Fiscalía a través de su persona, objeto de críticas (que comparto), burlas y descalificaciones personales (que no comparto y condeno).
Lo tomo como tema de esta semana, porque el ex Fiscal General ha sido un importante actor del Poder Público Nacional (Vicepresidencia Ejecutiva de la República, Asamblea Nacional Constituyente, FGR) y ahora se re-estrena simultáneamente como dirigente político del PSUV y conjuez suplente de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Su más grave error en la FGR fue actuar como apéndice del gobierno y subalterno del presidente Hugo Chávez Frías, además de agente político del partido MVR (Movimiento Quinta República) de cuya dirección política formó parte. Le faltó sentido histórico y equilibrio a la hora de accionar desde el Ministerio Público. Más grave aún, fue su extraño proceder personal desatendiendo a su alta investidura y queriendo aparecer como un paisano cualquiera: habló demasiado y se enredó en una tonelada de estopa.
La CIA existe, pero…
No soy de quienes pretenden establecer el axioma según el cual la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos de América no trabaja en Venezuela. Esa afirmación es tan necia como decir que la CIA actúa en todas partes del mundo, menos en Venezuela. Y si alguna obligación tienen los cuerpos de seguridad del Estado –en todo tiempo- es seguirle los pasos a los espías internacionales (cualquiera sea su nacionalidad o adscripción a un gobierno extranjero) y a sus conexiones o piezas nacionales –que también las hay, en Venezuela y en cualquier país del mundo.
A los dignatarios de un país les corresponde no facilitar con sus errores e incompetencias las labores de espionaje extranjero y su accionar para afectar la imagen y las acciones del gobierno nacional (cualquiera sea el país, repito). Unos poderes públicos honestos y capaces son menos vulnerables que los enervados por la corrupción y la incompetencia. Un poder público consciente de sus competencias, limitaciones y obligaciones es menos vulnerable que uno afectado por la desfachatez, las transgresiones abusivas y el desconocimiento de las pautas constitucionales y legales. Eso fue lo que no asumió Isaías Rodríguez en su cargo de FGR.
Ahora, paga esas culpas, enredado como está en las piruetas de su "testigo estrella" Giovani Vásquez, ese mentiroso timador colombiano que, estimo, provino de una bien montada operación de los asesinos paramilitares colombianos y sus conexiones militares y gubernamentales, para contaminar el expediente del asesinato del fiscal Danilo Anderson, cuya historia personal es otro cuento, y no precisamente de hadas.
Isaías debe asumir sus responsabilidades y no escudándose en la persona del presidente Hugo Chávez. Un verdadero Fiscal General no se faldea. Ese es su problema.
Lo tomo como tema de esta semana, porque el ex Fiscal General ha sido un importante actor del Poder Público Nacional (Vicepresidencia Ejecutiva de la República, Asamblea Nacional Constituyente, FGR) y ahora se re-estrena simultáneamente como dirigente político del PSUV y conjuez suplente de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Su más grave error en la FGR fue actuar como apéndice del gobierno y subalterno del presidente Hugo Chávez Frías, además de agente político del partido MVR (Movimiento Quinta República) de cuya dirección política formó parte. Le faltó sentido histórico y equilibrio a la hora de accionar desde el Ministerio Público. Más grave aún, fue su extraño proceder personal desatendiendo a su alta investidura y queriendo aparecer como un paisano cualquiera: habló demasiado y se enredó en una tonelada de estopa.
La CIA existe, pero…
No soy de quienes pretenden establecer el axioma según el cual la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos de América no trabaja en Venezuela. Esa afirmación es tan necia como decir que la CIA actúa en todas partes del mundo, menos en Venezuela. Y si alguna obligación tienen los cuerpos de seguridad del Estado –en todo tiempo- es seguirle los pasos a los espías internacionales (cualquiera sea su nacionalidad o adscripción a un gobierno extranjero) y a sus conexiones o piezas nacionales –que también las hay, en Venezuela y en cualquier país del mundo.
A los dignatarios de un país les corresponde no facilitar con sus errores e incompetencias las labores de espionaje extranjero y su accionar para afectar la imagen y las acciones del gobierno nacional (cualquiera sea el país, repito). Unos poderes públicos honestos y capaces son menos vulnerables que los enervados por la corrupción y la incompetencia. Un poder público consciente de sus competencias, limitaciones y obligaciones es menos vulnerable que uno afectado por la desfachatez, las transgresiones abusivas y el desconocimiento de las pautas constitucionales y legales. Eso fue lo que no asumió Isaías Rodríguez en su cargo de FGR.
Ahora, paga esas culpas, enredado como está en las piruetas de su "testigo estrella" Giovani Vásquez, ese mentiroso timador colombiano que, estimo, provino de una bien montada operación de los asesinos paramilitares colombianos y sus conexiones militares y gubernamentales, para contaminar el expediente del asesinato del fiscal Danilo Anderson, cuya historia personal es otro cuento, y no precisamente de hadas.
Isaías debe asumir sus responsabilidades y no escudándose en la persona del presidente Hugo Chávez. Un verdadero Fiscal General no se faldea. Ese es su problema.
Etiquetas: caso Anderson
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