Reciente opinión de Douglas Bravo
Por: Alberto Méndez Arocha
Poco a poco algunos marxistas van entendiendo las cosas. Que ya la historia no se explica ni se trata de una lucha entre clases de pobres contra ricos, ni solo de trabajadores contra patronos.
Podrá haber sido cuando la Revolución Francesa, otras que siguieron y en América Latina una que otra guerrita social por ahí, uno que otro esclavo alzado, pero no en el resto de la historia.
La mayoría de los conflictos han sido por apropiarse de la riqueza, del bienestar del vecino, entre los propios caudillos poderosos y ricos, de allí la primera necesidad de los ejércitos, y en los países pobres, guerras entre los militares, dueños de las armas.
Pero siempre guerra de ricos contra ricos, aunque los que peleaban eran los pobres, y se repartían entre los pobres soldados los botines. Luchas entre grupos de ricos, con intereses comunes (internos) en conflicto con los otros grupos por quedarse con el coroto, a veces muy estreñido, como en el siglo XIX venezolano.
Ahora Douglas Bravo (El Nacional, 8/12/07, p. N-5) admite (idem) que “Aquí lo que hay es una pugna entre sectores conservadores para controlar la factura petrolera” – Y también: “Es una disputa entre la nueva burguesía, que se ha enriquecido con la renta petrolera, y la burguesía tradicional, que no quiere perder privilegios”.
Una lucha entre dos burguesías. A su vez “hay dos fracciones en el chavismo: una revolucionaria, que no tiene el poder [y lo busca desesperadamente, AMA], y una neoliberal, que controla el poder”.
Todo se explica por la pugna por el dinero, que es la “felicidad” anhelada. Por el logro del Poder Económico (que es el Poder Político), la lucha entre las hormigas rojas. Papas contar Emperadores, Caribes con arwacos, Monagas contra Páez, llámenlo como quieran.
Y ha sido así desde el comienzo de Venezuela. Primero la pugna interna usando el racismo para la dominación y explotación de esclavos e indios, y los mestizos. Todos sometidos por el ejército y demás instituciones de la Madre Patria. Después de la Independencia, la plaga de los hombres armados, militares autodidactos. Peleas entre militares caudillos. Después un respiro en el siglo XX y fatalmente otra vez los militares enriqueciéndose para Salvar a la Patria.
Douglas Bravo establece estas luchas entre grupos dentro de los mismos estratos económicos, aunque el ascenso económico es más notorio entre los militares (que vienen de clases desposeídas) y sus allegados, con la clasificación citada:
BURGUESIA CHAVISTA vs. BURGUESIA TRADICIONAL y en la primera BURGUESIA CHAVISTA (MIRAFLORES, TSJ, CNE, FUERZA ARMADA)
Lo importante de este análisis es que el “pueblo” no se menciona sino muy soslayadamente como sector reivindicativo en la lucha entre grupos, excepto que “ahora el pueblo lo castigó” – y en esto coincidimos nosotros, es la única manera de pelear contra las armas. Voto mata bota, mientras se pueda.
En resumen que parece comprobarse la hipótesis que todo el devenir de los acontecimientos en un solo relato del modo de ponerle la mano a la riqueza del otro, y que el grupo de intereses que tenga mayor fuerza económica y política (politics is economics) ha sido y será el ganador de las sucesivas revoluciones que han plagado esta tierra desde que se inventó el cuchillo y el saqueo.
El marxismo no fue sino una explicación relativamente razonable pero chucuta, que debería actualizarse a la luz de la modernidad. Como está ocurriendo -- excepto en cuatro países que andan por ahí, contra petróleo y marea.
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