Chávez y su adhesión al terrorismo del Hamas
Fuente: Porisrael.org Dori Lustron
Por: Ruben Kaplan
Fecha Publicación Original : 10 Enero, 2009
Con la ominosa expulsión del embajador de Israel Shlomo Cohen y su personal diplomático acreditado en Venezuela, el simiesco y proclive a la verborragia (benévolo eufemismo de charlatán) Hugo Rafael Chávez Frías ratificó su compromiso con los grupos terroristas.
El mandatario venezolano, denunciado por centenares de escritores, artistas, profesores e investigadores de su país y sudamericanos por evidenciar signos ignominiosos de racismo antisemita, tuvo como uno de sus mentores e ideólogos predilectos al fallecido sociólogo argentino Norberto Ceresole, notorio antisemita, cuya obra ha sido profusamente difundida entre los islamistas radicales, partidarios de la propagación internacional del terror. Ceresole, quien fuera dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo, movimiento terrorista argentino que junto a Montoneros, con su accionar sedicioso, generaron la feroz respuesta de la dictadura militar argentina, aquella que en lugar de juzgar mediante la ley a los responsables de atentados subversivos, como hizo Italia con Las Brigadas Rojas, optó por el asesinato y desaparición forzada de miles de sus integrantes, lo que constituyó una clara forma de terrorismo de Estado.
Chávez, grotesco remedo del dictador cubano Fidel Castro, es un antisemita y populista que coquetea con la violencia revolucionaria. Golpista, corrupto y demagogo, busca afanosamente perpetuarse en el poder en Venezuela, valiéndose de todos los medios a su alcance.
Está comprobado que el grupo terrorista chiíta Hezbollah junto a La Guardia Revolucionaria de Irán, país que lo financia y arma, han designado a Caracas como base de sus operaciones para expandir la Jihad en Sudamérica. Hugo Chávez invitó a “misioneros” chiítas para convertir a los Guajiros y otros indígenas de la Amazona venezolana , al Islam. La tribu Wayuu ha devenido musulmana, sus mujeres se ponen el velo, mientras que los hombres se adiestran en el uso de fusiles Kalashnikov. También se hacen fotografiar con cinturones cargados de explosivos, emulando a los fanáticos suicidas, para regocijo de Ahmadinejad y otros grupos terroristas del Medio Oriente.
Irán, que también subvenciona con millones de dólares mensuales al Hamas aprovecha la distracción de Occidente para proseguir con su indeclinable intención de obtener armamento nuclear.
El enfrentamiento entre Israel y los terroristas del Hamas, ocupa un desmesurado espacio en la media internacional. Como escribiera el eximio abogado judío y profesor de leyes de Harvard Alan Dershowitz “Muy simplemente, Occidente siente fascinación y preocupación por la historia de Israel, una curiosidad acerca de él, una atracción e incluso una aversión hacia él que no guarda ninguna proporción con las dimensiones de la nación. Asimismo, Israel tiene una extraña capacidad de introducirse en las noticias como ningún otro país de cuatro millones de habitantes” (actualmente siete millones)
La mayor parte de la prensa de los distintos países del hemisferio tiene una actitud crítica con Israel y magnánima con el Hamas. No le perdonan al Estado hebreo el derecho a defender a su país de los miles de cohetes y misiles que cotidianamente lanzan los terroristas a su población civil desde hace ocho años. Ni siquiera el hecho que Israel se haya retirado de Gaza hace tres años para coadyuvar a la paz en la región y que el Hamas decidiera concluir unilateralmente la tregua de seis meses que había expirado, intensificando los ataques al sur de Israel, merece la consideración de los medios.
Claramente tendenciosos y parciales, carentes de objetividad , muchos medios de difusión se regodean exhibiendo desgarradoras imágenes de las víctimas del ejército israelí, la mayoría niños. Pocos denuncian que los terroristas se parapetan y usan como escudos a la población civil, en una clara demostración de desprecio por la vida de su propia gente.
En el día de ayer, la opinión pública se estremeció con la noticia que Israel había bombardeado a una escuela perteneciente a la UNWRA, el organismo de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos en el campamento de Jebalia en Gaza. Por el incidente el Tzahal fue denunciado como ejército nazi e Israel como genocida.
