La Política Como Artimaña

Por: Manuel Isidro Molina

Se ha hecho sempiterna la discusión sobre la naturaleza ética de la obra política de Nicolás Maquiavelo, especialmente su "Príncipe". Aunque confieso que pienso que la narrativa y conceptualización del florentino deben quedar en los anaqueles de la historia de las ideas políticas y las aberraciones del poder, la saga político-electoral venezolana actual nos habla de la vigencia de su cruda descripción. "El fin justifica los medios" no es más que una justificación de la corrupción, la violación de los derechos humanos y el abuso de poder en la conquista y conservación de las posiciones políticas, económicas, militares y mafiosas de poder. Y en Venezuela, se ha vulgarizado.

Gobierno y factores de oposición incurren en las mismas prácticas de deslealtad, testaferratos, subvaloración de méritos y capacidades, manejo inescrupuloso de recursos financieros y materiales de oscuras proveniencias. Es lo que estamos viendo, hacia las elecciones del 23 de noviembre próximo. Así, el gobierno del presidente Hugo Chávez lleva las de ganar, pues no se ve por ningún lado el contrapeso ético y moral de los aspirantes opositores, casi todos inextricablemente adosados a los presupuestos públicos regionales o municipales, como los oficialistas lo están a las tajadas nacionales, regionales y municipales del poder.

Esta situación augura pocos o nulos cambios en noviembre. La gente que busca alternativas válidas, tiene ganas de votar, pero no votará por cualquiera. Así, el gobierno tiene las de ganar.