Cambiar de Amo
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Los recientes eventos protagonizados por los estudiantes y la sociedad civil en defensa de RCTV, los derechos civiles y en particular la libertad de expresión, han servido de marco para que el Presidente Chávez y sus acólitos, lancen sus fuegos de artillerías verbales más despiadados en contra de los manifestantes, con el propósito de desacreditar las protestas, endilgándoles a sus líderes epítetos racistas, además de calificarlos como: esclavos de la oligarquía, peones del imperio o títeres de Bush.
No han tardado en incorporarse al coro de insultadores, los aduladores, tarifados y seguidores enceguecidos del Caudillo, quienes curiosamente: dicen enarbolar banderas de libertad, sin percatarse que ellos mismos son esclavos de un proceso seudo revolucionario, el cual sólo persigue sustituir a la rancia oligarquía venezolana, por una nueva elite cívico-militar de ladrones y oportunistas; reclaman ser verdaderos patriotas, pero son inconsecuentes con su discurso, ya que atacan al imperio yanqui, pero aceptan ser colonizados por una pequeña, empobrecida y miserable Isla; pregonan defender la dignidad humana, cuando en realidad son esclavos de odios, resentimientos, rencores y complejos que los imposibilitan leer las verdaderas aspiraciones de un pueblo, que solo desea prosperar en libertad, compitiendo en una sociedad donde el paradigma sea la igualdad de oportunidades y no el igualitarismo empobrecedor.
Los venezolanos desaprobamos las acciones desquiciadas del Presidente en contra de los estudiantes a quienes apoyamos tanto de manera activa como pasiva, porque hemos entendido que la libertad está en grave e inminente peligro. Se nos pretende cercenar nuestros derechos para accionar en nuestras vidas de manera libérrima, incluyendo dentro de este ámbito el derecho a recibir información de diversas fuentes, para que los ciudadanos se formen su propia opinión sobre los temas que los afecten. No tememos al ejercicio de nuestra libertad y no queremos subrogarla en ningún tirano, provenga éste de la izquierda o de la derecha.
Chávez irrumpió en la escena política como un adalid de la justicia, la libertad y la decencia, pero ha traicionado al pueblo. La historia de la humanidad está plagada de líderes providenciales que en nombre de la libertad, paradójicamente terminaron esclavizando o intentando esclavizar a sus ciudadanos. En Venezuela no tenemos vocación de esclavos y no permitiremos ser sojuzgados bajo la égida de pensamiento alguno. Queremos ser libres, no cambiar de amo.
Los recientes eventos protagonizados por los estudiantes y la sociedad civil en defensa de RCTV, los derechos civiles y en particular la libertad de expresión, han servido de marco para que el Presidente Chávez y sus acólitos, lancen sus fuegos de artillerías verbales más despiadados en contra de los manifestantes, con el propósito de desacreditar las protestas, endilgándoles a sus líderes epítetos racistas, además de calificarlos como: esclavos de la oligarquía, peones del imperio o títeres de Bush.
No han tardado en incorporarse al coro de insultadores, los aduladores, tarifados y seguidores enceguecidos del Caudillo, quienes curiosamente: dicen enarbolar banderas de libertad, sin percatarse que ellos mismos son esclavos de un proceso seudo revolucionario, el cual sólo persigue sustituir a la rancia oligarquía venezolana, por una nueva elite cívico-militar de ladrones y oportunistas; reclaman ser verdaderos patriotas, pero son inconsecuentes con su discurso, ya que atacan al imperio yanqui, pero aceptan ser colonizados por una pequeña, empobrecida y miserable Isla; pregonan defender la dignidad humana, cuando en realidad son esclavos de odios, resentimientos, rencores y complejos que los imposibilitan leer las verdaderas aspiraciones de un pueblo, que solo desea prosperar en libertad, compitiendo en una sociedad donde el paradigma sea la igualdad de oportunidades y no el igualitarismo empobrecedor.
Los venezolanos desaprobamos las acciones desquiciadas del Presidente en contra de los estudiantes a quienes apoyamos tanto de manera activa como pasiva, porque hemos entendido que la libertad está en grave e inminente peligro. Se nos pretende cercenar nuestros derechos para accionar en nuestras vidas de manera libérrima, incluyendo dentro de este ámbito el derecho a recibir información de diversas fuentes, para que los ciudadanos se formen su propia opinión sobre los temas que los afecten. No tememos al ejercicio de nuestra libertad y no queremos subrogarla en ningún tirano, provenga éste de la izquierda o de la derecha.
Chávez irrumpió en la escena política como un adalid de la justicia, la libertad y la decencia, pero ha traicionado al pueblo. La historia de la humanidad está plagada de líderes providenciales que en nombre de la libertad, paradójicamente terminaron esclavizando o intentando esclavizar a sus ciudadanos. En Venezuela no tenemos vocación de esclavos y no permitiremos ser sojuzgados bajo la égida de pensamiento alguno. Queremos ser libres, no cambiar de amo.
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