Hoy la agencia de noticias internacional Associated Press confirmó la versión del Ejército de Defensa de Israel que afirmaba que desde la escuela atacada disparaban terroristas del Hamas. AP agregó que entre los muertos se encuentran dos conocidos terroristas, los hermanos Imad Abu Askar y Hasan Abu Askar. El informe agrega que dos palestinos del barrio confirmaron lo aseverado por Israel, diciendo que un grupo de terroristas disparó morteros desde la calle de la escuela y luego escaparon entre la multitud de gente. Los palestinos manifestaron que quieren mantener el anonimato en virtud que temen por sus vidas. El temor se encuentra plenamente justificado. Suman decenas los palestinos ejecutados por el Hamas en la vía pública, por la presunción de colaborar con Israel. Otros sospechosos tuvieron mejor suerte y sólo recibieron disparos en sus rodillas y aplastadas sus manos, en una interpretación moderada de la ley de la Sharia que rige en el territorio de Gaza.
A raíz de las noticias difundidas por la prensa, las principales capitales del mundo fueron escenario de nutridas manifestaciones, la mayoría a favor del Hamas y contra Israel. Musulmanes en Europa acompañados por la extrema izquierda, cantaban consignas antiisraelíes y antijudías, en una evidente confirmación que el viejo antisemitismo, está actualmente enmascarado como antisionismo.
En Argentina hubo un acto organizado por el piquetero oficialista Luis D’Elía, conocido por haber copado una comisaría y haber protagonizado agresiones e incidentes sin penalización y premiado con un cargo público. A la marcha, que lo tuvo como principal orador, concurrieron representantes musulmanes, organizaciones de izquierda, el partido comunista y las desprestigiadas Madres de Plaza de Mayo, otrora respetadas por la sociedad. En la manifestación se divisaban carteles con alusiones a los isrelíes como nazis y otros con la fotografía del líder del movimiento terrorista Hezbollah, el jeque Hassan Nasrallah.
D’Elía, de entrañable amistad con Chávez y Ahmadinejad al que visitó en Irán para expresarle su apoyo, a pesar de recaer sobre el país islámico la acusación de la Justicia argentina, de ser el responsable del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina el 18 de julio de 1994 y que cobró la vida de 86 personas, denunció desde el palco al Estado de Israel, al que llamó terrorista y perpetrador de masacres a escuelas palestinas, que provocaron la muerte de cientos de alumnos, maestros y civiles. Que atacó 30 ambulancias. Afirmó que 120.000 israelíes marcharon en Tel Aviv para denunciar la masacre de su gobierno. Como en pocas oportunidades la “Operación Plomo Fundido” tuvo un respaldo unánime y consenso entre los ciudadanos de Israel. La mendacidad de D’Elía al mejor estilo Goebbels, repugna.
Pareciera que la colosal campaña de distorsión, llegó hasta el Vaticano.
Imprevistamente, al grupo terrorista Hamas, le surgió un inesperado defensor. El cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano, formuló unas polémicas declaraciones en una entrevista concedida al diario italiano en Internet Il Sussidiario.net : “Poblaciones indefensas son siempre las que pagan. Observen las condiciones en Gaza; más y más, rememoran a un gran campo de concentración”.
Al cardenal Martino, antiguo nuncio ante la ONU, que desde 2002 preside Iustitia et Pax y desde la llegada del Papa Benedicto XVI, la Pastoral de los Inmigrantes, cabe preguntarle por su desafortunada comparación, si en los campos de concentración, los prisioneros tenían armas para atacar , podían defender sus vidas o gozaban de la mínima libertad.
Martino es conocido por haber sido la voz más punzante en el Vaticano en contra del ataque estadounidense a Irak y por imprudentes declaraciones amistosas acerca de Fidel Castro. Por estas razones y por otras, como la propuesta de introducir la hora de religión islámica en las escuelas, que provocó anatemas por parte del periodista italiano y licenciado en Ciencias Políticas Ernesto Galli Della Loggia y el filósofo y político también italiano Marcello Pera, que también fue presidente del Senado Italiano del 2001 al 2006, fue que lo etiquetaron como el “Cardenal Anti- Ratzinger”.
Hugo Chávez, que aspira a ser presidente vitalicio de Venezuela, pretende llevar a los tribunales internacionales a las autoridades israelíes y a George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, por los “crímenes que están cometiendo contra el pueblo palestino”.
