In Memoriam de Fabricio Ojeda:
Por: Maria Walter
Disponer de los medios de comunicación para proyectar en el imaginario colectivo la idea de la ocupación militar de los puestos de trabajo del Metro de Caracas facilita la fórmula que el INTI viene adelantando en la ocupación de tierras en producción, concreción del claro carácter militarista de este Estado corrupto que disfraza la real situación de pérdidas en las empresas de Guayana con la calificación de corruptos a sus sindicalistas y la mediática creación de la “nueva siderurgia nacional”, cortina precisa para distraer la atención sobre la venta de las siete toneladas de oro monetario realizada por el Banco Central de Venezuela para cubrir las pérdidas originadas por el traspaso de 12,5 millardos de dólares de las reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional.
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La marquesina montada en base a la estrategia del trapo rojo no puede confundirnos, para quienes aún confían en que el accionar de este gobierno nos conducirá a mejores condiciones de vida, es necesario entonces, recordar que la gerencia “revolucionaria” que pretende asumir empresas como Cargill -la productora estadounidense de arroz parbolado- e incluso el venezolano Grupo Polar es la misma gerencia que decidió entregar al capital energético internacional la faja petrolífera del Orinoco; dejar de producir y vender Orimulsión[1], comprometer producción petrolera a futuro e incluso desnacionalizar en el 2000 a la Electricidad de Caracas para fraudulentamente dizque nacionalizarla en el 2007 llevándola a la situación de colapso en que se encuentra hoy bajo la coordinación de la Corporación Eléctrica. Las comunidades. aledañas al Núcleo Endógeno Fabricio Ojeda[2] y las ubicadas a lo largo del eje que abarca la carretera Acarigua/ Barquisimeto (Finca El Maizal) fueron convocadas a “la construcción del socialismo” sin embargo, ha de decirse con toda responsabilidad que, si de lo que se trata es impulsar un Plan de Siembra Nacional éste no puede concebirse sobre la destrucción de las unidades productivas activas sino, utilizando la estrategia de sumar voluntades. La implementación de una política alimentaria cónsona a nuestra condición de pueblo Libre en un país donde las extraordinarias condiciones de los suelos solo requiere del fortalecimiento del sistema de riego y de apoyo técnico-crediticio como estímulo a la actividad son condiciones de ser aprovechadas, por ello, si algo reclama la Nación es la planificación del sector agrícola (y pecuario) atendiendo realmente a criterios técnicos, es decir, optar por fórmulas de optimización de la producción que favorezcan la obtención del máximo rendimiento por hectárea en las unidades de producción existentes. Suficientes son las tierras propiedad del Estado –propiedad de todos- aptas para la producción que se encuentran ociosas, readjudicarlas mediante título de propiedad a todo aquel(aquella) que esté dispuesto(a) a sumarse al logro colectivo de un Plan de Siembra Nacional , es lo procedente.
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Permanecer “apegados” a la teoría del absurdo que, concibe el socialismo como la férrea voluntad de acción estatal demoledora del aparato productivo nacional instaurado en nada favorece el interés nacional, ya que, “la línea” de amenazar (y arremeter) contra unidades productivas privadas solo evidencia que “alienados desde el poder”, la perspectiva de lo que realmente significa el logro social compartido, se ha perdido. Descalificar al “productor privado por oligarca” solo es expresión de los atrasados principios ideológicos de los que se nutre la acción que actualmente se desarrolla en el campo y que se pretende extender al área urbana… Lejos de amenazas, el sector productivo requiere precisamente es de seguridad jurídica que, en la práctica se traduce en estímulo, protección (incluso arancelaria) y apoyo técnico-crediticio para romper el alto grado de dependencia (mas del 83% de lo que se consume en alimentos es importado).
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La accesibilidad a los nutrientes que el organismo humano requiere para el mantenimiento de la vida exige de la garantía alimentaria, en la medida que la importación alimentaria sea la manera de alcanzar tal garantía, la soberanía alimentaria estará comprometida exponiendo a la Nación a un alto grado de debilidad estratégica -realidad que se obvia por completo de manera temeraria cuando lejos de abogar por la unión entre los distintos factores de la sociedad venezolana, se juega a la siembra del odio auspiciador de la guerra fraticida con el agravante, de la precariedad existente en el sector salud- por ello, en aras de la garantía y la soberanía alimentaria y la convivencia pacifica se requiere con urgencia gobierne la sensatez y provea, una política de inversión compartida/producción/accesibilidad a los mercados para en justicia, favorecer que todos los productores del campo tengan acceso a oportunidades crediticias y apoyo técnico, así como también, efectivamente garantizar la propiedad histórica de la tierra y brindar seguridad a la vida, siendo los mas débiles entre los débiles, nuestros padres aborígenes, nuestra población indígena que hoy por hoy diezmada, sigue siendo desplazada de sus territorios ancestrales con las consecuencias lamentables en materia nutricional y cultural.
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Romper el círculo del absurdo es responsabilidad colectiva. Justicia para la Justicia.
[1] TRAVIESO LUGO, Fernando: Determinantes Geopolíticos de la Orimulsión : " La Orimulsión constituye el único producto inventado en Venezuela con aceptación mundial por parte de las termoeléctricas, independiente de las transnacionales estadounidenses y europeas ligadas al sector petrolero y eléctrico, por lo que su producción y comercialización es la herramienta básica con cuenta Venezuela para escapar del subdesarrollo". Contraportada.
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2 Carta de renuncia del Diputado Fabricio Ojeda al Congreso Nacional (30 de junio de 1962): http://www.vive.gob.ve/imprimir.php?id_not=7135
Etiquetas: orimulsión
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