Café con aroma de las FARC
POR: ALEXANDER CAMBERO
Fuente: EL UNIVERSAL (VEN)
Los vínculos históricos no se pueden ocultar. En la celebración del setenta y tres aniversario de la fundación del Partido Comunista de Venezuela (PCV), escenificado en el ateneo de Maracay. Fueron vendidos algunos productos elaborados artesanalmente por las tenebrosas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Demostrándose que la relación entre el terrorismo narcotraficante y el régimen de Hugo Chávez se encuentra en un momento estelar.
Desconocemos la calidad del producto. La etiqueta de los empaques atribuye al frente Martín Caballero, su elaboración en la intricada arboleda de la Sierra Nevada. No es precisamente la vocación agrícola la característica principal de esta facción forajida. Es su exuberante hoja de servicios para el terrorismo internacional, su impronta principal en el tenebroso mercado de los delincuentes más sanguinarios. Este grupo planeó asesinar al ex presidente norteamericano Bill Clinton, en una visita para impulsar los acuerdos del Plan Colombia. La efectividad de los servicios de seguridad impidió que los terroristas colocaran una potente carga explosiva. El líder estadounidense fue evacuado rápidamente y colocado a buen resguardo, mientras Washington recibía minuciosos informes en donde se explicaba los detalles de la operación luciérnaga.
Igualmente, son los responsables de cerca del 36 por ciento de los secuestros y extorsiones que realiza la guerrilla en conjunto. El secuestro del ex canciller Fernando Araújo Perdomo, quien duró seis años en cautiverio, hasta escaparse el 31 de diciembre del 2006, fue perpetrado por este frente. Las historias de sus cautivos, son dantescas. Sus atemorizadas víctimas son enterradas en cuevas, encadenados a los árboles; guisos de ratones le dan como alimento estos revolucionarios continentales. Se jactan de poseer la fuerza para agredir y asesinar. Es tal su animadversión contra la racionalidad, que se emocionan ante el cadáver de algún inocente.
El aroma de su café no convoca a la concordia. El oscuro resultante del trillado del rubro, recuerda la sangre inocente que se pierde en las emboscadas. Las minas antipersonales dejan lisiados al ciudadano común. Su pulpa revolucionaria tiene el componente del asesinato y el secuestro. Su verdadero café es el tráfico de drogas. Las bondades que seducen su paladar son los millones de dólares que obtienen por convertir en mequetrefes a jóvenes en diversas partes del globo terráqueo.
Siembran grandes extensiones de la geografía neogranadina, con la semilla que vomita muerte por doquier.Viven cultivando en los campos de la mentira. Su interés es destruir la existencia de todos. Ellos no saben otra filosofía, aprendieron a matar por todas las vías.
Que los miembros de la revolución venezolana, se conviertan en mercado de las FARC, no es extraño. Quizás, distribuirán café guerrillero en los pudreval. Sería como colocarlo en la estantería perfecta. Imagínense, a los gusanos haciendo cola para obtener su ración de inmundicia. Solo que el mismo es repugnante, no porque su composición este vencida. Es repugnante porque sirve como instrumento de financiamiento de los apóstoles de la muerte. Ese café tiene aroma de secuestro.
alexandercambero@hotmail.com
twitter: @alecambero
Los vínculos históricos no se pueden ocultar. En la celebración del setenta y tres aniversario de la fundación del Partido Comunista de Venezuela (PCV), escenificado en el ateneo de Maracay. Fueron vendidos algunos productos elaborados artesanalmente por las tenebrosas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Demostrándose que la relación entre el terrorismo narcotraficante y el régimen de Hugo Chávez se encuentra en un momento estelar.
Desconocemos la calidad del producto. La etiqueta de los empaques atribuye al frente Martín Caballero, su elaboración en la intricada arboleda de la Sierra Nevada. No es precisamente la vocación agrícola la característica principal de esta facción forajida. Es su exuberante hoja de servicios para el terrorismo internacional, su impronta principal en el tenebroso mercado de los delincuentes más sanguinarios. Este grupo planeó asesinar al ex presidente norteamericano Bill Clinton, en una visita para impulsar los acuerdos del Plan Colombia. La efectividad de los servicios de seguridad impidió que los terroristas colocaran una potente carga explosiva. El líder estadounidense fue evacuado rápidamente y colocado a buen resguardo, mientras Washington recibía minuciosos informes en donde se explicaba los detalles de la operación luciérnaga.
Igualmente, son los responsables de cerca del 36 por ciento de los secuestros y extorsiones que realiza la guerrilla en conjunto. El secuestro del ex canciller Fernando Araújo Perdomo, quien duró seis años en cautiverio, hasta escaparse el 31 de diciembre del 2006, fue perpetrado por este frente. Las historias de sus cautivos, son dantescas. Sus atemorizadas víctimas son enterradas en cuevas, encadenados a los árboles; guisos de ratones le dan como alimento estos revolucionarios continentales. Se jactan de poseer la fuerza para agredir y asesinar. Es tal su animadversión contra la racionalidad, que se emocionan ante el cadáver de algún inocente.
El aroma de su café no convoca a la concordia. El oscuro resultante del trillado del rubro, recuerda la sangre inocente que se pierde en las emboscadas. Las minas antipersonales dejan lisiados al ciudadano común. Su pulpa revolucionaria tiene el componente del asesinato y el secuestro. Su verdadero café es el tráfico de drogas. Las bondades que seducen su paladar son los millones de dólares que obtienen por convertir en mequetrefes a jóvenes en diversas partes del globo terráqueo.
Siembran grandes extensiones de la geografía neogranadina, con la semilla que vomita muerte por doquier.Viven cultivando en los campos de la mentira. Su interés es destruir la existencia de todos. Ellos no saben otra filosofía, aprendieron a matar por todas las vías.
Que los miembros de la revolución venezolana, se conviertan en mercado de las FARC, no es extraño. Quizás, distribuirán café guerrillero en los pudreval. Sería como colocarlo en la estantería perfecta. Imagínense, a los gusanos haciendo cola para obtener su ración de inmundicia. Solo que el mismo es repugnante, no porque su composición este vencida. Es repugnante porque sirve como instrumento de financiamiento de los apóstoles de la muerte. Ese café tiene aroma de secuestro.
alexandercambero@hotmail.com
twitter: @alecambero
Etiquetas: narcoterrorismo
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