En agosto del 2008, Rusia, uno de los aliados de Venezuela, atacó a Georgia y la acción militar contra el pequeño país del Cáucaso, provocó la muerte de 1500 civiles. El mamarracho Chávez, no expresó su condena con la teatralidad que lo caracteriza. Probablemente el mismo deba ser juzgado por triangular con Irán y Siria armamento para los terroristas palestinos.
El odio visceral de Chávez hacia Israel, quedó patentizado cuando en medio de un conflicto en donde apoyaba a la guerrilla de las FARC contra Colombia, enrostró al país vecino, ser el Israel de la región.
Venezuela es un socio privilegiado de la República Islámica de Irán, que a través de su presidente Ahmoud Ahmadinejad, amenazó en 30 oportunidades con borrar del mapa a Israel. Su influencia en Latinoamérica se extiende a Ecuador y Bolivia, que no retiran sus embajadores en Israel, por la sencilla razón que ni los tienen. El país del altiplano, anunció la instalación de un canal de televisión de Irán, quedando en evidencia el avance del Islam en el continente.
Venezuela compró bonos de la Argentina y cobró al país hermano, tasas de interés que superan por escándalo las que pagaba éste al vilipendiado Fondo Monetario Internacional.
La presidente de la Argentina, Cristina Kirchner, por instancias del Congreso Judío Latinoamericano y Mundial, organizó el año pasado una reunión entre los dirigentes de las entidades judías y Chávez, con el propósito de lograr un acercamiento entre las partes. El cónclave fue rechazado por la comunidad judía de Venezuela que afirmaba que Chávez era antisemita y que la reunión era funcional a sus intereses políticos, en época electoral. Una extrema ingenuidad o la posibilidad de hacer negocios, llevaron a los representantes del CJM a reunirse con Chávez.
El hecho de declarar el presidente venezolano al embajador de Israel en Caracas, persona no grata y dándole un plazo perentorio de 72 horas para que abandone su país, hace sopesar a Israel, romper relaciones diplomáticas con la Venezuela de Hugo Chávez, quien conminó a los 15.000 judíos que viven en su país a que expresen su rechazo al ataque de Israel contra los terroristas del Hamas.
Fuente y distribucion: http://www.porisrael.org/
Por: Ruben Kaplan
Fecha Publicación Original : 10 Enero, 2009
Con la ominosa expulsión del embajador de Israel Shlomo Cohen y su personal diplomático acreditado en Venezuela, el simiesco y proclive a la verborragia (benévolo eufemismo de charlatán) Hugo Rafael Chávez Frías ratificó su compromiso con los grupos terroristas.
El mandatario venezolano, denunciado por centenares de escritores, artistas, profesores e investigadores de su país y sudamericanos por evidenciar signos ignominiosos de racismo antisemita, tuvo como uno de sus mentores e ideólogos predilectos al fallecido sociólogo argentino Norberto Ceresole, notorio antisemita, cuya obra ha sido profusamente difundida entre los islamistas radicales, partidarios de la propagación internacional del terror. Ceresole, quien fuera dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo, movimiento terrorista argentino que junto a Montoneros, con su accionar sedicioso, generaron la feroz respuesta de la dictadura militar argentina, aquella que en lugar de juzgar mediante la ley a los responsables de atentados subversivos, como hizo Italia con Las Brigadas Rojas, optó por el asesinato y desaparición forzada de miles de sus integrantes, lo que constituyó una clara forma de terrorismo de Estado.
Chávez, grotesco remedo del dictador cubano Fidel Castro, es un antisemita y populista que coquetea con la violencia revolucionaria. Golpista, corrupto y demagogo, busca afanosamente perpetuarse en el poder en Venezuela, valiéndose de todos los medios a su alcance.
Está comprobado que el grupo terrorista chiíta Hezbollah junto a La Guardia Revolucionaria de Irán, país que lo financia y arma, han designado a Caracas como base de sus operaciones para expandir la Jihad en Sudamérica. Hugo Chávez invitó a “misioneros” chiítas para convertir a los Guajiros y otros indígenas de la Amazona venezolana , al Islam. La tribu Wayuu ha devenido musulmana, sus mujeres se ponen el velo, mientras que los hombres se adiestran en el uso de fusiles Kalashnikov. También se hacen fotografiar con cinturones cargados de explosivos, emulando a los fanáticos suicidas, para regocijo de Ahmadinejad y otros grupos terroristas del Medio Oriente.
