Conquistemos el Corazón de la Juventud
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Correo: aserne2009@gmail.com
“La juventud no está hecha para el placer sino para el heroísmo”. Paul Claudel
La escasa participación de la juventud en la lucha contra el neo-totalitarismo en Venezuela, es un tema que siempre debe estar sobre el tapete de las organizaciones políticas para su análisis, búsqueda de respuestas y soluciones. Los jóvenes son los actores más importantes y determinantes de la sociedad. El Tte. Coronel en este sentido esta muy claro, por esto pretende lavarles el cerebro a través de su criminal plan masivo de ideologización, que los transformará en zombis al servicio de su macabro proyecto comunifacho.
El panorama para los jóvenes se pinta color de hormiga. Los cupos en las universidades más prestigiosas son limitados y los bodrios bolivarianos no son alternativas válidas, para cruzar los mares del conocimiento, pues se tratan de barquitos piratas que no les garantizan, una vez graduados, accesos a buenos empleos y a un futuro seguro. Los egresados de las universidades prestigiosas, huyen lejos de sus terruños, buscando oportunidades reales de crecimiento humano y profesional. Emigran, porque las posibilidades para progresar, adquirir viviendas dignas o encontrar trabajos estables son exiguas. El deterioro de la situación económica y el cierre del 60% del parque industrial venezolano, constriñen el mercado laboral. Para mal de males, la siembra de odios desde el alto gobierno, ha prendido en la sociedad, impactando principalmente a los jóvenes, quienes ponen los muertos en la espiral de violencia que ensangrientan nuestras calles.
A pesar de esta aplastante situación, una inmensa mayoría de jóvenes se mantienen al margen del acontecer político. Están sumidos en la internet y en las rumbas, como si la cruda realidad no les tocará algún día. Alegan que detestan el hedor de la vieja política; que no quieren ser usados, para luego ser desechados cual preservativos; que aborrecen las prácticas clientelares, hegemónicas y personalistas de la actual dirigencia; que los partidos políticos copan sus espacios, castran sus iniciativas y cierran sus canales de participación.
Es muy importante reflexionar sobre las críticas que expresan los jóvenes. La lucha contra el neo-totalitarismo es sólo posible ganarla si logramos incorporarlos al combate político, hacerlos parte y arte de un proyecto nacional que enmiende errores del pasado y que además, conquiste sus conciencias y sus corazones. Si fallamos en este objetivo, la victoria final nos será negada.
Correo: aserne2009@gmail.com
“La juventud no está hecha para el placer sino para el heroísmo”. Paul Claudel
La escasa participación de la juventud en la lucha contra el neo-totalitarismo en Venezuela, es un tema que siempre debe estar sobre el tapete de las organizaciones políticas para su análisis, búsqueda de respuestas y soluciones. Los jóvenes son los actores más importantes y determinantes de la sociedad. El Tte. Coronel en este sentido esta muy claro, por esto pretende lavarles el cerebro a través de su criminal plan masivo de ideologización, que los transformará en zombis al servicio de su macabro proyecto comunifacho.
El panorama para los jóvenes se pinta color de hormiga. Los cupos en las universidades más prestigiosas son limitados y los bodrios bolivarianos no son alternativas válidas, para cruzar los mares del conocimiento, pues se tratan de barquitos piratas que no les garantizan, una vez graduados, accesos a buenos empleos y a un futuro seguro. Los egresados de las universidades prestigiosas, huyen lejos de sus terruños, buscando oportunidades reales de crecimiento humano y profesional. Emigran, porque las posibilidades para progresar, adquirir viviendas dignas o encontrar trabajos estables son exiguas. El deterioro de la situación económica y el cierre del 60% del parque industrial venezolano, constriñen el mercado laboral. Para mal de males, la siembra de odios desde el alto gobierno, ha prendido en la sociedad, impactando principalmente a los jóvenes, quienes ponen los muertos en la espiral de violencia que ensangrientan nuestras calles.
A pesar de esta aplastante situación, una inmensa mayoría de jóvenes se mantienen al margen del acontecer político. Están sumidos en la internet y en las rumbas, como si la cruda realidad no les tocará algún día. Alegan que detestan el hedor de la vieja política; que no quieren ser usados, para luego ser desechados cual preservativos; que aborrecen las prácticas clientelares, hegemónicas y personalistas de la actual dirigencia; que los partidos políticos copan sus espacios, castran sus iniciativas y cierran sus canales de participación.
Es muy importante reflexionar sobre las críticas que expresan los jóvenes. La lucha contra el neo-totalitarismo es sólo posible ganarla si logramos incorporarlos al combate político, hacerlos parte y arte de un proyecto nacional que enmiende errores del pasado y que además, conquiste sus conciencias y sus corazones. Si fallamos en este objetivo, la victoria final nos será negada.
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