Democracia, Progreso y Bienestar social

Por: Robin Rodríguez

"Traidores de la patria" serán los calificativos utilizados por el régimen, contra aquellos que exijan discusión de contratación colectiva, protesten la falta de viviendas, empleos o la inseguridad. Pero es un hecho, que la inconformidad por la ineficiencia de esta falsa revolución, ha tocado las bases del oficialismo, al punto que la mayoría de las protestas escenificadas nacionalmente, son efectuadas por personas que se declaran seguidores del presidente; ¡Claro! no faltará quien señale que todo eso forma parte de un plan de la CIA, para tratar de descalificar el reclamo de un pueblo y responsabilizar a otros de sus ineficiencias.

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Democracia, Progreso y Bienestar Social son aspectos a enlazar con las luchas diarias del pueblo. Una propuesta programática que sirva como objetivo a conquistar por los trabajadores, estudiantes, empresarios nacionales, militares, intelectuales y por los segmentos más pobres de la población. También requerimos una vanguardia política que denuncie y demuestre que la mejor carta que ha tenido el imperialismo ha sido Chávez, ya que le ha desarrollado las políticas neoliberales comenzadas por Carlos Andrés Pérez, a la vez que ha frenado el ascendente movimiento de masa que venia exigiendo cambios profundos en el país; mediante un demagogo discurso izquierdista, logró ejecutar medidas fondomonetaristas que gobiernos anteriores no pudieron aplicar.

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El movimiento de masa contrario al régimen, se reactivará pronto; de allí que el debate sobre un nuevo rumbo y el fortalecimiento de los puntos débiles, debe formar parte del proceso. Pretender la unidad con todos los sectores opuestos al gobierno, no puede ser un principio en esta lucha; hay que deslindar y aislar a las fracciones fascistas que existen en el campo de la oposición, ya que estos sectores no se diferencian en nada a las pretensiones dictatoriales de Chávez y representan una corriente (por suerte minoritaria) capaz de llevar al país hacia una guerra civil. Hay que construir una nueva oposición de carácter progresista, democrática y con verdadero aliento popular.

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El país demanda instituciones que funcionen, unidad de todos los venezolanos, el rescate de los valores morales, capacidad gerencial y justicia social, ya que las dadivas dadas a cierto sector de la población no resuelven los problemas de empleos estables, seguridad social y elevación de la calidad de vida; por el contrario, las calamidades han aumentado mientras que la corrupción y la delincuencia hace estragos ante la apatía del gobierno. Estudios revelan que el 71% de la población (entre ellos el 36% de los oficialistas), son de la idea que si el presidente no realiza los cambios que debe hacer, el pueblo tendrá que sacarlo del poder.

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Como están las cosas, solo un conflicto como la guerra de EE.UU e Irán podría elevar drásticamente los precios del petróleo y darle mayor capacidad de maniobra a Chávez. Cuestión que le preocupa, de allí que este arreciando los controles; a través de un partido único para sus seguidores; poderes extraordinarios con la Ley habilitante; represión a RCTV y Globovisión; el corporativismo de las organizaciones populares, reconociendo solo a los Consejos Comunales como órganos de participación, pero controlados desde Miraflores, etc. Pero estas maniobras, no detendrán el deseo de cambio del pueblo, que exige una vanguardia verdaderamente revolucionaria y democrática.