Irán, que también subvenciona con millones de dólares mensuales al Hamas aprovecha la distracción de Occidente para proseguir con su indeclinable intención de obtener armamento nuclear.
El enfrentamiento entre Israel y los terroristas del Hamas, ocupa un desmesurado espacio en la media internacional. Como escribiera el eximio abogado judío y profesor de leyes de Harvard Alan Dershowitz “Muy simplemente, Occidente siente fascinación y preocupación por la historia de Israel, una curiosidad acerca de él, una atracción e incluso una aversión hacia él que no guarda ninguna proporción con las dimensiones de la nación. Asimismo, Israel tiene una extraña capacidad de introducirse en las noticias como ningún otro país de cuatro millones de habitantes” (actualmente siete millones)
La mayor parte de la prensa de los distintos países del hemisferio tiene una actitud crítica con Israel y magnánima con el Hamas. No le perdonan al Estado hebreo el derecho a defender a su país de los miles de cohetes y misiles que cotidianamente lanzan los terroristas a su población civil desde hace ocho años. Ni siquiera el hecho que Israel se haya retirado de Gaza hace tres años para coadyuvar a la paz en la región y que el Hamas decidiera concluir unilateralmente la tregua de seis meses que había expirado, intensificando los ataques al sur de Israel, merece la consideración de los medios.
Claramente tendenciosos y parciales, carentes de objetividad , muchos medios de difusión se regodean exhibiendo desgarradoras imágenes de las víctimas del ejército israelí, la mayoría niños. Pocos denuncian que los terroristas se parapetan y usan como escudos a la población civil, en una clara demostración de desprecio por la vida de su propia gente.
En el día de ayer, la opinión pública se estremeció con la noticia que Israel había bombardeado a una escuela perteneciente a la UNWRA, el organismo de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos en el campamento de Jebalia en Gaza. Por el incidente el Tzahal fue denunciado como ejército nazi e Israel como genocida.
Hoy la agencia de noticias internacional Associated Press confirmó la versión del Ejército de Defensa de Israel que afirmaba que desde la escuela atacada disparaban terroristas del Hamas. AP agregó que entre los muertos se encuentran dos conocidos terroristas, los hermanos Imad Abu Askar y Hasan Abu Askar. El informe agrega que dos palestinos del barrio confirmaron lo aseverado por Israel, diciendo que un grupo de terroristas disparó morteros desde la calle de la escuela y luego escaparon entre la multitud de gente. Los palestinos manifestaron que quieren mantener el anonimato en virtud que temen por sus vidas. El temor se encuentra plenamente justificado. Suman decenas los palestinos ejecutados por el Hamas en la vía pública, por la presunción de colaborar con Israel. Otros sospechosos tuvieron mejor suerte y sólo recibieron disparos en sus rodillas y aplastadas sus manos, en una interpretación moderada de la ley de la Sharia que rige en el territorio de Gaza.
A raíz de las noticias difundidas por la prensa, las principales capitales del mundo fueron escenario de nutridas manifestaciones, la mayoría a favor del Hamas y contra Israel. Musulmanes en Europa acompañados por la extrema izquierda, cantaban consignas antiisraelíes y antijudías, en una evidente confirmación que el viejo antisemitismo, está actualmente enmascarado como antisionismo.
En Argentina hubo un acto organizado por el piquetero oficialista Luis D’Elía, conocido por haber copado una comisaría y haber protagonizado agresiones e incidentes sin penalización y premiado con un cargo público. A la marcha, que lo tuvo como principal orador, concurrieron representantes musulmanes, organizaciones de izquierda, el partido comunista y las desprestigiadas Madres de Plaza de Mayo, otrora respetadas por la sociedad. En la manifestación se divisaban carteles con alusiones a los isrelíes como nazis y otros con la fotografía del líder del movimiento terrorista Hezbollah, el jeque Hassan Nasrallah.
