Minestrone Chavista

Por: Rafael Castillo

Antes de las elecciones presidenciales de 1998 la política era materia sólo de los políticos, pero posteriormente con la elección de Chávez como presidente de Venezuela se conformó un cuadro político, que desencadenó una dinámica muy cambiante en la vida política del país y donde no sólo los políticos, sino que también los ciudadanos de cualquier parte del país se involucran en la opinión, discusión, debate y acciones en el desarrollo de la cuestión política. Ahora la política es materia de todos los venezolanos, cosa interesante y además el deber ser de los ciudadanos.
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Después de la reelección del presidente Hugo Chávez Frías el pasado 3 de diciembre, se ha lanzado con fuerza por todo lo ancho y largo del país el socialismo del siglo XXI, definición que aún no está nada clara y cuando lo esté, será sólo para ellos, que obliga a la discusión, investigación e interpretación de teorías revolucionarias.
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Recordemos que Chávez, cuando irrumpió en la vida política del país, después del golpe de Estado fracasado el 4 de febrero de 1992, vendió al país la idea de un proyecto bolivariano que tenía su origen en el árbol de las tres raíces, es decir, en los pensamientos de Ezequiel Zamora, Samuel Robinsón y Simón Bolívar, por cierto ninguno de ellos marxista.
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En anteriores oportunidades Chávez ha aclarado por los medios que no es comunista y ahora nos vende la idea del socialismo del siglo XXI. El primer socialismo fue el socialismo utópico y luego surgió la teoría del socialismo científico, que es una de las partes integrantes del marxismo.
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Es un enredo hablar de revolución y socialismo sin ser marxista, sino bolivariano, pues es el marxismo quien destaca el papel de los obreros como artífice de la sociedad socialista y es el marxismo leninismo la guía teórica y práctica de la Revolución socialista. Pero más enredo es hablar de socialismo, no siendo comunista, porque el triunfo completo y decisivo del socialismo significa que la sociedad entra en el período de la construcción del comunismo. El socialismo, indicaba Lenin, debe convertirse gradualmente en comunismo. Llama la atención como la ideología bolivariana se vincula al socialismo y este socialismo se vincula al comunismo.
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Este socialismo del siglo XXI no representa ninguna transición de la sociedad capitalista a la sociedad comunista como se plantea en los procesos revolucionarios socialistas, es un socialismo que no es verdad.
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Este proceso de ser revolucionario y socialista daría más apertura a las libertades, a los derechos ciudadanos y a los convenios democráticos de organizaciones internacionales.