¡Adiós Embajador!

Por: Carlos R. Alvarado Grimán

Sin permitir que nos recuperáramos de la resaca que nos produjo la pérdida de la gobernación de Nueva Esparta y del descalabro en las elecciones municipales, nos sorprendieron con la juramentación del displicente Alexis Navarro como embajador ante la Confederación Rusa.

Por suerte para Navarro y desconsuelo del pueblo neoespartano, presentimos que poco o nada se hará para investigar y eventualmente encausar a éste “compatriota revolucionario”, por los desaguisados cometidos durante su administración. Entre los casos que permanecerán impunes se cuentan: (a) La entrega inconstitucional de las dos aéreo-plazas insulares a un consorcio suizo-chileno; (b) desvío de los recursos destinados para actividades deportivas hacia una campaña para mejorar la imagen pública de Navarro; (c) el escándalo mil millonario de Cauvica; (d) el fiasco del mercado de conejeros; (e) la entrega ilegal de las Salinas de Coche a un contratista “amigo”; (f) los permisos ilegales en Coche, para instalar camaroneras en terrenos con vocación agrícola; (g) el guiso del Mercal regional; (h) el despilfarro de los recursos de las misiones. etc.

Aunque algunos compatriotas arguyen que la designación de Navarro sirve para desprenderse de una de las figuras más nefastas que haya pasado por la política insular, en la práctica se le estará infligiendo una verdadera puñalada mortal a la ética y moral revolucionaria del pueblo comprometido con el proceso.

Con el despegue del avión que llevará a Navarro hacia su escape dorado; se escapará también de algún modo la oportunidad de sentar un precedente que sirva para adecentar la administración pública. ¡Adiós Embajador! "