Socialismo Bolivariano: Realidad O Ficción
Por: José Rafael López Padrino
La historia muestra fehacientemente, ejemplos de cómo la burguesía en el ejercicio del poder ha recurrido a la falacia, al engaño, a la corrupción o simplemente al terror del Estado militarizado a fin de preservar sus intereses. El capitalismo es un modo de producción, que obligado por sus contradicciones antagónicas, forja matices, deviene tácticas, y establece variantes.
El batiburrillo del socialismo bolivariano del tte coronel, representa una de las tantas mascaradas con que el proyecto de dominación burgués pretende perpetuarse en el poder. Los planteamientos y acciones del régimen, no han tenido un ápice de lo que significa realmente el socialismo, todo lo contrarío, detrás de dicha bufonada se ha adelantado una perversa política que ha favorecido a los intereses de las multinacionales y la burguesía intermediaria en sus procesos de explotación y acumulación de capital.
Su anti-imperialismo rupestre, pero muy bien publicitado, no ha pasado más allá de simples alharacas de micrófono, permitiendo paradójicamente la consolidación del capital financiero internacional en detrimento de los intereses de los asalariados. Al margen de sus desplantes pirotécnicos, el régimen del tte coronel se ha constituido en un fuerte aliado de las multinacionales energéticas, al entregar nuestras riquezas petroleras (empresas mixtas) a dicho capital, en nombre de un supuesto socialismo del siglo XXI, que no es otra cosa más que un vulgar y salvaje capitalismo de Estado. Esta nefasta política ha reforzado nuestra condición de país monoproductor petrolero, y ha convertido a la economía nacional en una desastrosa economía de puerto, donde el 85% de lo que se consume, es importado. Importaciones de productos manufacturados o agroindustriales que ha golpeado mortalmente a los productores nacionales conduciéndolos a la ruina y por consecuencia a la desaparición de importantes fuentes de trabajo. Pero además esta política de pillaje del siglo XXI ha sido consolidada mediante una militarización grotesca del país y la implantación de una flexibilización laboral que degrada los derechos de los trabajadores, sometiéndolos a una mayor explotación.
El falso socialismo bolivariano del inquilino de Miraflores y su grupete de uniformados ha frustrado las esperanzas de los explotados, ha castrado el ilusorio sueño del socialismo emancipador y se ha convertido en un nuevo paradigma como modelo de saqueo, corrupción y explotación con ropaje socialista. Constituye un nuevo ardid del proyecto hegemónico a fin de sofocar, las centenarias ansias de cambio y redención de las mayorías. Las experiencias mal llamadas socialistas de Nicaragua con Ortega, de Bolivia con Evo, de Ecuador con Rafael Correa y ahora, Paraguay con el ex obispo Fernando Lugo, en lugar de constituir verdaderas alternativas sustitutivas del capitalismo explotador, paradójicamente lo apuntalan pero con una retorica revolucionaria. Estos proyectos representan matices que en mayor o menor grado imitan a la farsa que actualmente encarna el socialismo bolivariano del tte coronel.
La historia muestra fehacientemente, ejemplos de cómo la burguesía en el ejercicio del poder ha recurrido a la falacia, al engaño, a la corrupción o simplemente al terror del Estado militarizado a fin de preservar sus intereses. El capitalismo es un modo de producción, que obligado por sus contradicciones antagónicas, forja matices, deviene tácticas, y establece variantes.
El batiburrillo del socialismo bolivariano del tte coronel, representa una de las tantas mascaradas con que el proyecto de dominación burgués pretende perpetuarse en el poder. Los planteamientos y acciones del régimen, no han tenido un ápice de lo que significa realmente el socialismo, todo lo contrarío, detrás de dicha bufonada se ha adelantado una perversa política que ha favorecido a los intereses de las multinacionales y la burguesía intermediaria en sus procesos de explotación y acumulación de capital.
Su anti-imperialismo rupestre, pero muy bien publicitado, no ha pasado más allá de simples alharacas de micrófono, permitiendo paradójicamente la consolidación del capital financiero internacional en detrimento de los intereses de los asalariados. Al margen de sus desplantes pirotécnicos, el régimen del tte coronel se ha constituido en un fuerte aliado de las multinacionales energéticas, al entregar nuestras riquezas petroleras (empresas mixtas) a dicho capital, en nombre de un supuesto socialismo del siglo XXI, que no es otra cosa más que un vulgar y salvaje capitalismo de Estado. Esta nefasta política ha reforzado nuestra condición de país monoproductor petrolero, y ha convertido a la economía nacional en una desastrosa economía de puerto, donde el 85% de lo que se consume, es importado. Importaciones de productos manufacturados o agroindustriales que ha golpeado mortalmente a los productores nacionales conduciéndolos a la ruina y por consecuencia a la desaparición de importantes fuentes de trabajo. Pero además esta política de pillaje del siglo XXI ha sido consolidada mediante una militarización grotesca del país y la implantación de una flexibilización laboral que degrada los derechos de los trabajadores, sometiéndolos a una mayor explotación.
El falso socialismo bolivariano del inquilino de Miraflores y su grupete de uniformados ha frustrado las esperanzas de los explotados, ha castrado el ilusorio sueño del socialismo emancipador y se ha convertido en un nuevo paradigma como modelo de saqueo, corrupción y explotación con ropaje socialista. Constituye un nuevo ardid del proyecto hegemónico a fin de sofocar, las centenarias ansias de cambio y redención de las mayorías. Las experiencias mal llamadas socialistas de Nicaragua con Ortega, de Bolivia con Evo, de Ecuador con Rafael Correa y ahora, Paraguay con el ex obispo Fernando Lugo, en lugar de constituir verdaderas alternativas sustitutivas del capitalismo explotador, paradójicamente lo apuntalan pero con una retorica revolucionaria. Estos proyectos representan matices que en mayor o menor grado imitan a la farsa que actualmente encarna el socialismo bolivariano del tte coronel.
1 Comments:
Tal vez se deba insistir en el cuadro concreto del poder mundial que engendró a la "revolución bolivariana" pues de no hacerlo se cae en la visión jacobina del "papel del individuo en la historia". Además se está absolviendo al imperialismo global de la agresión de haber implantado en Venezuela una dictadura pero disfrazada de "socialismo". Se está absolviendo también a la clase capitalista interna (hegemonizada por la fracción financiera y comercial) que apoyaron el plan general de destruir la ficción democrática (donde por lo menos había un parlamento) para sustituirla por una dictadura autocrática que elimine todo derecho y conduzca a una esclavización respecto al poder del Capital transnacional. ¡Hay que denunciar todo ésto! Que después de la "nacionalización chucuta" de CAP los estrategas del imperio consideraron improcedente e inconveniente que existieran grupos parlamentarios que pudieran cuestionar los dictados imperiales. ¡Hay que denunciar y desentrañar el papel del imperialismo en la implantación de la autocracia chavista! Es una operación del mismísimo poder imperialista, de la élite petrolero-financiera, de la criptocracia global. Hubo todo un plan de masacres, descomposición, degradación inducida sobre la nación para enardecer a las multitudes y producir finalmente el Sacudón, el objetivo era liquidar la democracia política (ya envilecida por el bipartidismo petrolero) para sustituirla por algo peor todavía.
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