Antiimperialismo filibustero y ramplón
Por: José Rafael López Padrino
Mail: jr2610@gmail.com
Sueño Húmedo de Chávez |
El régimen del tte coronel se
jacta de practicar una política internacional “antiimperialista”. Su maniqueo
antiimperialismo no pasa más allá de críticas a la política exterior de los
EEUU, unas relaciones amistosas con la República de Cuba y la solidaridad con regímenes
como el teocrático de Irán o los reaccionarios de Correa en Ecuador, Evo en Bolivia,
Ortega en Nicaragua, etc. Regímenes que atropellan, reprimen y asesinan en
nombre de un manoseado antiimperialismo y que no tienen otro proyecto más que mantenerse
en el poder.
Pero más allá de esa falsa
retórica de confrontación con el imperio, existen hechos que demuestran que
este gobierno ha asumido posturas entreguistas que superan con creces las
posiciones nefastas de los gobiernos de Rafael Caldera (I,II), Carlos Andrés
Pérez (I,II), Jaime Lusinchi, y Luis Herrera. No hay que olvidar que fue
precisamente este gobierno antiimperialista y revolucionario quien firmó el
“Tratado de la doble tributación”, el “Tratado de la propiedad Intelectual” y
el único gobierno latinoamericano que ha firmado el “Tratado de Promoción y
Protección de Inversiones” (TPPI). Tratados de una importancia capital para los
intereses norteamericanos desde el punto de vista estratégico que los gobiernos
puntofijistas de Carlos Andrés Pérez y de Rafael Caldera fueron renuentes a
firmar. Además, el régimen ha expresado su voluntad de permanecer en el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias sobre las Inversiones (CIADI), del
Banco Mundial, instrumento supranacional de dominación capitalista contrario a
la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Obviamente, la
intelectualidad desértica de esta bastarda revolución, que se refugia en la
retórica para escapar de la realidad (Luis Brito García, Earle Herrera, Pedro
Calzadilla, Gustavo Pereira, Román Chalbaud, etc.) olvida todas estas
veleidades pro-imperiales e inclusive que el TPPI fue aprobado bajo la
administración de su comandante presidente.
Resulta irónico e indignante que
detrás de este falso discurso antiimperialista se gesta una política genuflexa
y antinacional que persigue la entrega de nuestros recursos energéticos al
capital extranjero a través de una nueva apertura petrolera (empresas mixtas).
Estamos ante un perverso proceso de desnacionalización neoliberal de las
actividades medulares de la industria petrolera. Ello en el marco de un esquema
de negocios mucho más favorable para las transnacionales plasmadas en la figura
de las “empresas mixtas bolivarianas” (60% PDVSA y 40% transnacional). Arreglo
contractual que fue aprobado por la mayoría oficialista de la Asamblea
Nacional, legalizando de esta manera, la entrega de la soberanía nacional en lo
que respecta a la extracción y la comercialización de nuestros recursos
petroleros. Al margen de lo que afirman los intelectuales asalariados del
oficialismo, las “empresas mixtas bolivarianas”, representan la continuidad de
la apertura petrolera neoliberal iniciada por Caldera II (contratos de
servicios), con el agravante de que esta nueva figura leonina está amparada por
las leyes de la República y que el Estado venezolano pierde el 40% del crudo de
la faja del Orinoco, el cual ahora pasa a manos de las empresas transnacionales
que operan en la zona. La tan cacareada soberanía energética forma parte de una
estrategia geopolítica del régimen para con el imperio.
El inquilino de Miraflores
insiste en el carácter antiimperialista de su gobierno, sin embargo nuestra
economía es cada día más dependiente de la importación de insumos desde el
imperio, incluyendo alimentos, medicinas, maquinaria, materia prima industrial
y hasta gasolina y otros derivados del petróleo. ¿Quién iba a pensar que
nosotros un país petrolero importáramos gasolina y derivados? En abril pasado
EEUU exportó 1,62 millones de barriles de productos refinados hacia Venezuela
que incluyeron gasolina, combustible pesado, gas licuado y aditivos. En todo el
año 2011 las exportaciones del Tío Sam a Venezuela sumaron 11,8 millones de
barriles, comparado con 7,3 millones de barriles en 2010, 9,5 millones en 2009
y 9,7 millones de barriles en 2008. Las ventas de gasolina sumaron 592.000
barriles en enero, 310.000 barriles en febrero y 512.000 barriles en abril del
2012. Un aumento similar se registró en las exportaciones de gas licuado, así
en octubre del año 2011 las exportaciones norteamericanas alcanzaron 441.000
barriles, en enero de este año 330.000 barriles y en marzo 416.000 barriles.
Así marcha la soberanía energética bolivariana
La política antiimperialista de
este gobierno no pasa más allá de un falaz discurso manipulador y electorero
que no se compagina con la praxis que se dicta desde el Palacio de misia
Jacinta. El gobierno del vocinglero de Miraflores ha sido el más entreguista,
servil y antinacional de todos los gobiernos en estos últimos años.
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