¿Comunismo capitalista?
Por: Luis Ugalde, S.J.
En este cuadro quedan a la orilla de la marcha histórica sociedades como Cuba y Corea del Norte en las que un omnipotente señor con total control del poder decide la “felicidad” de los súbditos. Con economía estatista, sin libertad de opinión, ni libre iniciativa, ni mercado, todo lo controla un único partido, con pensamiento, escuela, información, producción y creencia única…
El año 1967 lleno de curiosidad atravesé por primera vez los controles del muro de Berlín. En la gris ciudad comunista vi varios edificios oficiales y alguna fábrica con un gran letrero en lo alto: “El futuro nos pertenece”. Igual que hoy en Venezuela: ante la inminencia del irremediable hundimiento del capitalismo mundial, se nos promete que aquí florecerán los fundos zamoranos con amor, las comunas sin ganancia, las empresas colectivas con su cosecha de felicidad. ¡Quien quiera creer que crea! ¡Quien quiera ver los resultados que vea!
Marx decía que el Estado burgués debía ser destruido por el Estado proletario y desde éste acabar con las instituciones, valores y propiedad, burguesas. Pero el socialismo cabalgaría hegelianamente sobre el caballo prestado del desarrollo capitalista de las fuerzas productivas. Los venezolanos no estamos en una sociedad socialista, apenas en un sermón comunista (aunque ocultando esta palabra). Avanza el esfuerzo para destruir la economía capitalista y espantar las inversiones, (en todo menos en el petróleo, es decir en todo menos en todo) y vamos hacia el desastre, la inflación y el desabastecimiento sin productividad; pero no se han cosechado éxitos en la construcción de la alternativa economía estatista propia de los regímenes comunistas reales. Las sociedades de economías capitalistas cuando son guiadas por sólidos principios democráticos, respeto absoluto a los derechos individuales de cada persona, Constitución con principios de solidaridad y oportunidades para toda la sociedad y la siembra de valores, tenemos una democracia social. Con problemas pero con instituciones democráticas para resolverlos con valores humanos de solidaridad, tolerancia y cuidado del otro; también de la tierra y del hábitat que nos acoge y debe ser defendido de una economía salvaje y sin principios ni normas.
¿Comunismo capitalista? ¿Comunismo colectivista? ¿Comunismo de sobrevivencia sin acumulación, ni revolución de las fuerzas productivas? No gracias: los mesías Stalin, Mao y Castro demostraron que tras sus ilusiones y costos humanos sólo queda un régimen cruel de atraso y de opresión.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home