Nada Para Celebrar
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Con más penas que gloria transcurrió el proceso comicial parlamentario, el cual estuvo caracterizado por el ventajismo de los candidatos del gobierno y el peculado de uso por parte de los funcionarios públicos. Las maquinarias partidistas con sus recursos de procedencia desconocida inundaron las calles de propaganda proselitista. La compra de votos, la coacción y el chantaje fueron usados para torcer la voluntad popular.
Los llamados del Presidente Chávez para enfrentar las amenazas del imperialismo a través del voto, no surtieron los efectos esperados. Una pertinaz llovizna y la modorra dominguera, sirvieron para apaciguar los ardores "revolucionarios" de los vividores que, vociferando consignas altisonantes y cantando canciones de Ali Primera, medran a expensas del llamado "proceso".
La oposición seguramente, se atribuirá el éxito político por su llamado a la abstención, la cual superó la barrera psicológica del 75%. Nosotros creemos que la abstención obedeció en efecto, a la desconfianza de algunos sectores en el CNE, por su supuesta falta de independencia. Pero no podemos soslayar como factores coadyuvantes: el sentimiento de frustración del pueblo ante el fracaso del gobierno en la lucha contra la corrupción y el burocratismo, los reveses en materia de construcción de viviendas, la incapacidad para hacer llegar los beneficios de las misiones a los sectores más desfavorecidos de la sociedad; bajar los índices de desempleo, inflación, la economía informal y la inseguridad personal.
Los bolivarianos debemos sumar esfuerzos para enrumbar la revolución hacia mejores derroteros, bajo esquemas que permitan optimizar la calidad de vida de todos los venezolanos, pero perfeccionando los niveles en la organización popular, para enfrentar y vencer a la soberbia, ceguera e ineficiencia de la actual dirigencia "revolucionaria".
Asumamos nuestra responsabilidad en esta hora crucial para el destino de la patria y corrijamos los errores que están causando males al pueblo. Respecto a las elecciones, los bolivarianos no tenemos nada para celebrar.
Con más penas que gloria transcurrió el proceso comicial parlamentario, el cual estuvo caracterizado por el ventajismo de los candidatos del gobierno y el peculado de uso por parte de los funcionarios públicos. Las maquinarias partidistas con sus recursos de procedencia desconocida inundaron las calles de propaganda proselitista. La compra de votos, la coacción y el chantaje fueron usados para torcer la voluntad popular.
Los llamados del Presidente Chávez para enfrentar las amenazas del imperialismo a través del voto, no surtieron los efectos esperados. Una pertinaz llovizna y la modorra dominguera, sirvieron para apaciguar los ardores "revolucionarios" de los vividores que, vociferando consignas altisonantes y cantando canciones de Ali Primera, medran a expensas del llamado "proceso".
La oposición seguramente, se atribuirá el éxito político por su llamado a la abstención, la cual superó la barrera psicológica del 75%. Nosotros creemos que la abstención obedeció en efecto, a la desconfianza de algunos sectores en el CNE, por su supuesta falta de independencia. Pero no podemos soslayar como factores coadyuvantes: el sentimiento de frustración del pueblo ante el fracaso del gobierno en la lucha contra la corrupción y el burocratismo, los reveses en materia de construcción de viviendas, la incapacidad para hacer llegar los beneficios de las misiones a los sectores más desfavorecidos de la sociedad; bajar los índices de desempleo, inflación, la economía informal y la inseguridad personal.
Los bolivarianos debemos sumar esfuerzos para enrumbar la revolución hacia mejores derroteros, bajo esquemas que permitan optimizar la calidad de vida de todos los venezolanos, pero perfeccionando los niveles en la organización popular, para enfrentar y vencer a la soberbia, ceguera e ineficiencia de la actual dirigencia "revolucionaria".
Asumamos nuestra responsabilidad en esta hora crucial para el destino de la patria y corrijamos los errores que están causando males al pueblo. Respecto a las elecciones, los bolivarianos no tenemos nada para celebrar.
Etiquetas: corrupción electoral
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