Servilismo Abyecto Y Repugnante
Por: José Rafael López Padrino
Las declaraciones recientes de la virreina Jacqueline Farias, autoridad impuesta por el tte coronel para ejercer el cargo de jefe de gobierno del Distrito Capital demuestran el grotesco y nauseabundo culto a la personalidad que se le rinde a la figura del huidizo de Miraflores. Afirmar que “el dedo de Chávez es el dedo del pueblo” - algo así como la “mano de Dios”- refleja el humillante grado de servilismo y entrega enquistados entre los seguidores del tte coronel.
El culto a la personalidad de los líderes ha sido uno de los peores vicios políticos entre los tantos que han enturbiado las aguas de los regímenes totalitarios de corte nazi-fascistas. Su base teórica radica en la concepción idealista (anti-marxista) de la historia, según la cual el curso de esta última no es determinado por la acción de las masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los hombres -caudillos militares- (Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco, etc.). Lo que vemos reflejado en las declaraciones de la virreina Farias, al igual que en todos los asalariados del oficialismo, es una ciega inclinación ante la figura del tte coronel, es la conversión de su imagen en un verdadero tótem al cual se le rinde pleitesía sin límites.
A estos neofascistas que suelen disfrazarse de revolucionarios, bien vale la pena recordarle que Marx dijo en cierta ocasión, que detestaba el servilismo, esa personalidad típica de quien asume deliberada y gozosamente su destino de criado, de siervo, de esclavo rastrero que se humilla y se degrada ante el poder, que carece de autoestima, orgullo y dignidad. Hay que reconocer que esta mal llamada revolución ha sido más que exitosa en la proliferación de esos serviles por quienes Marx sentía un gran desprecio. Rojos-rojitos que buscan como agradar al amo, que reptan y lamen la bota en busca de la migaja que el gran líder con uniforme y pistola esta dispuesto a darle.
Pero además en las declaraciones de la virreina Farias se percibe la concepción nazi-fascista que priva entre los seguidores de este proyecto perverso, al considerar que el tte coronel Chávez es el guía infalible de toda la nación y que el mismo encarna por voluntad divina los deseos del pueblo. ¿De cual pueblo habla la virreina Farias? ¿Cuantos ciudadanos fueron consultados para la escogencia de ella como la jefa de gobierno del Distrito Capital? Como buenos fachos -con boina colará- apelan a la figura del pueblo para justificar las más ruines y pérfidas acciones.
El autoritario de Sabaneta pretende imponernos su proyecto militarista a través de personajes abyectos, y serviles como la Jacqueline Farias, o la triste jueza Marjorie Calderón quienes solo responden a su voz de mando.
Las declaraciones recientes de la virreina Jacqueline Farias, autoridad impuesta por el tte coronel para ejercer el cargo de jefe de gobierno del Distrito Capital demuestran el grotesco y nauseabundo culto a la personalidad que se le rinde a la figura del huidizo de Miraflores. Afirmar que “el dedo de Chávez es el dedo del pueblo” - algo así como la “mano de Dios”- refleja el humillante grado de servilismo y entrega enquistados entre los seguidores del tte coronel.
El culto a la personalidad de los líderes ha sido uno de los peores vicios políticos entre los tantos que han enturbiado las aguas de los regímenes totalitarios de corte nazi-fascistas. Su base teórica radica en la concepción idealista (anti-marxista) de la historia, según la cual el curso de esta última no es determinado por la acción de las masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los hombres -caudillos militares- (Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco, etc.). Lo que vemos reflejado en las declaraciones de la virreina Farias, al igual que en todos los asalariados del oficialismo, es una ciega inclinación ante la figura del tte coronel, es la conversión de su imagen en un verdadero tótem al cual se le rinde pleitesía sin límites.
A estos neofascistas que suelen disfrazarse de revolucionarios, bien vale la pena recordarle que Marx dijo en cierta ocasión, que detestaba el servilismo, esa personalidad típica de quien asume deliberada y gozosamente su destino de criado, de siervo, de esclavo rastrero que se humilla y se degrada ante el poder, que carece de autoestima, orgullo y dignidad. Hay que reconocer que esta mal llamada revolución ha sido más que exitosa en la proliferación de esos serviles por quienes Marx sentía un gran desprecio. Rojos-rojitos que buscan como agradar al amo, que reptan y lamen la bota en busca de la migaja que el gran líder con uniforme y pistola esta dispuesto a darle.
Pero además en las declaraciones de la virreina Farias se percibe la concepción nazi-fascista que priva entre los seguidores de este proyecto perverso, al considerar que el tte coronel Chávez es el guía infalible de toda la nación y que el mismo encarna por voluntad divina los deseos del pueblo. ¿De cual pueblo habla la virreina Farias? ¿Cuantos ciudadanos fueron consultados para la escogencia de ella como la jefa de gobierno del Distrito Capital? Como buenos fachos -con boina colará- apelan a la figura del pueblo para justificar las más ruines y pérfidas acciones.
El autoritario de Sabaneta pretende imponernos su proyecto militarista a través de personajes abyectos, y serviles como la Jacqueline Farias, o la triste jueza Marjorie Calderón quienes solo responden a su voz de mando.
2 Comments:
jajajaja Buenísimo el dedo correspondiente. Aserne, te dejé el Premio Dardos en mi Blog. Saludos. Magda
El servilismo al lider es una manifestación inevitable del dominio del Estado. El autoritarismo de todo Estado contra la sociedad asume siempre la forma de culto a la personalidad de aquella figura que rige al Estado....pero el Estado siempre requiere de una figura. Es un asunto de estructura de poder.En Venezuela primero el caudillismo y luego el presidencialismo expresaron esa ley del Poder.
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