Al descubierto
Editorial: VenEconomía
Las alarmas internacionales se han prendido. El riesgo país de Venezuela, que se mide por la diferencia entre el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU y lo que pagan los bonos venezolanos se ha incrementado en casi un 1% en seis meses. Si en enero de este año los bonos venezolanos pagaban casi 2% por encima de los bonos del Tesoro, hoy esa diferencia llega a casi 3%. Éste representa al mayor índice de la región, superado sólo por Argentina.
Y tal como lo ha venido sosteniendo VenEconomía existen sobradas razones para que esto sea así: Todo indica que el boom económico estaría llegando a su fin. En el primer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB), aumentó 8,8%; 1,0 puntos porcentuales menos de la expansión registrada en el primer trimestre de 2006. De ello, la economía no petrolera aumentó 10,6%, mientras que el sector petrolero registró una fuerte caída (5,6%).
La actividad manufacturera creció en tan sólo 7,8%, muy por debajo del 12,9% del primer trimestre de 2006, mientras el consumo privado creció 19,0%. Este comportamiento, a su vez, alimenta la demanda de importaciones, que alcanzó un nuevo récord (46,8%) para el primer trimestre de este año.
La inversión privada se ha visto desalentada por la aplicación de controles: de cambio, de precios y de tasas de interés, así como por la creación de un marco jurídico empresarial altamente discrecional y punitivo.
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A esto se le suma la falta de transparencia en la administración de los ingresos y egresos fiscales. Se tiene un reporte de producción petrolera que difiere en al menos 500.000 barriles/diarios de lo que indican las agencias internacionales. Además se manejan de manera discrecional las reservas, para lo cual reformaron la Ley del Banco Central en detrimento de su autonomía. Esto ha ocasionado una merma de $12,3 millardos en las mismas, desde el 31 de diciembre de 2006 hasta el 7 de junio.
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Adicionalmente, el Gobierno ejecuta un presupuesto paralelo y exento de controles que ascendería al 50% del sancionado legalmente, sin que se sepa el destino de estos recursos. Esto ha incrementado la demanda de bienes y servicios básicos, que agravada por la política de desincentivo a la producción, ha contribuido a que Venezuela ostente la mayor inflación de América Latina y uno de los primeros cinco puestos a nivel mundial.
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A toda esta cantidad de desaciertos en el área económica se une al clima de irrespeto a los derechos civiles, a la libertad de expresión, al derecho al trabajo y a la libre empresa. Además de la arbitraria estatización de grandes empresas con capital extranjero como la CANTV, La Electricidad de Caracas, amén de la apropiación forzosa de los equipos propiedad de RCTV y la toma de control de la Faja del Orinoco, violando arbitrariamente leyes y contratos.
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La guinda de la torta la puso el reciente anuncio presidencial de un posible retiro del FMI y del Banco Mundial. De retirarse Venezuela de estos entes se afectarían las condiciones de gran parte de la deuda externa del país, haciéndola exigible inmediatamente.
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Ya el tamaño de los desaciertos tienen resonancia internacional, mientras que el Ministro de Finanzas sólo atina a decir que éste es un "asunto mediático", olvidando que como dijo Abraham Lincoln "Se puede engañar a uno todo el tiempo, a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo".
Etiquetas: Análisis Económico, FONDO MONETARIO INTERNACIONAL
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