NarcoEstado: Las 4 banquicuevas
Por: Ángel Rodríguez-Valdés
Tomado de: Tal Cual
Gráfica: Robert Morgenthau
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Esto de los 4 banquitos intervenidos y la detención del boliburgués Ricardo Fernández Barrueco tiene trazas de no llegar a conocerse jamás en detalle, al menos oficialmente.
Esto de los 4 banquitos intervenidos y la detención del boliburgués Ricardo Fernández Barrueco tiene trazas de no llegar a conocerse jamás en detalle, al menos oficialmente.
El ministro de Finanzas anunció la intervención a puertas abiertas y pidió confianza, pero una vez que el gobierno y los boligarcas retiraron sus depósitos, el Comandante se decidió por la intervención a puertas cerradas y por la liquidación de 2 de los 4 banquicuevas. Y va el ministro y nos dice que la culpa de todo la tiene el sistema capitalista. Otro embuste más, pues que los banquicuevas fueron alimentados por este sucialismo del siglo XXI, robolucionario. Conclusión, Fernández Barrueco preso y con la lengua amarrada y los funcionarios que depositaron en los 4 banquicuevas, libres y disfrutando sus comisiones en dólares del Imperio. Pagará Fogade hasta donde le llegue, con dinero de todos los venezolanos y tranquilos que por muchas denuncias que lluevan, aquí manda el Comandante Impunidad y una franelita roja es suficiente protección.
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Se han tejido muchas conjeturas sobre la detención de Ricardo Fernández Barrueco, que si peleas internas; si alguna idea une a la boliburguesía de este sucialismo es su adicción a los dólares imperiales. Su detención se determinó entre otras razones porque se temía que este asunto pudiese ventilarse fuera de Venezuela. Se conocía el hecho de que el fiscal de Nueva York, Robert Morgenthau, seguía tras los malos pasos de Ricardo Fernández Barrueco ligado a personajes del alto gobierno, así que acordaron anticiparse a la posible captura del sujeto por parte de las autoridades norteamericanas. Imagínense a Fernández Barrueco cantando como un Antonini cualquiera.
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El desastre.
Al superintendente de Bancos, Hernández Behrens, trataron de desprestigiarlo, pero finalmente se impuso el peso de las pruebas de corrupción y se ordenó la intervención de los banquicuevas.
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La detención obedecía a la necesidad robolucionaria de librarlo de las manos del fiscal neoyorquino, de silenciarlo, en fin. Y es que tras de sus malos pasos andaba, como ya dijimos, el fiscal Robert Morgenthau, el mismo que encanó a Orlando Castro, convertido hoy en rojo, rojito. Resguardado en Venezuela, el boliburgués Ricardo Fernández Barrueco no puede cantar en el Imperio, pero alguien muy poderoso enterado de la movida, alertó a otro de los boliburgueses implicados y Torres Ciliberto desapareció. Ese hombre, libre y en el exterior, es un peligro y una molestia. ¡Digo yo!
Etiquetas: Delitos Financieros, Pedro José Torres Ciliberto
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