Petróleo e inflación
Por: Orlando Ochoa
El precio del petróleo viene recuperándose de los niveles más bajos del primer trimestre del 2009. Incluso, de mantenerse el crudo W.T.I. en un promedio $72 durante el segundo semestre del 2009, nuestro promedio anual pueda llegar a estar en $55 por barril, un precio muy cercano a los $56,35 que tuvimos en el 2006. La comparación puede llevar a recordar que en el 2006 el crecimiento económico fue de 10,3 por ciento del PIB, y que por tanto los problemas fiscales y económicos del país del 2009 se pueden aliviar substancialmente con ese nivel de precios.
El análisis anterior es el más común y aunque, naturalmente, mientras sube el precio del crudo aumenta la entrada en divisas y los ingresos fiscales en bolívares de la Tesorería Nacional, hay factores adicionales que hacen la situación más complicada. El primero es la inflación. Si tomamos como referencia el Índice de Precios al Consumidor de junio 2006 y lo comparamos con el de mayo 2009, encontramos que a pesar de subsidios y regulación, la tasa de inflación fue de 97 por ciento en ese lapso. Esto quiere decir que cada bolívar de gasto público en 2009 compra casi la mitad (48% menos) de lo que compraba a mediados del 2006. Algunos otros ingresos fiscales del gobierno se elevan, en términos nominales, con la más alta inflación, tales como el IVA, pero otros definitivamente decaen en su poder adquisitivo, como es el caso del ingreso petrolero a tipo de cambio fijo (2,15 Bs/$).
El Gobierno, causante de la inflación con su política económica (uso del financiamiento monetario al tomar reservas internacionales y un distorsionante control de cambios), puede elevar su propio poder adquisitivo del ingreso petrolero a través de la devaluación del bolívar en la misma proporción que la inflación (97%), o aumentar el volumen de exportación petrolera. Lo primero, aumentaría los ingresos fiscales en bolívares, pero hundiría en la pobreza a un alto porcentaje de ciudadanos cuyo poder adquisitivo caería al elevarse aun más la inflación, luego de la devaluación. Lo segundo, es imposible con la ineficiencia y corrupción de PDVSA, la cual también ha enfrentado elevación de costos de más de 100% en ese lapso. Este análisis simplificado sirve para explicar que la sola elevación del precio del petróleo, sin lidiar con la inflación acumulada, no resuelve el problema de fondo económico y fiscal.
El precio del petróleo viene recuperándose de los niveles más bajos del primer trimestre del 2009. Incluso, de mantenerse el crudo W.T.I. en un promedio $72 durante el segundo semestre del 2009, nuestro promedio anual pueda llegar a estar en $55 por barril, un precio muy cercano a los $56,35 que tuvimos en el 2006. La comparación puede llevar a recordar que en el 2006 el crecimiento económico fue de 10,3 por ciento del PIB, y que por tanto los problemas fiscales y económicos del país del 2009 se pueden aliviar substancialmente con ese nivel de precios.
El análisis anterior es el más común y aunque, naturalmente, mientras sube el precio del crudo aumenta la entrada en divisas y los ingresos fiscales en bolívares de la Tesorería Nacional, hay factores adicionales que hacen la situación más complicada. El primero es la inflación. Si tomamos como referencia el Índice de Precios al Consumidor de junio 2006 y lo comparamos con el de mayo 2009, encontramos que a pesar de subsidios y regulación, la tasa de inflación fue de 97 por ciento en ese lapso. Esto quiere decir que cada bolívar de gasto público en 2009 compra casi la mitad (48% menos) de lo que compraba a mediados del 2006. Algunos otros ingresos fiscales del gobierno se elevan, en términos nominales, con la más alta inflación, tales como el IVA, pero otros definitivamente decaen en su poder adquisitivo, como es el caso del ingreso petrolero a tipo de cambio fijo (2,15 Bs/$).
El Gobierno, causante de la inflación con su política económica (uso del financiamiento monetario al tomar reservas internacionales y un distorsionante control de cambios), puede elevar su propio poder adquisitivo del ingreso petrolero a través de la devaluación del bolívar en la misma proporción que la inflación (97%), o aumentar el volumen de exportación petrolera. Lo primero, aumentaría los ingresos fiscales en bolívares, pero hundiría en la pobreza a un alto porcentaje de ciudadanos cuyo poder adquisitivo caería al elevarse aun más la inflación, luego de la devaluación. Lo segundo, es imposible con la ineficiencia y corrupción de PDVSA, la cual también ha enfrentado elevación de costos de más de 100% en ese lapso. Este análisis simplificado sirve para explicar que la sola elevación del precio del petróleo, sin lidiar con la inflación acumulada, no resuelve el problema de fondo económico y fiscal.
Etiquetas: Análisis Económico
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home