Se acaba el tiempo para el Gran Viraje Económico
Nos guste o no, dos acontecimientos transcendentales, uno en el plano económico y otro en el plano científico-tecnológico revelan que se agota el tiempo para el gran viraje de nuestro país en materia económica. El primer acontecimiento está ocurriendo actualmente: La terrible crisis financiera de los Estados Unidos que presagia una recesión económica mundial sin precedentes, la que se traducirá muy posiblemente en una reducción sensible del consumo energético. El segundo acontecimiento será la sustitución del petróleo por una nueva fuente energética, de la cual muy pronto conocerá el mundo. Este nuevo combustible causará una revolución tecnológica y económica por ser de costo insignificante y absolutamente no contaminante. No se trata de escandalizar ni de que pretendamos convertirnos en profetas del desastre. Es nuestro deber como venezolanos alertar al país nacional y al alto gobierno para que aplique sin demora las medidas necesarias de orden económico y monetario, so pena de que Venezuela se convierta en un segundo Haití en poco tiempo. En este artículo sugerimos algunas de esas medidas.
Ahora bien, ¿En qué consiste grosso modo ese nuevo descubrimiento tecnológico y cuáles serán las principales consecuencias de su implantación en todo el mundo?
Se trata de una nueva máquina energética con tres características fundamentales: 1° Funciona con un combustible de costo prácticamente cero. 2° No produce contaminación alguna. 3° No requiere almacenamiento ni recarga del combustible, lo cual hará que llegue a ser tan común como los televisores y computadoras personales.
Entre las principales consecuencias que tendrá el nuevo artefacto podemos citar:
1° Se minimizarán los costos de transporte al utilizarse la nueva máquina como elemento motriz para todo el transporte terrestre, aéreo y marítimo. 2° Toda la energía eléctrica que se necesita en los hogares, fábricas, edificios, etc., se podrá generar a partir de la nueva máquina. Por lo tanto, ya no serán necesarias refinerías para producir gasolina, ni plantas nucleares o atómicas, ni centrales hidroeléctricas, ni biocombustibles. 3° Se podrán desmantelar por innecesarias todas las redes de transmisión eléctrica de alto voltaje, desapareciendo así la contaminación visual que ocasionan dichas redes y abaratándose enormemente los costos de electrificación. 4° Tenderá a desaparecer el consumo de combustibles fósiles (gasolina, carbón, etc.), nucleares o atómicos, con lo cual se reducirán en alto grado la contaminación ambiental y el calentamiento global.
En lo que respecta a Venezuela, PDVSA perderá grandemente su importancia, pues el consumo de petróleo caerá drásticamente. No tendría sentido que el gobierno siga construyendo refinerías en otros países. CITGO, por otra parte, sería innecesaria, al igual que las estaciones de servicio actuales. De hecho, la industria más importante del país (si el gobierno lo permite) serían las fábricas de las nuevas máquinas.
Para enfrentar la caída brutal de los precios del petróleo que vendrá, es apremiante llevar a cabo la reactivación de la industria y agroindustria nacionales, para lograr la autosuficiencia alimentaria y reducir la peligrosa dependencia del petróleo. Para ello es urgente cambiar radicalmente el rumbo de la política económica y monetaria actual
En base a las informaciones que poseemos, la nueva máquina aparecerá en el primer semestre de 2009, a más tardar. Por supuesto que luego vendrá una etapa de desarrollo y de sustitución de la mayoría de los combustibles actuales. Estimamos en 4 años como máximo el tiempo de que dispone el gobierno para lograr al menos la autosuficiencia alimentaria. Pero es indispensable que inicie el Gran Viraje cuanto antes.
Entre las medidas que debe adoptar el gobierno, con carácter de urgencia sugerimos:
1° La revaluación del bolívar, a los fines de minimizar los costos de producción de nuestras empresas, aumentar el equivalente actual en dólares del salario mínimo (372 US$) y de la gasolina (0,17 US$ el galón). Por ejemplo, si se lleva el tipo de cambio a 0,367 Bs. F. /US$, el salario mínimo y el galón de gasolina pasarían a valer a 2.177 US$. y 1,0 US$, respectivamente, manteniendo su valor actual en bolívares fuertes (799 y 0,367, respectivamente). 2° Exigir a nuestros clientes que paguen en bolívares hasta el 50% de la factura petrolera, con el objeto de fortificar el bolívar y convertirlo de nuevo en una moneda dura, de aceptación internacional. En un excelente artículo, Alberto Pérez Visnapuu ha propuesto recientemente el cobro en bolívares del 100% de la factura petrolera. ( http://www.aporrea.org/actualidad/a64709.html )
La aplicación de ambas medidas causará el derrumbe del mercado paralelo, un alto ingreso de divisas al país, la minimización de la inflación a mediano plazo y la reactivación del aparato industrial y agroindustrial venezolano, gracias al aumento considerable de la productividad, como resultado de la revaluación.
1 Comments:
Eso de exigir el pago en bolívares es una gran falacia, puesto que actualmente si quisiera el gobierno podria vender todos sus dólares. ESto de hecho lo realiza parcialmente el gobierno con la venta de bonos. PAra el cambio de moneda no se necesita involucrar al cliente. Otra cosa es fijar el precio en bolívares y recibir el pago al cambio actual que si representa una política que puede ser o no ser conveniente pero si sería una política. Lo otro es solo unas frase vacia lanzada al aire
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