Finanzas Socialistas
Por: Orlando Ochoa
Rodrigo Cabezas es el tercer ministro de Finanzas que desde 2002 establece una relación especial con varias instituciones financieras con el presunto objetivo de contener temporalmente la presión alcista en el mercado cambiario paralelo. En vez de abordar en serio las causas fiscales-monetarias que impulsan la inflación y los dañinos controles cambiarios y de precios que afectan a los sectores productivos, el ministro Cabezas recurre de nuevo a la intermediación de papeles financieros en dólares a tipo de cambio oficial.
Los afortunados banqueros, seleccionados semanalmente, como ocurrió con más de 9.000 millones de dólares en bonos y papeles en 2005-6, venden los papeles en el exterior y obtienen dólares a un costo muy por debajo del mercado paralelo (usan empresas relacionadas para aprovechar el lucro cambiario). Los entes financieros se han acostumbrado a ésta y otras prácticas semejantes ejecutadas por los ex ministros Nóbrega y Merentes. Es muy probable que los menos escrupulosos acudan una vez más a gestores para asegurar esta selección.
No hay justificación para la intermediación cambiaria del Ministerio de Finanzas dentro de un régimen de control de cambio. La asignación directa a los bancos deja una instantánea ganancia cambiaria, similar a la que deja a otros intermediarios el diferencial entre los precios subsidiados de Mercal y de mercado negro en la distribución de alimentos básicos como leche, huevos, carnes y azúcar. Es un enriquecimiento especulativo, no-productivo y corruptor de funcionarios, empresarios y banqueros, promovido por las políticas de un régimen revolucionario que dice aspirar a “un modelo propio de desarrollo”.
No hay forma de estabilizar la tasa de cambio paralela ni reducir la inflación sin modificaciones sustanciales en la mediocre política fiscal, cambiaria y monetaria. Es una cuestión elemental. La evidente incoherencia de estas políticas le ha hecho daño a la economía del país y ha generado la mayor corrupción financiera en la historia de Venezuela, lo cual no parece perturbar al ministro Cabezas, quien se concentra en oscuras operaciones de intermediación. Cabe preguntarse si el Banco del Sur también participará de estos esquemas financieros y de la peor forma de lucro del mundo capitalista, quizás con el cínico pretexto de reducir las asimetrías y desigualdades en América Latina.
Los afortunados banqueros, seleccionados semanalmente, como ocurrió con más de 9.000 millones de dólares en bonos y papeles en 2005-6, venden los papeles en el exterior y obtienen dólares a un costo muy por debajo del mercado paralelo (usan empresas relacionadas para aprovechar el lucro cambiario). Los entes financieros se han acostumbrado a ésta y otras prácticas semejantes ejecutadas por los ex ministros Nóbrega y Merentes. Es muy probable que los menos escrupulosos acudan una vez más a gestores para asegurar esta selección.
No hay justificación para la intermediación cambiaria del Ministerio de Finanzas dentro de un régimen de control de cambio. La asignación directa a los bancos deja una instantánea ganancia cambiaria, similar a la que deja a otros intermediarios el diferencial entre los precios subsidiados de Mercal y de mercado negro en la distribución de alimentos básicos como leche, huevos, carnes y azúcar. Es un enriquecimiento especulativo, no-productivo y corruptor de funcionarios, empresarios y banqueros, promovido por las políticas de un régimen revolucionario que dice aspirar a “un modelo propio de desarrollo”.
No hay forma de estabilizar la tasa de cambio paralela ni reducir la inflación sin modificaciones sustanciales en la mediocre política fiscal, cambiaria y monetaria. Es una cuestión elemental. La evidente incoherencia de estas políticas le ha hecho daño a la economía del país y ha generado la mayor corrupción financiera en la historia de Venezuela, lo cual no parece perturbar al ministro Cabezas, quien se concentra en oscuras operaciones de intermediación. Cabe preguntarse si el Banco del Sur también participará de estos esquemas financieros y de la peor forma de lucro del mundo capitalista, quizás con el cínico pretexto de reducir las asimetrías y desigualdades en América Latina.
Etiquetas: Análisis Económico
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home