El Drama Eléctrico Neoespartano
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Durante el ocaso de la cuarta república, el estado Nueva Esparta, recibió su respectiva dosis letal de neoliberalismo. El sistema eléctrico estadal, fue privatizado, supuestamente para mejorar la calidad del servicio.
Transcurrido más de siete años los resultados han sido desalentadores, amenazando la supervivencia de las actividades vitales de las islas de Margarita y Coche. Los constantescortes eléctricos por parte de la empresa eléctrica (SENECA), derivados de su política de desinversión, causan estragos: dañandoequipos electrodomésticos; incrementando los niveles de inseguridadpersonal; arruinando la actividad comercial y espantando al turismo denuestras Islas.
La privatización del servicio eléctrico trajo consigo la imposición deuna mancomunidad de electricidad, que pecha a los usuarios delservicio con el 1% de la factura mensual - un mil millones debolívares (Bs. 1.000.000.000) aproximadamente - para vigilar laeficiencia del servicio, pero que en realidad sólo ha funcionado parapagar jugosas dietas y viáticos a los aprovechadores que medran bajo la sombra de SENACA.
No obstante, los perjuicios causados por los concesionarios delservicio eléctrico, el Gobierno Nacional esta anunciando que a travésde PDVSA, se iniciará un programa de inversión para recuperar laplanta física de SENECA, que incluirá: plantas eléctricas, repuestos y tecnología. Es decir, la revolución premiará la ineficiencia y la negligencia de esta transnacional representante del más purocapitalismo neoliberal.
Queremos avanzar y prosperar, pero primero debemos asegurar el cabal funcionamiento de los servicios básicos. Por esto es necesario proceder a la inmediata expropiación de SENECA y la disolución de MEGANE, debido a que ambas quebrantan el desarrollo económico en nuestro estado.
El Presidente tiene la última palabra. Es tiempo de accionar paraacabar efectivamente con el drama del sistema eléctrico neoespartano.
Durante el ocaso de la cuarta república, el estado Nueva Esparta, recibió su respectiva dosis letal de neoliberalismo. El sistema eléctrico estadal, fue privatizado, supuestamente para mejorar la calidad del servicio.
Transcurrido más de siete años los resultados han sido desalentadores, amenazando la supervivencia de las actividades vitales de las islas de Margarita y Coche. Los constantescortes eléctricos por parte de la empresa eléctrica (SENECA), derivados de su política de desinversión, causan estragos: dañandoequipos electrodomésticos; incrementando los niveles de inseguridadpersonal; arruinando la actividad comercial y espantando al turismo denuestras Islas.
La privatización del servicio eléctrico trajo consigo la imposición deuna mancomunidad de electricidad, que pecha a los usuarios delservicio con el 1% de la factura mensual - un mil millones debolívares (Bs. 1.000.000.000) aproximadamente - para vigilar laeficiencia del servicio, pero que en realidad sólo ha funcionado parapagar jugosas dietas y viáticos a los aprovechadores que medran bajo la sombra de SENACA.
No obstante, los perjuicios causados por los concesionarios delservicio eléctrico, el Gobierno Nacional esta anunciando que a travésde PDVSA, se iniciará un programa de inversión para recuperar laplanta física de SENECA, que incluirá: plantas eléctricas, repuestos y tecnología. Es decir, la revolución premiará la ineficiencia y la negligencia de esta transnacional representante del más purocapitalismo neoliberal.
Queremos avanzar y prosperar, pero primero debemos asegurar el cabal funcionamiento de los servicios básicos. Por esto es necesario proceder a la inmediata expropiación de SENECA y la disolución de MEGANE, debido a que ambas quebrantan el desarrollo económico en nuestro estado.
El Presidente tiene la última palabra. Es tiempo de accionar paraacabar efectivamente con el drama del sistema eléctrico neoespartano.
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