El Incentivo Corruptor
Por: Orlando Ochoa
El actual Gobierno se ha hecho parte de una nefasta tradición en el país de tolerar el enriquecimiento con los dineros públicos por grupos económicos-políticos cercanos. Hay dos factores, sin embargo, que extienden el problema de la corrupción en estos tiempos: primero, el esquema económico con alta inflación, régimen de control cambiario y escasez de productos regulados acompañado del más grande y sostenido estímulo al enriquecimiento fácil por aprovechamiento de diferenciales cambiarios y de precios jamás conocidos en nuestra historia; el segundo es el caos administrativo que trasmite Hugo Chávez y sus impulsivas ideas con manejos del dinero público dentro y fuera del presupuesto nacional y de PDVSA, en transferencias o en entregas de paquetes de billetes en efectivo. Sobre este último factor parece que poco se puede hacer por ser intrínseco al desorden personal del gobernante.
El primer factor, el esquema económico, el cual en 2007 entregará unos 40.000 millones para importaciones a tipo de cambio oficial, no sólo estimula la producción exógena sin aliviar la presión inflacionaria más alta de América Latina, sino que genera un fuerte estímulo a prácticas de corrupción: Un dólar recibido al tipo de cambio oficial de 2.150 Bs./$, sea para importar, pago de servicios, ejecución de obras públicas o cualquier otro fin, tiene un costo superior 100% más alto en el mercado paralelo.
Como lo demostró el mismo Presidente Chávez el domingo 10 de junio al hacer la conversión de una donación en divisas a bolívares a tipo de cambio paralelo, es imposible que la actividad económica capitalista o socialista deje de tomar en cuenta este diferencial. Así lo llevan a la práctica un número de banqueros, comerciantes, funcionarios civiles y militares, gestores que tienen acceso a los dólares preferenciales o a los productos con precios regulados con valoración alta o dolarizada en el mercado negro y aprovechan los diferenciales. Ninguna otra actividad económica ofrece una ganancia instantánea comparable. El resto es complicidad y aprovechamiento ilícito con impunidad (pues cualquier castigo a un funcionario parece que "daña" la imagen de la revolución). Este perverso y corruptor esquema tiene un límite de existencia en el mediano plazo pues con el deterioro económico, inflación y escasez de alimentos e insumos, lleva finalmente al ajuste fiscal, cambiario y de precios.
El actual Gobierno se ha hecho parte de una nefasta tradición en el país de tolerar el enriquecimiento con los dineros públicos por grupos económicos-políticos cercanos. Hay dos factores, sin embargo, que extienden el problema de la corrupción en estos tiempos: primero, el esquema económico con alta inflación, régimen de control cambiario y escasez de productos regulados acompañado del más grande y sostenido estímulo al enriquecimiento fácil por aprovechamiento de diferenciales cambiarios y de precios jamás conocidos en nuestra historia; el segundo es el caos administrativo que trasmite Hugo Chávez y sus impulsivas ideas con manejos del dinero público dentro y fuera del presupuesto nacional y de PDVSA, en transferencias o en entregas de paquetes de billetes en efectivo. Sobre este último factor parece que poco se puede hacer por ser intrínseco al desorden personal del gobernante.
El primer factor, el esquema económico, el cual en 2007 entregará unos 40.000 millones para importaciones a tipo de cambio oficial, no sólo estimula la producción exógena sin aliviar la presión inflacionaria más alta de América Latina, sino que genera un fuerte estímulo a prácticas de corrupción: Un dólar recibido al tipo de cambio oficial de 2.150 Bs./$, sea para importar, pago de servicios, ejecución de obras públicas o cualquier otro fin, tiene un costo superior 100% más alto en el mercado paralelo.
Como lo demostró el mismo Presidente Chávez el domingo 10 de junio al hacer la conversión de una donación en divisas a bolívares a tipo de cambio paralelo, es imposible que la actividad económica capitalista o socialista deje de tomar en cuenta este diferencial. Así lo llevan a la práctica un número de banqueros, comerciantes, funcionarios civiles y militares, gestores que tienen acceso a los dólares preferenciales o a los productos con precios regulados con valoración alta o dolarizada en el mercado negro y aprovechan los diferenciales. Ninguna otra actividad económica ofrece una ganancia instantánea comparable. El resto es complicidad y aprovechamiento ilícito con impunidad (pues cualquier castigo a un funcionario parece que "daña" la imagen de la revolución). Este perverso y corruptor esquema tiene un límite de existencia en el mediano plazo pues con el deterioro económico, inflación y escasez de alimentos e insumos, lleva finalmente al ajuste fiscal, cambiario y de precios.
Etiquetas: Análisis Económico
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