Venezuela: Inflación y revolución
Orlando Ochoa P.
Fuente: El Universal
Twitter: @orlandoochoa
Alcanzar la más alta tasa de inflación de América Latina en una economía petrolera, y del mundo, junto a uno o dos países africanos con guerras interna y estados fallidos, requiere un enorme grado de insensibilidad social y fríos cálculos políticos. Recordaré dos argumentos de nuestra acción popular por inconstitucionalidad de marzo del 2006 (verla en website).
Primero, la pérdida de respaldo del bolívar como moneda, toda vez que al disminuir las reservas internacionales por razones fiscales, para la misma cantidad de emisión monetaria, ocurre una pérdida de valor de la moneda nacional que se manifestará en ajustes graduales de precios para compensar su debilidad o, cuando es posible según el régimen cambiario, por depreciación con respecto a otras monedas. Esto vulnera el mandato constitucional conferido al Banco Central de Venezuela (artículos 318 y 320) de preservar el valor interno de la unidad monetaria. De esta manera se afecta en forma negativa la estabilidad monetaria de Venezuela y con ello el poder adquisitivo de los ingresos de los venezolanos.
Segundo, según los estudios económicos más formales que se han realizado hasta ahora, no existe un criterio estadístico de aplicación universal para establecer el nivel de reservas internacionales “óptimo” que precisa una economía, pero lo que sí está claramente establecido es cómo se crean estas reservas y cómo se usan en el plano monetario – respaldo a la moneda nacional – y no para fines fiscales, mediante la doble monetización. Ninguna regla puede sustituir la aplicación de políticas apropiadas en los ámbitos de la macroeconomía, del sector financiero y del sector cambiario. Y cualquier intento que pretenda sustituir el esfuerzo de mantener políticas sensatas por unas meras reglas de control está condenado al fracaso. Lo que si se ha reconocido es que el costo de mantener altos niveles de reservas es relativamente pequeño con respecto a las consecuencias económicas y sociales de una crisis. Estos aspectos económicos hoy son tan claros que sólo una combinación de falta de escrúpulos, ignorancia y dogmatismo ideológico pueden obviarlos. Quizás Jorge Giordani sea el mejor representante de esta combinación que justifica las políticas actuales al servicio del presidente Chávez y sus delirios socialistas.
Etiquetas: Análisis Económico
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