D’Elía, de entrañable amistad con Chávez y Ahmadinejad al que visitó en Irán para expresarle su apoyo, a pesar de recaer sobre el país islámico la acusación de la Justicia argentina, de ser el responsable del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina el 18 de julio de 1994 y que cobró la vida de 86 personas, denunció desde el palco al Estado de Israel, al que llamó terrorista y perpetrador de masacres a escuelas palestinas, que provocaron la muerte de cientos de alumnos, maestros y civiles. Que atacó 30 ambulancias. Afirmó que 120.000 israelíes marcharon en Tel Aviv para denunciar la masacre de su gobierno. Como en pocas oportunidades la “Operación Plomo Fundido” tuvo un respaldo unánime y consenso entre los ciudadanos de Israel. La mendacidad de D’Elía al mejor estilo Goebbels, repugna.
Pareciera que la colosal campaña de distorsión, llegó hasta el Vaticano.
Imprevistamente, al grupo terrorista Hamas, le surgió un inesperado defensor. El cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano, formuló unas polémicas declaraciones en una entrevista concedida al diario italiano en Internet Il Sussidiario.net : “Poblaciones indefensas son siempre las que pagan. Observen las condiciones en Gaza; más y más, rememoran a un gran campo de concentración”.
Al cardenal Martino, antiguo nuncio ante la ONU, que desde 2002 preside Iustitia et Pax y desde la llegada del Papa Benedicto XVI, la Pastoral de los Inmigrantes, cabe preguntarle por su desafortunada comparación, si en los campos de concentración, los prisioneros tenían armas para atacar , podían defender sus vidas o gozaban de la mínima libertad.
Martino es conocido por haber sido la voz más punzante en el Vaticano en contra del ataque estadounidense a Irak y por imprudentes declaraciones amistosas acerca de Fidel Castro. Por estas razones y por otras, como la propuesta de introducir la hora de religión islámica en las escuelas, que provocó anatemas por parte del periodista italiano y licenciado en Ciencias Políticas Ernesto Galli Della Loggia y el filósofo y político también italiano Marcello Pera, que también fue presidente del Senado Italiano del 2001 al 2006, fue que lo etiquetaron como el “Cardenal Anti- Ratzinger”.
Hugo Chávez, que aspira a ser presidente vitalicio de Venezuela, pretende llevar a los tribunales internacionales a las autoridades israelíes y a George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, por los “crímenes que están cometiendo contra el pueblo palestino”.
En agosto del 2008, Rusia, uno de los aliados de Venezuela, atacó a Georgia y la acción militar contra el pequeño país del Cáucaso, provocó la muerte de 1500 civiles. El mamarracho Chávez, no expresó su condena con la teatralidad que lo caracteriza. Probablemente el mismo deba ser juzgado por triangular con Irán y Siria armamento para los terroristas palestinos.
El odio visceral de Chávez hacia Israel, quedó patentizado cuando en medio de un conflicto en donde apoyaba a la guerrilla de las FARC contra Colombia, enrostró al país vecino, ser el Israel de la región.
Venezuela es un socio privilegiado de la República Islámica de Irán, que a través de su presidente Ahmoud Ahmadinejad, amenazó en 30 oportunidades con borrar del mapa a Israel. Su influencia en Latinoamérica se extiende a Ecuador y Bolivia, que no retiran sus embajadores en Israel, por la sencilla razón que ni los tienen. El país del altiplano, anunció la instalación de un canal de televisión de Irán, quedando en evidencia el avance del Islam en el continente.
Venezuela compró bonos de la Argentina y cobró al país hermano, tasas de interés que superan por escándalo las que pagaba éste al vilipendiado Fondo Monetario Internacional.
La presidente de la Argentina, Cristina Kirchner, por instancias del Congreso Judío Latinoamericano y Mundial, organizó el año pasado una reunión entre los dirigentes de las entidades judías y Chávez, con el propósito de lograr un acercamiento entre las partes. El cónclave fue rechazado por la comunidad judía de Venezuela que afirmaba que Chávez era antisemita y que la reunión era funcional a sus intereses políticos, en época electoral. Una extrema ingenuidad o la posibilidad de hacer negocios, llevaron a los representantes del CJM a reunirse con Chávez.
El hecho de declarar el presidente venezolano al embajador de Israel en Caracas, persona no grata y dándole un plazo perentorio de 72 horas para que abandone su país, hace sopesar a Israel, romper relaciones diplomáticas con la Venezuela de Hugo Chávez, quien conminó a los 15.000 judíos que viven en su país a que expresen su rechazo al ataque de Israel contra los terroristas del Hamas.
Fuente y distribucion: http://www.porisrael.org/
Etiquetas: Sharia, terrorismo
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