Eclesiastés y el autócrata bolivariano
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami
Fuente: Hispanos Report - Miami
"El tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus designios, como está señalado en Eclesiastés" Hugo Chávez
A Chávez le llegó el tiempo para morir. El tte. Coronel pudo leer el libro de Eclesiastés durante su convalecencia, allá, lejos de su patria, en Cuba, una calurosa tarde de junio de 2011, de donde extrajo parte del texto arriba citado. Lástima que dicha cita fuera usada, únicamente para componer un discurso y no para su profunda reflexión y realización de un sincero acto de contrición.
Como dice la Biblia en el libro de Eclesiastés, el predicador reflexiona contra la vanidad y la fragilidad de las cosas humanas, para que los hombres aprendan a gobernarse sabiamente. Porque a la postre "todo es pura vanidad y aflicción de Espíritu".
Chávez pasó y Venezuela queda, pero su legado fundado en el odio y el resentimiento, le sobrevivirán por algún tiempo. Generaciones enteras por venir sufrirán las consecuencias de sus actos irresponsables y egoístas.
El hombre nuevo que prometió construir es hoy por hoy un menesteroso, que solo puede sobrevivir a expensas de un estado empobrecido que lo ha envilecido y lo ha hecho adorador de un falso profeta.
La eternidad no está concebida para los hombres, porque éstos pasan, sus obras perecen, pero la tierra permanece allí, igual como siempre. La humanidad de vez en vez, debe lidiar con esos hombres malignos e inicuos y con los ejércitos de necios que alimentan sus vanidades.
Corresponderá a los hombres de bien, que aman a Venezuela, luchar contra el oscuro legado del autócrata bolivariano e intentar borrar su influencia nefasta en la sociedad, además deberán rescatar valores, principios éticos e instituciones que fueron hechas añicos por su mafia depredadora.
Chávez legó a Venezuela: unos poderes públicos completamente corrompidos; unas Fuerzas Armadas infiltradas por el narcotráfico y elementos militares cubanos que las controlan; un estado fallido donde grupos terroristas extranjeros y locales han hecho de Venezuela tierra de nadie; un Estado precario donde se le vulnera a los ciudadanos sus derechos fundamentales como lo son el de la vida, la libertad de expresión y de propiedad; una economía agrícola devastada, donde los verdes campos que en otrora abastecían al pueblo de diversidad enorme de alimentos, hoy son ruinas y tierras yermas; unas industrias mineras, siderúrgicas y petroleras arruinadas o en franca declinación.
La tarea es titánica los antivalores inoculados en la sociedad son letales y requiere para su reconstrucción, la participación de todos los venezolanos de buena voluntad, pero para esto será vital rescatar el estado de derecho y el equilibrio e independencia de los poderes públicos, incluyendo la designación de autoridades electorales justas e imparciales. Esta no será la labor de un sólo hombre, ya es sabido lo que les ocurre a los autodenominados predestinados. Es necesaria la construcción de una JUNTA PATRIOTICA de reconstrucción nacional, integrada por las mentes más lúcidas del país, capaces de enrumbar a Venezuela por los caminos de la prosperidad y el desarrollo.
Respecto a Chávez, Dios dará cuenta en su juicio de todo el bien o todo el mal que éste haya podido hacer, así como de la excesiva vanidad de el autócrata bolivariano.
Etiquetas: Iglesia Católica
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